Las largas horas de acampe en reclamo de un aumento en los salarios que perciben las cooperativas y la creación de nuevos programas de trabajo, convirtieron a la 9 e Julio en un «basural». Los manifestantes dejaron decenas de botellas vacías, vasos, cartones, maderas, pallets y fogatas aún prendidas. El Gobierno porteño inició un operativo de limpieza en la zona que costó más de $4 millones.
Según el detalle de gastos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de CABA, las tareas fueron realizadas por tres áreas: Higiene, que destinó $2.300.000 en limpieza; Espacios Verdes, en tareas de parquización y arreglos, invirtió $1.444.000; y Mantenimiento y Espacio Público, en trabajos de reposición de baldosas en veredas y arreglos de calle, con un costo de $450.779,70.
En total, el operativo de limpieza y recuperación del espacio que se desplegó para volver a habilitar la circulación de vehículos tuvo un costo para la Ciudad de $4.194.779,70, informó TN este sábado.
El operativo para poner en condiciones el lugar duró menos de tres horas y para las 15 del viernes, el tránsito ya estaba habilitado.
La zona se vio interrumpida durante 40 horas, lo que afectó la circulación de autos y colectivos.
La jornada de acampes incluyó el enfrentamiento entre policías y manifestantes, luego de que éstos intentaron cortar uno de los carriles de la avenida 9 de Julio. En ese marco, hubo heridos y un detenido.