La inflación propone al dólar estadounidense como refugio obligado ya que persiste el deterioro de la moneda argentina, cuyo valor ya es menos que insignificante,arrastrando un proceso que comenzó, en forma progresiva, en 2004, y desde la emisión extraordinaria de pesos durante la cuarentena ridícula de la Argentina, alcanza niveles escandalosos. El tema ha llegado a una paritaria, y no será la única, señala U24.
La pregunta es: ¿Cómo protegerse de la pérdida de ingresos que provoca una estampida de precios de 3 dígitos anuales o casi 3 dígitos anuales? El dólar es el refugio. ¿Puede ingresar el dólar a las convenciones colectivas de trabajo? Hasta ahora no había sucedido pero acaba de ocurrir.
La Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca –AACPyPP–, con Personería Gremial Nº 1.442, informó a los Capitanes y Oficiales de Pesca que se desempeñan a bordo de buques pesqueros congeladores de las empresas representadas por la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) o por la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), tomó la delantera en la negociación.
¿En qué consiste? En acordar que la liquidación de haberes que afecta los mencionados Convenios Colectivos de Trabajo, se realizará considerando como base mínima el tipo de cambio establecido por el Decreto 194/2023 ‘Programa de Incremento Exportador’, que estableció US$ 1 = $ 300.
Esto quiere decir que habrá un Dólar Pesca, que definirá esta negociación colectiva. Cabe preguntarse si otras actividades, también de commodities, atarán las paritarias al tipo de cambio vigente para el sector. Si fuese así, podría existir para UATRE o un ‘Dólar Vacuno’ o un ‘Dólar Soja’. Los aceiteros otro tanto, etc. etc.
Esta dispersión salarial es consecuencia de la dispersión cambiaria (dólar múltiples) pero también de la pérdida del peso como unidad de cuenta de la economía argentina, e instala la dolarización como un acontecimiento que le concede más certeza a los asalariados, en detrimento del cuestionamiento que realizan los economistas y políticos, con la excepción de Javier Milei.