En apenas unos segundos y gracias al trabajo de un excolaborador de la NASA, es posible descubrir cómo podría cambiar la faz de la Tierra si los océanos se secaran repentinamente.
La retirada de las aguas permitiría el surgimiento del 70% de la superficie del planeta que hoy está sumergida, revelando cordilleras y cañones hasta ahora ocultos, y una oscura profundidad de hasta 6.000 metros por debajo del nivel de los océanos. Se trata de un escenario apocalíptico, con sectores del planeta que lucen de forma surrealista.
La animación en cámara rápida publicada en Twitter fue producto del trabajo del científico planetario James O’Donoghue, ex colaborador de la NASA y hoy al servicio de la agencia espacial japonesa Jaxa.
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O’Donoghue ya había trabajado en esta animación en el 2008, pero ahora logró refinarla aún más al hacerla en alta resolución y mejorando varios aspectos. «Vaciar los océanos revela cadenas montañosas y cañones sumergidos», escribió O’Donoghue en su cuenta de Twitter.
«También muestra dónde se conectaron los puentes de la Tierra durante las eras de los glaciares. Gran Bretaña, por ejemplo, estaba menos inclinada al Brexit», comentó irónicamente el experto. En el mapa sin océanos, se ve que las islas británicas están más conectadas con el resto del continente europeo de los que los ingleses piensan.
En el video de ‘timelapse’, el color marrón de la tierra seca avanza rápidamente, mientras que el azul de los mares cede a medida que las aguas descienden a más de 6.000 metros por debajo del nivel actual de las aguas. También en Europa se observa que, alrededor de las costas italianas, el primero en desaparecer sería el Mar Adriático, seguido de las aguas que rodean Sicilia y Cerdeña.
En su cuenta de Twitter, O’Donoghue (@physicsJ) escribió, apelando a una comparación con una gran piscina, que «quitando el tapón de los océanos revela bajo el agua las cordilleras y cañones». «También muestra los puentes submarinos utilizados para conectarse durante las glaciaciones, según los cuales Gran Bretaña solía estar menos inclinada hacia el Brexit», continuó con un dejo de ironía.