A pesar del brutal recorte del gasto público que implica el Presupuesto 2019 y la interna expuesta en el bloque Justicialista durante la audiencia realizada esta tarde, el oficialismo consiguió los votos necesarios para sacar dictamen de mayoría y se encamina a aprobar la «ley de leyes» el próximo miércoles 14. Antes de la votación en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se presentó para destacar los acuerdos fiscales consensuados con 18 de los 24 gobernadores —de quienes obtuvo los votos necesarios para el dictamen— e insistió que es necesario “un presupuesto equilibrado y dotar a las provincias de recursos”.
Junto al dictamen para el Presupuesto 2019 también se giraron los tres proyectos del paquete económico complementario, que cierran el acuerdo con los gobernadores, y una cuarta iniciativa para modificar las alícuotas de impuestos a cooperativas y mutuales, algo que el Gobierno intentó modificar en detrimento de esas figuras societarias en el proyecto original, al igual que lo intentó el año pasado durante la discusión por la reforma tributaria. En tanto, el proyecto que modifica el impuesto a los Bienes Personales volverá a la Cámara baja.
El punto alto de la audiencia no pasó por el libreto de Frigerio sino por el duro cruce entre los senadores del bloque Justicialista, del cual el Ejecutivo obtuvo el voto de Rodolfo Urtubey para obtener el dictamen y espera sumar otros para aprobar el presupuesto el próximo miércoles. El primer senador en tomar la palabra en la audiencia fue Miguel Ángel Pichetto, titular del bloque Justicialista, quien en un extenso discurso subrayó la importancia de aprobar el Presupuesto para evitar la “discrecionalidad” del ajuste en marcha.
El legislador de Río Negro fue interrumpido por su compañeros de bloque José Mayans, quien denunció a Frigerio de dar «instrucciones» a los jefes de bloque, lo que originó una fuerte cruce con Pichetto. «Soy dueño de mis palabras. Hablo por mí, por lo que hago y lo digo públicamente y no tengo doble discurso. No tengo problema de asumir que es mejor tener presupuesto», se defendió el rionegrino.
A su turno, Mayans, quien ya había cruzada públicamente a Pichetto en la previa de la audiencia, manifestó su «respeto» por el jefe de bloque y consideró que «hace lo que puede», pero resaltó que su visión es distinta. El formoseño apuntó todos los cañones contra el Gobierno y enumeró frente a Frigerio que «le erraron un poquito con el presupuesto anterior», que «el desempleo ya está por arriba del 11 por ciento» y que el Presupuesto 2019 «blanquea una deuda de 400 mil millones de dólares».
Y trajo al recinto que el reclamo de un grupo de gobernadores para restituir el Fondo Sojero, tras señalar que el Gobierno «se apropió de forma ilegal» de esa caja coparticipable entre provincias y municipios al eliminarlo por decreto. «El ministro le dio instrucciones a los jefes de bancada para que llamen a sesión especial el miércoles que viene, para que no se pueda tratar el tema del Fondo Sojero, es una vergüenza», lo acusó Mayans.
«No lo puedo dejar pasar. A mí nadie me dio ninguna instrucción. Llamar a sesión especial, por lo que he leído en algunos diarios, es una idea del oficialismo», volvió a defenderse Pichetto y agregó en su tono de candidato de la derecha: «Algunos quieren incendiar la pradera. Algunos gobernadores se compraron el traje cubano de la revolución».
Mayans no resistió el comentario de su colega y empezó a gritar que él defiende los intereses de su provincia, lo que llevó a que el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Esteban Bullrich, de Cambiemos, a pedir orden al senador formoseño, en medio de un griterío.
Con la interna del bloque justicialista expuesta, Frigerio retomó la palabra y reiteró los argumentos con los que previamente había defendido la decisión de eliminar el Fondo Sojero: «Me preocupan las acusaciones de amenazas sin puntualizar quién las recibió. Eso no pasó. La relación con los gobernadores no es así».
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