El sindicato paralizó las actividades en una empresa por despidos. Confirmó que hay 1.800 trabajadores en sus casas.
El secretario general de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, advirtió que ya son alrededor de 1.800 los trabajadores del sector afectados por la paralización de equipos en Vaca Muerta. Señaló que algunos fueron suspendidos y otros recibieron telegramas de despido a raíz de la crisis que se generó en la actividad por el impacto del congelamiento del barril de petróleo y el “cuello de botella” en la producción de gas.
El dirigente afirmó ayer que el gremio paralizó las operaciones en la empresa de servicios norteamericana H&P tras el despido de unos 50 trabajadores.
“Mandaron los telegramas sin ningún tipo de comunicación previa ni argumento. Se habla de que van a ser entre 80 o 90”, planteó. Si bien se esperaba que la secretaría de Trabajo de la Nación dictara la conciliación obligatoria, Pereyra aclaró que ambas partes debían retrotraer sus acciones, algo que la firma no parecía dispuesta a hacer. “Dijeron que la orden es de Estados Unidos y no tiene vuelta atrás”, sostuvo.
A la situación de crisis sumó que Schlumberger también redujo sus sets de fractura y hoy “no tiene ninguno” y que San Antonio “tiene 400 compañeros en situación de suspensión”. “Muchas empresas han llegado a acuerdos para que no se queden sin trabajo”, indicó el dirigente y dijo que parte de la remuneración se les está pagando en negro –no remunerativa– “para que la carga no sea tan fuerte para las partes y que los compañeros puedan seguir percibiendo lo mismo sin que se vea afectado su salario”.
Vaca Muerta se enfrenta a un mal fin de año por el desatino de medidas nacionales y suma ahora la incertidumbre por el cambio de presidente. El decreto de necesidad y urgencia 566 que había congelado el precio del barril de petróleo perderá vigencia esta semana, pero la salida propuesta no traerá resultados inmediatos, según anticipan desde el sector.
“Tenemos que esperar qué es lo que va a pasar”, analizó Pereyra, quien cuestionó a las empresas por el “apuro” en tomar medidas a menos de un mes del traspaso de mando presidencial. “Es un trabajo que tenemos que hacer todos. Aún no está el plan energético del nuevo gobierno, pero tenemos que saber esperar y acompañar”, aseveró.