El anuncio oficial de que el medio aguinaldo de los empleados públicos de Chubut se pagará en varias cuotas volvió a poner al Gobierno más cerca de la pared ante su mayor problema: sostener a un Estado que tiene ingresos infinitamente menores al nivel de sus gastos.
Es tan sencilla y matemática la cuenta que abruma explicarla. Si al Gobierno le cuesta a achicar la brecha de dos meses de atraso en el pago de sueldos, sólo hay que imaginarse lo que está pesando ahora juntar unos 2.500 millones de pesos extras para pagar los aguinaldos.
El Gobierno, de la mano de su nuevo “hombre fuerte”, el secretario general de Gobierno, Andrés Meiszner, logró acercar posiciones con algunos de los Gremios más fuertes y combativos. En esta lista están ATE y los Viales, que sin embargo ya advirtieron que el aguinaldo en cuotas no puede ser aceptado así como así –según publica Diario Jornada-.
Otros gremios también le están haciendo saber a Meiszner –por ahora con sordina- que la tensa calma podría convertirse en tempestad si no se toman medidas más rápidas y se corren del medio a varios lastres que no hacen más que hundir un poco más a la gestión de Arcioni.
No alcanza con Meiszner y Antonena atajando penales a cuatro manos. Al Gobierno le sigue faltando volumen político. Avanzar un paso y retroceder dos no le sirve a nadie.