Una de las últimas ocurrencias del ministro de seguridad Federico Massoni y la alta cúpula policial fue sacar a los cadetes de policía o la llamada “fajina” a las calles, a los efectos de cosechar en los jóvenes aspirantes un “roce” con la realidad para ir generando experiencia, pero siempre en compañía de agentes ya graduados y experimentados.
Tal parece ser que esas ideas ahora se fueron al otro extremo, puesto que hace unos cuantos días que las autoridades habrían retirado al personal policial armado de las calles y pareciera que han dejado la seguridad de la ciudad lisa y llanamente, en manos de los jóvenes aspirantes, quienes carecen aún de adiestramiento suficiente para suprimir el delito en caso de que exista y además, el dato mas inquietante: No portan armas reglamentarias ni tampoco “handys” o radiocomunicación para informar sobre un ilícito.
Cabe preguntarnos ¿Cómo pretenden proceder estos aspirantes, ante un ilícito en flagrancia sin armas y además sin equipos de comunicaciones para pedir refuerzos? ¿Dónde están todos los agentes de policía?
Obtuvimos éstas imágenes donde se muestra este miércoles, ante nuestro asombro, a éstos cadetes desarmados, vistiendo chalecos refractarios con buzos de gimnasia y zapatillas deportivas, haciendo turnos de vigilancia en las calles, mientras que al mismo tiempo no hemos hallado ningún rastro de agentes de policía en toda la ciudad, ni siquiera patrulleros…
¿Es ésta la nueva impronta de seguridad provincial impuesta por el ministro Massoni? ¿Los primeros bautismos de fuego de una “nueva policía desarmada”?
A éste paso, usted, vecino trelewense, si lo llegan a asaltar y uno de estos aspirantes se encuentra cerca, probablemente sea testigo de cómo la “nueva policía” de Massoni vence a los delincuentes utilizando el poder de “piedra, papel o tijera”, aunque lo más recomendable para usted sea que corra por su vida lo más lejos que pueda y si es posible, mantener una gran distancia de las comisarias… pues los hechos han probado que el lugar más seguro es lejos de ellas en contra de lo establecido por el imaginario colectivo.
Sería bueno que éstas inquietudes sean aclaradas públicamente por Massoni, pero actualmente el ministro de seguridad se encontraría indisponible a causa de que recientemente se habría contagiado de COVID-19, o por lo menos eso es lo que su gente salió a informar en las redes sociales, pero la realidad es que pocos creen que sea verdad; en efecto, en los pasillos de Fontana 50 se habla de que en realidad la verdadera enfermedad que estaría padeciendo Massoni se llamaría “Ricardo Sastre”…
Las malas lenguas dicen que Massoni piensa curarse del coronavirus cuando Arcioni vuelva de su licencia, pero vaya uno a saber…