Además dar detalles de las graves lesiones que la mujer tenía en todo el cuerpo, Giovanelli afirmó sentirse “conmocionado cuando alguien en el lugar dijo que era Sandra Méndez, porque hasta el momento no la había reconocido”.
Cuando resignados los médicos y enfermeros abandonaron las tareas de resucitación, Giovanelli recibió una llamada en su teléfono celular. Era Carlos Thomas, un enfermero profesional y compañero de trabajo de Giovanelli durante 15 años, trasladando pacientes graves en el avión sanitario de la Provincia. Thomas ya había realizado tres llamadas averiguando sobre su esposa Sandra Méndez, teniendo en cuenta de su salida hacia Trelew por la ruta 7. Las llamadas al teléfono de su esposa nunca habían tenido respuestas. Suponía lo peor y por eso llamó a su amigo. Fue Giovanelli el encargado de darle a Thomas la noticia fatal. En el juicio, fuera del interrogatorio de las partes y de las formalidades del debate, Giovanelli pidió permiso al Tribunal para realizar una declaración espontánea.
Dijo que “llevo la mitad de mi vida laboral trabajando en el avión sanitario. Con Carlos Thomas empezamos juntos y hemos hecho más de 1000 derivaciones. Con su dedicación me ha enseñado un profundo respeto y disciplina por los pacientes que hemos trasladado, desde embajadores y gobernadores hasta el más humilde ciudadano. Hemos salvado muchas vidas. Pero jamás ambas hemos tenido que sufrir un hecho de esta magnitud.
Fui desde médico rural hasta Ministro de Salud de la Provincia pero tuve en mis manos la vida de Sandra y no pude hacer nada. Por eso entiendo el dolor que tiene el señor Carlos Thomas, porque yo aún no lo he podido superar. No tengo intenciones con ninguna de las partes. Solo pido que la justicia sea justa. Y sabré respetar cualquier decisión que ustedes tomen”.