El TJUE ratifica la decisión de la Comisión Europea al considerar que la exención aplicada por Dublín era una ayuda de Estado ilegal.
Bruselas ha ganado la gran batalla de 14.000 millones contra Apple e Irlanda por unos acuerdos fiscales que permitían al gigante tecnológico pagar poquísimos impuestos en Europa. El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha dado la razón a la Comisión Europea y obliga, definitivamente, a la empresa tecnológica a devolver al fisco irlandés los 13.000 millones en impuestos más unos 1.000 millones en intereses, cantidad esta última que determinará Dublín. Con este fallo, Margrethe Vestager, quien ha sido máxima responsable de Competencia en la UE desde 2014 y cuyo mandato acaba en pocos meses, se anota una gran victoria en la pelea que su departamento ha mantenido contra los pactos tributarios en los Estados miembros (principalmente Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo e Irlanda) en los que las multinacionales pagan pocos impuestos a cambio de instalar sus sedes principales o europeas en su territorio.
El resultado de esta guerra, cuyos expedientes se abrieron con Joaquín Almunia al frente de la poderosa cartera de Competencia (2009-2014), ha sido desigual. Las decisiones que adoptó Vestager en 2015 y 2016 han corrido suerte dispar en los tribunales: perdió en el caso de Países Bajos y Starbucks en el que reclamaba el pago 20 millones y en el de Luxemburgo y Fiat o Amazon, que ascendían a 30 millones y 250 millones, respectivamente; en cambio, venció en el de Bélgica que permitió beneficiarse a 55 multinacionales (BP y Anbev, entre ellas), por el que exigía 550 millones. Pero este martes, la danesa estaba exultante, sin matices: “Es una gran victoria para los ciudadanos europeos y la justicia fiscal”.