Este portal tiene una versión respecto de la decisión del juez sobre el futuro procesal de la ex mujer y de los hijos del millonario sindicalista Héctor Rubén González, hoy también uno de los dueños del diario Jornada de Trelew; pero todavía carece de sustento para ser publicada. Nadie confirma, tampoco desestima y el operativo “no sé nada” está en su máximo esplendor entre los que tienen habitual contacto con los expedientes en el Juzgado Federal de Rawson.
Es impresionante el blindaje que tiene el caso. Es más que evidente que se está tratando de “tapar” el fallo judicial que dejaría quizás muy cerca de la cárcel a quienes tenían un verdadero bosque de marihuana en el patio de su casa. Encima a metros de un colegio primario.
Hasta ahora, en las historia de los procedimientos contra el narcotráfico de la región no se había secuestrado semejante cantidad de plantas de cannabis sativa y nadie dice nada en los medios de comunicación tradicionales de la zona; esos que son sumamente inquisitivos con un joven al que le encuentran tres porros o dos envoltorios con marihuana o que titulan “Golpe al narcotráfico” cuando publicitan el circo que cada tanto arma el ahora cuestionado ministro de Seguridad Federico Massoni y sus secuaces los hermanos Gómez, de la jefatura de Policía.
¿Será porque quien aparece rozado (por ahora) es alguien temido por sus actitudes mafiosas y sus influencias con los poderosos?
El caso que ahora está bajo la lupa de la Justicia Federal de Rawson y que si se hace todo como la Ley manda debería terminar en un juicio oral y público es el del secuestro de las más de cien plantas de marihuana logrado por la policía el pasado 19 de mayo en una verdadera mansión ubicada en la calle Cangallo 195 y Belgrano.
Allí donde supo vivir en su momento el sindicalista Héctor Rubén González, alías El Gordo. En ese lugar, además de un patio lleno de plantas de cannabis, encontraron al menos una decena de cactus “San Pedro”, que en un té o preparado son también altamente alucinógenos. Y se dijo que la policía liderada en el aquel entonces por el implacable comisario Eduardo Alonso, había hallado un “secadero de hojas” como los que suelen utilizar los narcos para secar las hojas de marihuana, que tras ser fraccionadas y procesadas terminan en el clásico porro o cigarrillo.
Ese chalet –parecido a una casa quinta de cualquier barrio privado de Buenos Aires–, con un imponente patio poblado por la plantación de marihuana; tenía cámaras de filmación por todos lados, cuyo DVR (el disco donde se almacenan las grabaciones) fue secuestrado durante el allanamiento por la policía, seguramente porque en el Juzgado Federal de Rawson querían ver quiénes además de sus moradores entraban y salían del domicilio de los González. ¿Les habrá servido ese material?
Ese día del procedimiento deber haber sido uno de los peores para el sindicalista dueño del diario Jornada. De hecho, entre los varios rumores que corrieron tras la culminación del allanamiento se dijo que se le había ido “la presión por las nubes” y que hasta habría tenido que ir a una clínica privada a hacerse ver.
Es evidente que “El Gordo” González no quiere que salga nada en ningún lado del dictamen del juez y más, si su ex mujer y sus hijos terminan procesados. Su diario cuando trascienda el fallo seguramente no va a sacar nada. No habrá ningún título en sus páginas que diga “Golpe al narcotráfico”, y tampoco en la web de la que ellos haciéndose propaganda dicen que es vista por varios miles de millones de personas por minuto.
Pero, no se puede tapar el sol con las manos y por más operativo “no se nada” que haya, tarde o temprano se sabrá por Cholila Online si llevan a juicio a la exmujer y los hijos del millonario, empresario y temido sindicalista Héctor Rubén González.