Chubut

La “cofradía de los ilegales” que maneja la policía de Chubut

Si la Justicia no pone límites enseguida y sigue mirando para otro lado, la policía de Chubut va a terminar de convertirse en “la maldita policía” que nadie quiere y que a todos horroriza. Ya ha salido a la luz los vínculos con el narcotráfico, la trata y la prostitución VIP de uno de sus jefes, se han conocido hechos de corrupción y robo en los que ha habido personal policial involucrado, ya se están registrando detenciones ilegales, se están “armando causas” y en cualquier momento, así como está la provincia, pueden empezar a haber casos de “gatillo fácil”. Ojalá nos equivoquemos.

Esto que para nada pretende ser una crónica alarmista es la triste y preocupante realidad que se está viendo en la provincia. Y no lo dice solamente este portal de noticias, sino que es una constante advertencia que surge también de las redes sociales.

Hoy, con esta policía dirigida por los Gómez y Massoni nadie está a salvo. Y un ejemplo claro y contundente es lo que le pasó al director de Cholila Online, al que pretendieron sacarlo del medio armándole una causa con la complicidad de un fiscal y utilizando a su exmujer para que lo denunciara por delitos que no cometió.

¿Qué pretendían hacer con Darío Fernández “El Tero” Néstor Gómez Ocampo y Paulino Gómez para que no siguiera denunciando sus vinculaciones con el delito? Darío cree que lo hubieran matado si sus hijos no hubiesen estado con él, al momento en que lo detuvieron ilegalmente el domingo pasado a la noche, en la ruta a Gaiman.

Cuando la “maldita policía” logra estar en su pleno apogeo es peligroso denunciar a sus miembros o ser testigo de alguna de sus tropelías. Ellos, los de “la cofradía ilegal”, son capaces de usar hasta los recursos del Estado para destruir a cualquiera que sea capaz de amenazar su impunidad.

La Justicia está a tiempo para evitar que se profundice la crisis en la que está sumergida la policía del Chubut por culpa de Massoni y los Gómez y por eso sus operadores principales tienen que dejar de mirar para otro lado, haciéndose los distraídos.

No puede ser que estos temibles personajes tengan un montón de denuncias en las que se los acusa de graves delitos contra la ciudadanía y el propio Estado y no les hayan abierto todavía ni una causa penal. ¿Quién los está protegiendo desde el Poder Judicial?

Si cualquier habitante de Chubut tuviera solo las tres cuartas partes de las denuncias que les han hecho a ellos, ya estaría preso y bien guardado en la Alcaidía Policial. Esto pone en evidencia la inquietante inequidad que hay en la Justicia, en donde para el ciudadano común hay un castigo inmediato y para los sinvergüenzas que han tomado por asalto el Poder; impunidad.

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