Parlamento Patagónico. A pesar de haber sido el primer cuerpo legislativo regional de la Argentina y de haber tenido una actividad relativamente estable a lo largo de los años, hoy el Parlamento Patagónico está paralizado. Se trata de un organismo supranacional conformado por legisladores de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego que se creó en 1996 con el objetivo de promover el desarrollo económico y social del territorio patagónico.
El organismo tiene una presidencia rotativa que, en la actualidad, está en manos de Santa Cruz. Hasta junio de 2024, la titular del Parlamento Patagónico era Iris Rasgido, la ex legisladora y ex titular del bloque Por Santa Cruz, quien renunció a su banca para asumir en el Consejo Provincial de Educación. Desde entonces, no se designaron autoridades.
Hugo Prieto es abogado constitucionalista, fue constituyente en el ‘94 y trabajó en el impulso de la creación de las regiones. “El Parlamento nació con la idea de tener una representación plural de las distintas Legislaturas. Este tipo de mecanismos de intercambio de ideas políticas son saludables para la vida democrática. Sobre todo en una región, como la Patagonia, que tiene características e intereses comunes y un extenso territorio. Debatir, aunar políticas y deliberar es muy positivo así que, si está en el freezer, ojalá que pronto se lo saque porque son tiempos en los que hacen falta mecanismos de diálogo y no solo de confrontación”, dijo a ADNSUR.
Qué es el Parlamento Patagónico
El Parlamento Patagónico no está facultado para dictar leyes ni reemplaza al Poder Legislativo de cada provincia. Sin embargo, su relevancia puede ser entendida en dos sentidos: por un lado, permite que los grandes temas se discutan a nivel regional y, por el otro, habilita un espacio de “rosca” más allá de los límites de cada distrito.
No existe un edificio u oficina del Parlamento Patagónico y sus miembros no cobran una dieta por formar parte. En cada Legislatura de la Patagonia existe una comisión especial cuyos miembros se eligen para representar a la provincia en este organismo.
Y, así como su presidencia es rotativa, las ciudades donde se deben reunir una vez por año también cambian. Sin embargo, a lo largo de la historia, en más de una oportunidad se decidió que el lugar de encuentro sea la Ciudad de Buenos Aires. La razón radica en uno de los grandes temas de discusión de la región: los problemas de conectividad.
La región se constituyó de manera formal en 1996 con la firma del Tratado Fundacional de la Región de la Patagonia. Su nacimiento se inscribe en la reforma constitucional del ‘94 y en el artículo 124, que estableció: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines”.
“Este organismo se inscribe en una lógica tripartita. Se creó un órgano Ejecutivo, en el que se reúnen los gobernadores; otro Legislativo, que es el Parlamento Patagónico; y otro el Judicial, donde confluyen las cortes supremas de las provincias de la región. La idea es plantear que hay temáticas que van más allá de los límites formales y que afectan a más de un territorio. Por ejemplo, las cuestiones ambientales, económicas o las cuencas mineras que se explotan están en más de una provincia”, explicó a ADNSUR Jimena Pesquero Bordón, doctora en Ciencias Sociales y becaria en el Conicet y en la Universidad de Río Negro.
Un Parlamento sin actividad
En diálogo con ADNSUR, la legisladora neuquina por Unión por la Patria, Lorena Parrilli habló de la relevancia de este organismo -del que forma parte como secretaria por la comisión de su provincia- y destacó que, en la pandemia, se logró que las resoluciones y los pronunciamientos no requieran ser aprobados por unanimidad.
“Ahora con la simple mayoría alcanza. Eso fue importante porque se trata de un órgano que está integrado por legisladores de distintos bloques políticos y por eso siempre hay diferencias”, dijo.
Y agregó: “El Parlamento pasó de ser un lugar de deliberación y reflexión a que se puedan hacer verdaderos pronunciamientos. Es importante como institución. De hecho, en mayo de 2024 logramos aprobar en la sesión virtual el repudio al primer decreto de Milei, el 70/23”. Según Lorena, el cambio en el reglamento de votación le otorgó al organismo un nuevo volúmen político.
Sin embargo, después de aquel encuentro no hubo otros. Existió una intención de hacer otra convocatoria en Neuquén, pero no prosperó por falta de recursos. Según los legisladores consultados, el Parlamento no tiene un presupuesto propio, sino que su funcionamiento depende de los aportes de cada Legislatura.
José Luis Berros, legislador de Vamos con Todos de Río Negro y secretario de la comisión del Parlamento Patagónico de la Legislatura rionegrina, dice que la paralización responde a una decisión política.
El Parlamento, además, es un espacio de “rosca”, ya que permite que los legisladores se puedan encontrar con sus pares de otras provincias. En los momentos políticos de mayor actividad, puede convertirse en un puente para llegar a la primera línea del Gobierno, algo no tan habitual para dirigentes provinciales. En mayo de 2022, por ejemplo, el expresidente Alberto Fernández recibió a sus miembros en el Salón de la Ciencia en Casa Rosada y hasta se comprometió a formar parte de la sesión que estaba programada para agosto en Chubut.