Las primeras informaciones de reporteros que visitaron kibutz israelíes atacados por Hamás, citando a militares israelíes, han sido oficialmente confirmadas por el Gobierno de Israel: se encontraron cuerpos de bebés decapitados y calcinados por terroristas de Hamás.
A través de las redes sociales, la oficina del primer ministro israelí ha difundido la información así como fotos de bebés calcinados a manos de Hamás, después que desde ciertos sectores se pusieran en duda las primeras informaciones. Además, un alto mando de los equipos sanitarios del Ejército israelí aseguró este jueves que él mismo «halló a un bebé con la cabeza cortada» entre las más de 100 personas asesinadas en el kibutz Beeri, al lado de la Franja, informaciones que se suman a lo que afirmó una periodista desde el kibutz de Kfar Aza, donde habló de 40 bebés asesinados, parte de ellos decapitados.
Miembros de dicho equipo sanitario hallaron a más niños decapitados, agregó la fuente, el coronel en la reserva Golán Vach, jefe de la Unidad Nacional de Rescate en el Comando del Frente Interno del Ejército. «No creo que un bebé con la cabeza cortada sea un accidente, un misil no hace esto», dijo Vach.
En su opinión, «terrorismo significa que una persona entra en casa de gente inocente, matan a la madre y le cortan la cabeza al bebé», una escena que se encontró su unidad estos días.
Asimismo, esta tarde, en una publicación por la red social X (antes Twitter) con imágenes explícitas, la oficina de Netanyahu mostró fotografías del cuerpo de un bebé ensangrentado, así como otras dos imágenes con varios cuerpos de bebés calcinados.
Según aseguró, son «fotografías horripilantes de bebés asesinados y quemados por los monstruos de Hamás», un grupo que «es inhumano» y «como el Estado Islámico».
Un miembro de los equipos de emergencia ZAKA, que se encarga de la recuperación de cadáveres, dijo a EFE que «no tiene números, pero que hay muchos casos» de niños muertos en lugares como kibutz Beeri, la comunidad israelí donde hubo la mayor masacre de civiles estos días.
«Yo mismo tomé cuerpos de bebés de un mes, dos meses, de niños quemados, de niños que cuando los tomé de las manos aún estaban ardiendo». A su vez, agregó que conocía casos de «personas que fueron torturadas, violadas y quemadas vivas».
El jefe de ZAKA en el área sur de Israel, Yossi Landau, contó que halló «una señora embarazada en el suelo» de su casa, con «el estómago totalmente abierto, un feto conectado al cordón umbilical, apuñalado con un cuchillo, y la madre con un disparo en la cabeza».