Donald Trump y los gravámenes. El mandatario republicano detalló que los gravámenes que impondrá Estados Unidos serán inferiores a los que algunas de esas naciones aplican a los productos estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que será «benévolo» con los aranceles que planea imponer en los primeros días de abril, según publicó Canal 26.
«Seremos muy benévolos en comparación con lo que hacen otros países», declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
El mandatario reiteró su promesa de que el miércoles, jornada que bautizó como el «Día de la Liberación«, impondrá aranceles «recíprocos» a aquellos países que, según Washington, mantienen barreras comerciales contra los productos y servicios estadounidenses, una medida que podría afectar especialmente a la Unión Europea (UE).
No obstante, matizó que los gravámenes que impondrá Estados Unidos serán inferiores a los que algunas de esas naciones aplican a los productos estadounidenses.
«Los números serán más bajos que los que nos cobraron y, en algunos casos, quizá sustancialmente más bajos. En cierto modo, quizás, tenemos una obligación con el mundo, así que seremos muy amables, relativamente hablando, seremos muy generosos«, apuntó el republicano.
Además, Trump aseguró que no le preocupa que los aranceles acerquen a algunos aliados de Washington a Pekín, pese a que justo el domingo Japón, Corea del Sur y China anunciaron planes para fortalecer su cooperación en favor del libre comercio en respuesta a los gravámenes estadounidenses.
El anuncio de la nueva tanda de aranceles por parte de Trump
Hasta el momento, la Casa Blanca no precisó cómo se aplicarán los aranceles ni ofreció detalles sobre qué países se verán afectados o si la UE será considerada como un bloque o los países serán golpeados con gravámenes de forma individual.
Este martes, 1 de abril, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, presentará a Trump un informe en el que se detallan las barreras comerciales y fiscales (como el IVA europeo) que otras naciones imponen a los productos estadounidenses.
Con base en ese análisis, Washington pretende fijar aranceles sobre bienes y servicios extranjeros en un nivel similar al que enfrentan los productos estadounidenses en esos mercados. Asimismo, el miércoles está previsto que entren en vigor aranceles del 25% sobre todos los automóviles importados a Estados Unidos.
La reunión de Trump con el «Big Three» automotriz de Estados Unidos
Justo este lunes, según explicó Trump a la prensa, se reunió con John Elkann, presidente de Stellantis, empresa que forma parte del grupo conocido como los «Big Three«, que integra a los tres mayores fabricantes de automóviles de Estados Unidos: Ford, General Motors (GM) y la propia Stellantis.
Esas tres compañías presionaron al presidente para que retrasara un mes, hasta el miércoles, la entrada en vigor de los aranceles al sector automotriz. El mandatario no aclaró si Elkann le pidió una nueva prórroga, y Stellantis no ofreció información al respecto.
La Casa Blanca sostiene que los aranceles a la industria automotriz fomentarán la manufactura nacional, aunque también podrían provocar un aumento de precios para los consumidores y perjudicar a los grandes fabricantes del país, que dependen de cadenas de suministro globales.
En este contexto y, para intentar mitigar ese impacto, el magnate republicano decidió que las piezas de automóviles fabricadas en México y Canadá estén exentas temporalmente del arancel del 25%.