Chubut

Récord de visitas en la apertura de Punta Tombo

El ministro de Turismo y Áreas Protegidas de Chubut, Néstor García, aseguró hoy que «la pingüinera de Punta Tombo registra un récord inusual de visitas, que nos obligó a adelantar la apertura de sectores que no teníamos previsto habilitar en esta época».

Para graficar el fenómeno, García explicó a Télam que «en temporada alta teníamos una visita los días pico de 1.000 asistentes, lo que se daba generalmente los fines de semana, cuando ahora tenemos hasta 1.500 los días de mayor presencia, y todos los días no baja de 600 a 700, en cualquier día de la semana».

Punta Tombo está ubicada a 100 kilómetros al sur de Rawson, la capital de Chubut, y es considerada la colonia de pingüinos de magallanes («Spheniscus magellanicus») más numerosa del continente que llega al millón de ejemplares cuando alcanza su plenitud.

La reserva quedó habilitada parcialmente el 15 de septiembre pasado sin mayores expectativas por estos días, teniendo en cuenta que los ejemplares recién están arribando y se está lejos de la llamada «temporada alta».

García reconoció que, «por ejemplo, se habían habilitado los baños de la parte baja porque considerábamos que con eso era suficiente para la cantidad de visitantes que se estimaban, pero es tal el aumento de las visitas que nos vemos obligados a habilitar los baños del centro de interpretación y abrir todo desde este viernes».

La actividad en la reserva por estos días está marcada por el proceso de nidificación, con la llegada de los machos que buscan el nido que ocuparon en la temporada anterior en medio de disputas con los ejemplares más jóvenes que pretenden desplazar a los «dueños» del nido. Los pingüinos machos llegan «por mangas» a la reserva y esperar a las hembras con quienes iniciarán la etapa de apareamiento, incubación y adiestramiento de las nuevas generaciones.

La reserva tiene una superficie de 210 hectáreas y comenzará a recibir a las hembras que comenzarán en pocas semanas a poner dos huevos y tras 40 días de incubación compartida con el macho, vigilarán el nacimiento.

Los pichones nacen cubiertos de un plumón gris oscuro que en febrero lo mudan por un plumaje juvenil que les permitirá realizar sus primeras incursiones en el mar para buscar su propio alimento a la espera de adquirir el plumaje adulto que obtendrán -si sobreviven a las duras condiciones- recién el año que viene.

«Creo que nos eligen porque tenemos un turismo que se basa en los lugares naturales y reservas de fauna que se observan al aire libre, lo cual se valora mucho más en tiempos de pandemia donde se suele escapar a los lugares cerrados», concluyó.

Fuente: ADN Sur

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