La mitad de los contagiados están en cuarentena en sus casas, sin síntomas. Un 40% hospitalizados y un 10 en cuidados intensivos.
Los fallecidos por el coronavirus en Italia aumentaron a 52, todos ancianos con otras graves patologías, y los casos de contagiados ascendieron hasta 2.036, contando las 149 personas que ya se curaron, informaron hoy fuentes oficiales.
Anoche, los contagiados eran 258 más que los registrados el domingo, la mitad están en cuarentena en sus casas, sin síntomas; un 40% hospitalizados y un 10 en cuidados intensivos, aseguró el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.
Según informó hoy la agencia EFE, la región de Lombardía, donde los diez municipios del foco siguen aislados en lo que se conoce como «zona roja», sigue siendo la más afectada y los contagiados ascendieron hasta los 1.254.
También aumentaron los muertos con coronavirus en esta región de 31 a 38, y se precisó que todas las víctimas eran personas de avanzada edad, entre los 81 y 94 años, y con otras patologías, informó el consejero de Salud, Giulio Gallera.
De los 1.354 casos positivos en Lombardía, 478 permanecen ingresados, 127 reciben cuidados intensivos en el hospital y 472 dieron positivo pero con síntomas leves.
La «buena noticia», en palabras de Gallera, es que en Lombardía 139 personas con coronavirus ya fueron dadas de alta, dos de ellas procedentes de la «zona roja».
En tanto, las otras regiones más afectadas son Emilia-Romagna con 324 casos positivos y Véneto con 271, ambas en el norte del país.
Italia trata de hacer frente a esta emergencia y el Gobierno aprobó un decreto que divide el país en tres: la «zona roja», dos áreas con once pueblos en Lombardía y Véneto aislados; la «zona amarilla», con las regiones norteñas más afectadas, y el resto del país.
Entre las medidas, el Ejecutivo prorrogó hasta al menos el 8 de marzo el cierre de comercios, museos y escuelas en la «zona roja» de Lombardía y Véneto, y entre otras cosas que en bares y restaurantes, los clientes guarden un metro de distancia entre sí.
De esta manera, mantiene aislada la «zona roja», en la que viven unas 50.000 personas, con la prohibición de acceso o salida, la suspensión de eventos de cualquier tipo, escuelas cerradas, al igual que los museos, institutos culturales y comercios.
Las oficinas públicas y las demás empresas mantendrán interrumpida su habitual actividad, excepto aquellas que desarrollen una labor esencial y estrictamente necesaria, mientras que el servicio de transportes no funcionará por el momento, indicó EFE.