Chubut

Hombre fue denunciado falsamente por su ex -pareja y ya hace 1 año que no le dejan ver a su hijo

Su nombre es Francisco Lasspin, tiene 30 años y es oriundo de Comodoro Rivadavia, su caso personal lo llevó a formar parte de la organización sin fines de lucro “Infancia Compartida” desde noviembre del 2021, Cholila Online se acercó a él y nos contó su historia.

En el pasado se dedicaba a la seguridad privada, pero nuevos propietarios de la empresa para la cual trabajaba tomaron el timón y renovaron completamente el personal, dejando a Francisco desocupado y sin otra opción que convertirse en un trabajador informal de mantenimiento.

Es en 2017 cuando, luego de conflictos personales que se mantuvieron con la familia de su ex – pareja, se entera con sorpresa y circunstancialmente a través de un viejo colega, que aquella lo había denunciado por violencia de género el 8 de octubre de ese año. No fue notificado y lo más llamativo es que el mismo día que lo denunció volvió al domicilio en el que convivían comportándose naturalmente, “El mismo día que me denunció volvió como si nada a casa de mi mamá, que es donde vivíamos juntos, y a los 10 días se fue” nos dijo Francisco.

A partir de allí, el desarrollo de un verdadero calvario… el hecho de estar desocupado, la denuncia falsa de violencia de género más una prohibición de acercamiento de tres meses que logró su ex – mujer, fueron excusas perfectas para impedirle a Francisco tener contacto con su hijo.

Desde el día 8 de diciembre del 2020 que su ex – pareja no le deja ver al hijo y nos explica que teme ir a verlo puesto a que no sabe con qué otra cosa le podría llegar a salir su ex – mujer, sabiendo que ésta fue capaz de inventar una denuncia penal falsa.

Nos contó que además de sufrir injustamente el distanciamiento de su hijo, también tuvo que padecer el duelo por el fallecimiento de su padre y el de su querida mascota, cúmulo de cosas que lo llevaron a un estado de ánimo devastador.

Acudió 27 veces a la defensoría pública en búsqueda de un letrado que lo represente, debido a que los escasos ingresos con los que contaba le impedían costearse un abogado privado.

Una vez allí, fueron puras vueltas, hasta que le asignaron dos abogadas estatales, que según lo que nos contó, una hacía menos que la otra e incluso fracasó una audiencia civil con la madre de su hijo, puesto a que las abogadas de Francisco, por increíble que parezca, “se olvidaron de citarla”.

Todo tuvo sentido cuando las letradas le llegaron a decir: “Jodete… estamos cansadas de papás machistas y nosotras como mujeres les vamos a hacer la vida imposible, los papás que no se hagan mucho los inocentes, porque las mamás no aguantan, en cambio los papás sí”, Francisco tiene la grabación de esta charla en su computadora.

A juzgar por el relato, evidentemente Francisco fue asesorado, por desgracia, por abogadas feministas que terminaron complicándole aún más las cosas.

Tiempo después, Francisco ya con nuevo abogado, pudo llevar a cabo una mediación con su ex – pareja, pero aquí sucedió algo muy extraño; Francisco nos contó que ella se quiebra en llanto en medio de la mediación, pidiéndole perdón y que ve como el abogado de su ex – mujer, desesperado, intentaba callarla, al parecer porque lo que decía su clienta derrumbaba sus estrategias legales, algo insólito, visto sólo en películas.

 Apremios ilegales

El 17 de diciembre del 2020 por la tarde, tuvo un accidente vial en bicicleta, un rodado lo embiste y afortunadamente no tuvo lesiones de consideración. Pero ni bien llegó la policía al lugar, lo identificaron y se percataron, a través de la aplicación APK que los efectivos tienen en sus celulares, de que Francisco tenía una denuncia por violencia de género. Por lo tanto, lo empujaron contra una pared violentamente, lo revisaron, lo esposaron, y se lo llevaron demorado a la comisaría de esa jurisdicción.

La dependencia policial a la que lo trasladaron fue la comisaría quinta, ubicada entre las calles Lisandro de la Torre y Avenida Patricios de Comodoro Rivadavia. Según el relato de Francisco, lo que sucedió allí fue increíble: lo sujetaron entre uniformados y uno de ellos, un tal Fernando González, lo golpeó reiteradas veces en los riñones, en pleno acceso a la sede policial y en frente de civiles que se encontraban allí por trámites personales.

Posteriormente se lo llevaron hasta una habitación ya en el interior de la comisaria, y lo comenzaron a golpear entre varios efectivos.

Después de tenerlo alrededor de una hora esposado en una silla, los policías, luego de realizar averiguaciones, descubrieron que la denuncia por violencia de género con la que cargaba fue desestimada por falta de pruebas hacía tiempo. Es entonces cuando deciden soltarlo.

Demás está decir, que el accionar de los policías fue completamente ilícito, habiendo incurrido en apremios ilegales y posiblemente hasta en privación ilegítima de la libertad.

Cabe recordar, que la época en la que sucedieron los hechos que describe Francisco, consistió en la más cruenta si nos referimos a casos de brutalidad policial en plena pandemia, con la institución comandada plenamente por nefastos personajes como el ex – jefe Miguel Gómez, el ex – subjefe Néstor “el tero” Gómez Ocampo y el ex – ministro de Seguridad Federico Massoni.

Francisco nos dijo que toda esa situación hasta fue filmada por una agente policial de nombre Judith, de quién nos pasó el número de teléfono.

Nuestro entrevistado nos cuenta que se abstuvo de demandar penalmente a los policías porque lo único que se le pasaba por la cabeza era llegar al egreso de jardín de su hijo, que estaba transcurriendo en esos momentos.

“Luego de alrededor de 2 horas detenido, me llaman para firmar un papel a través del cual dejaba constancia que estaba de acuerdo con el procedimiento y de que recibí todas las pertenencias… yo lo firmé y me olvidé de todo para ir a ver a mi hijo que estaba egresando del jardín y estaba esperándome para sacarse una foto conmigo… ”, nos explicó Francisco.

Agregó: “Cuando me estaban por largar, me quejé con uno de los efectivos policiales por lo que había pasado y me dio la razón diciéndome – ¿sabés lo que pasa? Que éste es un hijo de puta, un perro atado con una cadena, lo toreás y piensa que todo el mundo lo está toreando…- haciendo referencia a su compañero”.

 Su llegada a “Infancia Compartida”

 “Al tiempo que se fue la madre de mi hijo entré a la iglesia, y allí me contuvieron un par de mentores que me han ayudado en todos estos cuatro años, en un folleto que me mostró uno de ellos vi escrito –infancia compartida- y me interioricé en esa organización y así fue como entré finalmente el año pasado a fines de noviembre” nos cuenta Francisco.

Nos asegura que ni bien ingresó a la organización tuvo conocimiento de casos que lo alarmaron. Uno de ellos, el caso de uno de los integrantes (de quien se reservó la identidad) de “Infancia Compartida”, que sufre violencia doméstica de su propia mujer, y que cuando se acercó a denunciarlo a la comisaría quinta (la misma dependencia policial en la que golpearon a Francisco), los efectivos lisa y llanamente se le rieron en la cara.

Insistió en que proliferan cada vez más los casos en que la mujer denuncia sin pruebas y a pesar de la carencia de fundamentos, “por las dudas se les cree igual”, algo realmente muy peligroso.

Denunció también que muchos magistrados, abogados y demás miembros del poder judicial se refieren despectivamente a la agrupación de “Infancia Compartida” como “grupito de problemáticos”, denotando claramente una postura que puede llegar a perjudicar a cualquier integrante de la organización que recurra a la justicia para este tipo de casos.

“De 55 familias de la organización que se mantienen en la espera de que la justicia los escuche, solo en 4 casos ha habido respuesta favorable” aseguró.

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