Federico Massoni, el fracasado ex – candidato a senador y pronto también fracasado ex – candidato a intendente, salió a balbucear hace unos días en los medios hegemónicos, por la inseguridad en la ciudad de Trelew en virtud de la creciente ola de delitos perpetrada por la famosa banda de la Fiat Toro blanca, entre otros hechos.
No podía faltar que salga, en pleno año político, este personaje deplorable a opinar como si hubiera cumplido grandes desafíos mientras se encontraba en el ala de seguridad de la provincia, cuando en lo único que se esmeró fue en gastar los recursos del estado en acomodar mujeres en su ministerio (Guillermina Gelvez, la «conejita» Evelin y su secretaria fitness «Maca» Bonavide), en hacer campaña política con la Policía, hacer política con la muerte de un joven a manos de un asesino al volante (caso Ronald Guerra) y a utilizar a sus propias empleadas del ministerio para su campaña política para senador.
Pero sin dudas, un hecho para recordar del erudito en seguridad Federico Massoni, fue cuando le “robaron” en su propio ministerio, nada más y nada menos que en un edificio de inteligencia criminal, la denominada “Base Belgrano”, que queda justamente en frente de la Casa de Gobierno, sobre la calle Belgrano 776 con la antigua leyenda olvidada en sus puertas que rezaban “Ministerio de Coordinación de Gobierno”.
En ese lugar funcionaba la Subsecretaría de Seguridad Informática e Inteligencia Criminal (al mando de su mano derecha Federico Pérez Mariani), Departamento de Análisis Criminal, la Dirección General de Prevención del Delito, Asuntos Internos (al mando del Comisario Cesar Bartels) y la Dirección de Centros de Monitoreo y Detención; para que más o menos se den una idea de la envergadura que representaba ese edificio para el Ministerio de Seguridad de Massoni.
Individuos “desconocidos” barretearon la central de inteligencia de Massoni durante una madrugada de diciembre del 2020 (el hecho se difundió el 31 de diciembre), ingresaron y se habrían llevado valiosa información del lugar.
Así quedó la puerta de ingreso al edificio
Fachada de la “Base Belgrano”
Massoni al hablar de la gestión de Castro se ufana de las cámaras de seguridad, pero la realidad es que no había lugar más protegido en toda Rawson que la Base Belgrano. Esas cámaras de Seguridad que tanto menciona estaban todas presentes apuntando a ese edificio y alrededores de Fontana 50, y para el colmo, las imágenes que transmiten esas cámaras se visualizan directamente en el despacho del mismo Massoni.
El ministro tenía una gran obsesión por observar todo, tan así que instaló en su despacho monitores que visualizaban todo lo que ocurría alrededor de casa de gobierno.
Lejos de resolverse el halo de misterio que rodeaba el hecho, las cosas a medida que vamos investigando se oscurecen, pues en aquella ocasión Massoni se habría negado a que la Policía investigue el hecho, reservándose la dilucidación del caso de manera exclusiva al Ministerio de Seguridad, por lo tanto no se habría realizado la denuncia formal del hecho y como consecuencia jamás se sabrá qué fue lo que realmente ocurrió.
¿Así será el futuro que les depara a los trelewenses si lo votan para intendente? No creemos que sea recomendable seguir los consejos de un pastor que no puede cuidar a su propio rebaño. Si a Massoni le entraban a robar en su propio ministerio no nos imaginamos lo que puede llegar a pasar en una gestión al frente del municipio.
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