sobre las 2:05 de este lunes se recibió un llamado de alerta por un presunto robo al 101. A los pocos minutos, personal policial de la Seccional Quinta llegó a la vivienda ubicada en inmediaciones de calle Juan Manuel de Rosas y Antonio Ostoich, en barrio Abel Amaya.
En un primer momento los uniformados se entrevistaron con un hombre de 40 años, que manifestó que la familia había sido víctima de un robo. Sin embargo, toda la escena de violencia había sido presenciada por tres niños pequeños (13, 9 y 7 años), hijos de la víctima, quienes con lágrimas en los ojos dijeron que a su mamá la “habían quemado”.
Los efectivos constataron la situación y descubrieron en la parte posterior de la vivienda, en una habitación a pocos metros del quincho, en una cama de una plaza se encontraba el cuerpo parcialmente incinerado de una mujer. La víctima fue identificada como María Soledad Arrieta de 38 años y tenía en su cuello un cable de acero.
Con presencia de Criminalística y el fiscal general Juan Carlos Caperochipi inmediatamente el hombre quedó detenido por «presunto femicidio».
Según detallaron las fuentes, la víctima y victimario se encontraban separados pero convivían en el mismo terreno: uno vivía en el quincho y el otro en la vivienda.
Los investigadores reunieron elementos para el avance de las investigaciones, entre ellos; restos de cabellos y manchas hemáticas y prendas. Se realizó hisopado en una botella y un vaso.
Fuente: El Patagonico.