Es el tercer día consecutivo en el que la cantidad de muertes supera el centenar.
El número de muertos diarios en Brasil por coronavirus volvió a estar por encima del centenar. En las últimas 24 horas se registraron 141 nuevos fallecimientos y la cantidad de personas que perdieron la vida asciende a 941.
En tanto, el número de infectados llega a 17.857. El número de contagios mantuvo la misma tendencia creciente, que se ha acelerado en los últimos días, y con relación a la víspera hubo un aumento de 1.930 casos, de acuerdo con el boletín diario de situación presentado por el Ministerio de Salud.
Como ha ocurrido desde la detección del primer caso, el pasado 26 de febrero en la ciudad de Sao Paulo, el estado homónimo sigue siendo la región más afectada, con 496 fallecidos y 7.480 casos. Sao Paulo es el corazón industrial y financiero de Brasil y allí viven unos 46 millones de los 210 millones de habitantes del país.
El gobernador de ese estado, Joao Doria, impuso una cuarentena en toda la región el pasado 24 de marzo, en principio por quince días, pero ya la ha prorrogado hasta el próximo 22 de abril.
Pese a ello, datos del Gobierno de Sao Paulo obtenidos a través del seguimiento de los teléfonos móviles de los ciudadanos indican que, al menos este miércoles, solo la mitad de la población atendió la recomendación de permanecer en casa.
Lo mismo ocurre en otras ciudades del país, como Río de Janeiro, donde existe una preocupación especial por el aumento de personas en las calles, sobre todo en las favelas, que concentran a un 22 % de los 6,3 millones de habitantes de la ciudad.
El viceministro de Salud, Joao Gabbardo, dijo en rueda de prensa que, en estados como los de Sao Paulo y Río de Janeiro, los dos más afectados por la pandemia en el país, es necesario tener un cuidado particular respecto a las cuarentenas.
«Son lugares que ya tienen una luz roja encendida y deben dar una máxima atención a la cuestión de la movilidad social», sostuvo el viceministro, quien aclaró que eso no debe aplicarse a todos los municipios de esas regiones, aunque sí en las capitales.
Las favelas
Abandonadas a su suerte por los poderes públicos desde sus orígenes, las mayores favelas de Brasil se han visto obligadas a contratar ambulancias, fabricar sus propias máscaras y crear toda una red solidaria para hacer frente a la crisis por el coronavirus, que se prevé «demoledora».
En Paraisópolis, la segunda barriada más grande de San Pablo, se han aferrado a la autogestión para evitar que la pandemia penetre en los sinuosos laberintos de casas de ladrillo desnudo que concentran a unas 100.000 personas en condiciones más que precarias.
Los cortes de agua son habituales desde las 8 de la noche hasta las 6 de la mañana del día siguiente, tanto como ver a niños descalzos jugando por la calle o ancianos viviendo en casillas levantadas con cuatro maderas, suelo de cemento y tejado de uralita.
Las máscaras y el gel desinfectante se han convertido en artículos de lujo. Mientras, los contagios aumentan cada día y, según el Ministerio de Salud, lo peor está por llegar, indicó El Clarín.