La concejal de «Despierta Trelew», Claudia Monají, promueve un proyecto de ordenanza que viene a regular la creación de los denominados «barrios cerrados» y «clubes de campo» dentro del ejido municipal, que deberán ajustarse a una serie de normas.
El texto resalta que los conjuntos inmobiliarios, definidos por el artículo 2073 del Código Civil y Comercial, incluyen barrios cerrados, clubes de campo y otros desarrollos urbanísticos con usos mixtos.
Asimismo, el proyecto reconoce que los conjuntos inmobiliarios constituyen una nueva forma de urbanización que debe ser regulada a través de normas claras y específicas. De hecho, entre sus objetivos principales se encuentran:
- Fomentar la inversión: La regulación busca atraer capitales para desarrollar proyectos inmobiliarios que generen empleo y dinamicen la economía local.
- Ordenar el crecimiento urbano: Establecer límites claros para evitar la expansión descontrolada y proteger los recursos naturales de la región.
- Mejorar la calidad de vida: Los desarrollos planificados ofrecerán servicios y espacios comunes que fomenten la convivencia y el bienestar.
- Adaptarse a tendencias actuales: Atender la creciente demanda por comunidades cerradas, tanto para residencia permanente como para usos turísticos.
Qué regula la norma en los «barrios cerrados» y «clubes de campo» en Trelew
El proyecto establece que los barrios cerrados y clubes de campo podrán desarrollarse en una superficie máxima de 16 hectáreas, equivalentes a 160.000 metros cuadrados. Asimismo, deberán cumplir con las normativas locales en cuanto a dimensiones, usos permitidos y configuraciones específicas, asegurando siempre que se mantenga la armonía urbana y se garantice la conectividad vial del área.
De hecho, clasifica los conjuntos inmobiliarios en dos categorías principales:
- Barrios cerrados: Cada unidad funcional contará con una superficie mínima de 700 m² y deberá incluir calles internas de doble mano con un ancho mínimo de 16 metros.
- Clubes de campo: Estas unidades tendrán una superficie mínima de 2.000 m² y calles internas similares a los barrios cerrados, aunque con características adaptadas a las necesidades específicas de estos espacios.
El impacto ambiental de los «barrios cerrados» y «clubes de campo» en Trelew
El proyecto resalta la importancia de proteger el entorno natural y garantizar un desarrollo sostenible. De hecho, entre las disposiciones ambientales destacan:
- Protección de cuencas y cursos de agua: Se prohíbe su alteración, y los desarrolladores deberán mantenerlos a cielo abierto y respetar franjas no edificables a ambos lados.
- Evitar inundaciones: No se permitirá construir en zonas inundables sin realizar obras que mitiguen los riesgos.
- Espacios verdes obligatorios: Los proyectos deberán destinar al menos el 6% de la superficie a áreas no edificables dentro del perímetro del conjunto inmobiliario.
Cómo sería la infraestructura y servicios
La normativa establece que los responsables de los conjuntos inmobiliarios deberán garantizar la provisión de servicios básicos, como agua potable, electricidad, gas, telecomunicaciones y recolección de residuos. Estas tareas quedarán a cargo de los administradores de los desarrollos, liberando al municipio de responsabilidades operativas dentro de los límites de los barrios cerrados o clubes de campo.
Asimismo, las calles internas deberán contar con pavimento o materiales que garanticen su transitabilidad en cualquier circunstancia, y los tendidos eléctricos y de telecomunicaciones deberán ser subterráneos para preservar el paisaje.
Intereses públicos y privados
Una de las condiciones más destacadas es la obligatoriedad de ceder al municipio el 15% de las tierras del proyecto. Este porcentaje se dividirá en un 6% para reservas fiscales y un 9% para espacios verdes fuera del perímetro privado.
Además, los desarrolladores estarán obligados a asignar un porcentaje adicional de tierra dentro del emprendimiento para asegurar un ambiente equilibrado, lo que contribuye tanto al bienestar de los habitantes como al interés público.
Requisitos y plazos
El trámite para la aprobación de los conjuntos inmobiliarios se dividirá en dos etapas:
- Prefactibilidad: Implica la presentación de un anteproyecto que contemple estudios de impacto ambiental, ubicación y diseño preliminar.
- Factibilidad: Incluye la aprobación definitiva del plano de mensura, proyectos de infraestructura y compromiso notarial para iniciar las obras.
El plazo para iniciar las construcciones es de 180 días desde la obtención de la factibilidad, y las obras deberán completarse en un máximo de 24 meses.
El proyecto prevé que las urbanizaciones preexistentes se adecuen gradualmente a los lineamientos establecidos, garantizando así un proceso de transición ordenado hacia estándares más modernos.