En la Argentina, el profiláctico aparece en sólo el 17% de las relaciones sexuales: hace diez años, llegaba al 37%.
La situación preocupa: en la Argentina, sólo el 17% de las relaciones sexuales entre jóvenes se realiza con preservativo. Esto implica que ocho de cada diez prescinden de este método anticonceptivo y de cuidado de la salud sexual. Estas cifras suponen un descenso drástico respecto al 37% registrado hace diez años y refleja una tendencia alarmante a nivel global. La falta de uso del profiláctico alarma por sí mismo, pero, además, coincide con el pico histórico de contagios de sífilis en el país, que afecta especialmente a los jóvenes.
Las estadísticas provienen de la organización sin fines de lucro AHF Argentina (filial local de la institución global AIDS Healthcare Foundation), que realizó entre 2020 y 2021 una encuesta a 6.814 adolescentes y jóvenes. Los resultados arrojaron que el 17% utilizaba preservativo «siempre» en sus relaciones sexuales. El resto dijo «algunas veces» o «nunca».
El empleo cada vez menor del preservativo entre las nuevas generaciones se está generalizando en los distintos países, según la Organización Mundial de la Salud. En la Argentina, la caída está relacionada con deficiencias en la educación sexual integral y las dificultades de acceso a métodos anticonceptivos. Esto ocurre pese a que los gobiernos y las obras sociales están obligados a proporcionar preservativos de forma gratuita y sin restricciones.
Casi el 40% más de casos de sífilis
El incremento de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en la Argentina corre en paralelo a la disminución del empleo del preservativo. Según el Boletín Epidemiológico Nacional, en 2024 casi 20 mil personas de entre 20 y 29 años fueron diagnosticadas con ETS.
Además, los contagios de sífilis aumentaron más del 40% en los últimos años, alcanzando cifras récord en 2023. Los datos oficiales indican que los principales afectados son los jóvenes de entre 15 y 34 años.
El preservativo es crucial para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH, la sífilis y la gonorrea, y, también, para evitar embarazos no deseados. Según la OMS, el 98% de las nuevas infecciones de VIH se deben a relaciones sexuales sin protección. Usar correctamente y de manera constante el profiláctico puede reducir significativamente estos riesgos.