El incendio desatado el pasado 25 de enero en el Parque Nacional Los Alerces sigue descontrolado y ya ha quemado más de 6.700 hectáreas.
Entre esa gran cantidad de tierras afectadas por las voraces llamas se encuentra el campo donde vive Nazario Mendoza, de 65 años. «El fuego mermó un montón con la lluvia, pero no podemos decir que está apagado. Yo perdí el 80% de mi campo», expresó con angustia Nazario al hablar con Radio 3.
El poblador contó además que en el establecimiento tenía ovejas y vacas, y que además se dedicaban a la siembra junto a su familia compuesta por su mujer y sus tres hijos. «Hay animales que se han salvado, pero otros se han perdido. Nos trajeron alimento para ellos, pero lamentablemente no nos alcanza», lamentó.
«Hay que trabajar mucho para recuperar todo lo que se quemó, porque no quedó nada», comentó el lugareño, quien reconoció que su familia se auto-evacuó hace tres días al ver que el fuego se acercaba a la estancia.
En la misma línea, relató que «las llamas pasaron a 100 metros de la casa, pero por suerte el viento lo tiró hacia otro lado».
«Ahora hace tres días que estamos sin luz y da tristeza ver todo quemado. Espero que caigan los que se mandaron la macana», aseguró.
Para finalizar, Mendoza reconoció que necesita ayuda para conseguir alambre, varillas y herramientas para poder recuperar parte de lo quemado: «acá tengo toda una vida, habrá que ponerle el pecho a la balas y seguir luchando. Mientras pueda y tenga los brazos sanos seguiré luchando».