La tercera jornada de protestas en Colombia contra la violencia policial se vivió anoche con menor intensidad, aunque los manifestantes denunciaron nuevos abusos de los uniformados en Bogotá, y otras ciudades.
Las protestas, que en los últimos tres días dejaron 13 muertos, estallaron en repudio a la muerte del abogado Javier Ordóñez a manos de uniformados, quienes el martes pasado lo sometieron en el suelo a varias descargas con un arma eléctrica Taser para luego rematarlo de un «golpe en la cabeza con un objeto contundente», según el dictamen forense preliminar.
El centro de las nuevas protestas fue Bogotá, donde los manifestantes se enfrentaron al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) en lugares como el Portal Norte, el Centro y Villa Luz, zona en la que trabajaban los dos uniformados involucrados en la muerte de Ordóñez.
Precisamente en Villa Luz prendieron fuego por tercer día consecutivo al Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía, mientras eran reprimidos con gases lacrimógenos.
Sobre las ruinas de varios CAI destruidos en las últimas 48 horas los manifestantes improvisaron «centros culturales» y bibliotecas populares.
Uno de ellos fue en el barrio La Gaitana, en la populosa localidad de Suba, que fue rebautizado como Centro Cultural Yulieth Ramírez, en memoria de una estudiante de psicología de 18 años que, según su familia, murió alcanzada por una bala perdida dado que no participaba de las protestas sino que había salido para encontrarse con una amiga.
La fachada de la estructura fue pintada con el rostro de la joven y con frases de rechazo a la violencia policial, mientras que las personas fueron poniendo un libro sobre el otro sobre una mesa que sobrevivió a la destrucción.
Lo mismo hicieron en el del barrio La Soledad, donde incluso pusieron música a todo volumen y colgaron una foto de Ordóñez con sus dos hijos en una de las paredes de un edificio destruido, incendiado en las noches anteriores.
El comandante encargado de la Policía, el general Gustavo Moreno, pidió perdón a la familia de Ordóñez «en nombre de todos los policías de Colombia».
«Perdón por esas acciones que en este momento son objeto de investigación pero que de acuerdo a lo que se viene manejando, a lo que todos vimos en el video, se constituye en un actuar que no es propio de los policías de Colombia», expresó.
En ese sentido, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, convocó para el domingo a un acto de reconciliación y perdón para «reconstruir la confianza entre todos, respetando los derechos y los deberes de los ciudadanos y las instituciones, para que retomemos el propósito de vivir en una ciudad en paz».
Igualmente calificó lo ocurrido en las últimas 48 horas como una «auténtica masacre de jóvenes» en la ciudad, donde desde el miércoles 72 ciudadanos fueron heridos por armas de fuego.
La dirigente manifestó que «hubo uso indiscriminado de armas por parte de algunos miembros de la Policía Nacional» para controlar las manifestaciones, aunque señaló que «también hubo actos vandálicos».
«Reconocemos la justa indignación y protesta de la ciudadanía, pero también por supuesto hay intereses y actos criminales. No se queman 15 buses de Transmilenio por jóvenes exaltados, ni se incendian ni vandalizan 45 CAI por indignación, sino por manos criminales», aseveró .
Por otro lado, resaltó que se documentaron «119 denuncias de abuso policial en 48 horas», mientras que la cifra en lo que iba del año era de 141.
Las protestas generaron una reacción internacional, con entidades como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Unión Europea (UE) y Amnistía Internacional (AI) haciendo un llamado para que cesen los abusos policiales, señaló Télam.