“Una ganancia de más de 2,6 millones de pesos durante el año pasado hará que muchas pymes paguen parte de sus ganancias con una tasa superior a la de 25%. Los topes son muy bajos” sostuvo Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina al referirse al proyecto de modificación a la ley de Impuesto a las Ganancias. El industrial afirmó que “hay que incentivar a la empresa formal y combatir la informalidad. De lo contrario, es como cazar en el zoológico.”
Tras considerar que la actividad industrial está aumentando, predijo que “si la macro continúa ordenada y algunas variables se mantienen, ayudará para que sigamos viendo una recuperación para estar un poco arriba o debajo de lo que se perdió en 2020” y advirtió que “la clave es que esta recuperación se sostenga en el tiempo para que no tenga lógica de rebote”.
El representante del sector manufacturero pasó revista a los problemas que afectan a la actividad. Entre ellos, y con relación al giro de divisas al exterior, señaló que “hay una agenda de temas que se están trabajando con el Banco Central y paulatinamente se van solucionando. Queda mucho por destrabar en este sentido para algunas empresas que tienen dificultades con este tema”. También preocupa la suba de tarifas y las regulaciones laborales. A continuación los aspectos salientes de la entrevista concedida a Ámbito.
Periodista: Los indicadores muestran una recuperación en la actividad industrial. ¿En cuánto estima que puede crecer la industria este año?
Miguel Acevedo: Creemos que hasta octubre, si la macro continúa ordenada y algunas variables se mantienen, ayudará para que sigamos viendo una recuperación para estar un poco arriba o debajo de lo que se perdió en 2020. El año pasado la industria había caído 6,3% y durante 2019 otro 6,4%. La clave es que esta recuperación se sostenga en el tiempo para que no tenga lógica de rebote. Tenemos una agenda de temas para transitar la senda del crecimiento.
P.: ¿Cómo evalúa las perspectivas de las exportaciones industriales? En este sentido la UIA ha insistido en la necesidad de aumentar reintegros. ¿Habrá novedades?
M.A.: El contexto del comercio empieza a mostrar indicios de que va a continuar mejorando, venimos de un 2020 en el que las exportaciones MOI cayeron un 30,4%. Por eso es clave que avancemos en la agenda para la promoción de exportaciones con los reintegros, las retenciones, financiamiento y mejora de la competitividad. Estamos ante el desafío de sofisticar nuestro perfil exportador para insertarnos en las cadenas globales de comercio agregando más valor.
bbb El sector formal en nuestro país afronta una presión tributaria muy alta, sumado a que producto de la pandemia, algunas empresas no pueden afrontar esos pagos. Es algo que tenemos que trabajar porque tanto la carga como la superposición tributarias terminan impactando de manera negativa sobre la inversión, que para los próximos años va a ser clave en la recuperación. Además, esa presión termina siendo un elemento que afecta la inserción en los mercados externos como en el mercado interno en lo que refiere a la competencia desleal del sector informal.
P.: El Gobierno envió al Parlamento un proyecto de Ley que modifica el Impuesto a las Ganancias para las empresas. ¿Cuál es su opinión al respecto?
M.A.: Una ganancia de más de 2,6 millones de pesos durante el año pasado hará que muchas pymes paguen parte de sus ganancias con una tasa superior a la de 25%. Los topes son muy bajos. Una empresa que gana menos de 1,3 millones de pesos puede ser tranquilamente una pequeña empresa. Con eso se genera como efecto que se distribuyan más dividendos previamente a los accionistas, en lugar de promover un proceso de inversión. Es malo para el proceso de generación de inversiones del país y se termina perjudicando a las empresas por las consecuencias. Bajar la alícuota de ganancias a personas jurídicas como estaba propuesto es deseable porque eso incentiva las inversiones. Adicionalmente, las empresas grandes tienen que tener incentivos sostenidos en el tiempo para mejorar. Integrar a las pymes a las cadenas de valor, incrementar la productividad es un objetivo ineludible para el país. Hay que incentivar a la empresa formal y combatir la informalidad. De lo contrario, es como cazar en el zoológico.
P.: También la encuesta de la UIA señala que 69% de las empresas tomaría más personal si cambiaran las regulaciones laborales. ¿Hay algún progreso en este sentido?
M.A.: Con respecto a la cuestión laboral, el empleo formal es clave para recuperar la distribución del ingreso. Argentina tuvo muchas dificultades desde 2011 para generar empleo privado formal. Hoy estamos con un esquema de excepcionalidad que no permite transitar el camino de recuperación con mayor fuerza. El empleo se recupera, pero seguimos en un esquema regulatorio de emergencia que hace que esa recuperación sea sobre los que están dispensados, poniéndole incertidumbre a la generación de nuevos puestos de trabajo en este esquema.
P.: ¿Mejoró el acceso al crédito?
M.A.: Hay más liquidez en lo que respecta a capital de trabajo, así como mejoró la cadena de pagos por la reactivación. Eso se evidenció en nuestra última encuesta. La gran asignatura pendiente que tiene el país es el crédito para inversión a largo plazo a tasas competitivas. Aplicar políticas innovadoras en materia financiera en un país con mucho potencial productivo puede ayudar fuertemente a la inversión.
P.: ¿Cómo impactó la suba de las tarifas eléctricas? ¿Qué plantea la UIA al respecto?
M.A.: Hay una preocupación por la suba en las tarifas para industrias de alto consumo energético, que es el segmento que compra directamente a las distribuidoras. Para la industria, esos aumentos deberían darse en un marco de previsibilidad y con escalonamientos. En el contexto de la pandemia, este esquema de aumentos impacta de manera negativa sobre dos cuestiones clave para el país: sostener el mercado interno y la competitividad de las exportaciones frente a nuestros competidores globales.
P.: ¿Qué opinión tiene sobre las mesas de acuerdos de precios y salarios?
M.A.: En este tema, creo que resulta importante la coordinación de expectativas. El fortalecimiento de la previsibilidad macro coadyuvará en este sentido y los actores tendrán un horizonte razonable. Por otro lado, el Consejo Económico y Social debe articular su trabajo en torno de una agenda multisectorial e integral con objetivos concretos, que aborde las prioridades estratégicas como: mejorar el perfil exportador, aumentar la productividad, promover el crecimiento de la formalización de la economía e impulsar el desarrollo regional y territorial, entre otros. Para lograrlo, todas las medidas tienen que estar articuladas de la mejor forma para construir ese horizonte.
P.: ¿Qué problemas se están presentando para el giro de divisas al exterior?
M.A.: Hay una agenda de temas que se están trabajando con el Banco Central y paulatinamente se van solucionando. Queda mucho por destrabar en este sentido para algunas empresas que tienen dificultades con este tema.
P.: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la Argentina?
M.A.: Los dos desafíos más importantes que tiene Argentina son transformar la recuperación en crecimiento y generar previsibilidad macroeconómica. Independientemente del Consejo Económico y Social necesitamos un acuerdo para que Argentina tenga un horizonte de previsibilidad. Obviamente, en este marco, al igual que lo que pasa con los bonos, el riesgo país encarece esa refinanciación.
P.: ¿Es cierto que se están yendo empresas del país? ¿Por qué cree que se van?
M.A.: Respecto a si hay empresas que se están yendo del país, algunas se van por los cambios que produjo en el mundo la pandemia, otras porque venimos con años de crisis y estancamiento. Mirando en perspectiva, si Argentina hace las cosas bien, tiene muchas oportunidades y puede crecer –Vaca Muerta, sector alimentos, celulosa, minería, software e indumentaria–. Si se promueven las inversiones, todos estos sectores productivos y muchos más pueden ponerse en valor. Por eso es clave reconstruir la confianza y la previsibilidad macro para potenciar los muchos activos productivos que tenemos. Argentina necesita crecer para generar empleo de calidad y mejorar el nivel de vida de la población. Una política industrial 4.0 resulta una necesidad ineludible, sumada a una batería de instrumentos bien articulados: tecnología, financiamiento, incentivos tributarios, legislación.
Fuente: Ámbito