El Niño. El fenómeno, actualmente en fase activa, impactará las condiciones meteorológicas en el sur del país durante los próximos meses. El Servicio Meteorológico Nacional prevé una estación otoñal con lluvias por debajo del promedio en sectores clave.
Con la llegada del otoño, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ya confirmó que el fenómeno de El Niño seguirá influyendo en las condiciones climáticas de Argentina durante el trimestre abril-junio, según publicó Canal 26.
En la región patagónica, particularmente en las provincia de Neuquén y Río Negro, se anticipa una estación marcada por la escasez de precipitaciones, especialmente en las zonas cordilleranas y del interior.
¿Qué es el ENOS y por qué importa en el pronóstico?
El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es una interacción entre el océano y la atmósfera que influye directamente en el clima a nivel mundial. Su importancia radica en su capacidad para alterar los patrones de lluvias, temperatura y circulación atmosférica a gran escala.
En Argentina, estos efectos pueden significar sequías en algunas regiones y lluvias intensas en otras, razón por la cual su monitoreo constante resulta clave para la planificación agrícola, energética y ambiental. El actual episodio de El Niño mostró características moderadas y se espera que continúe activo al menos durante el otoño.
Según el pronóstico estacional emitido por el SMN, en el oeste y sur de la Patagonia, áreas que incluyen buena parte de Neuquén y las zonas cordilleranas de Río Negro, se espera que las lluvias estén por debajo de los niveles históricos. En tanto, para la franja atlántica de Río Negro, el informe prevé un comportamiento normal o incluso inferior al promedio.
Los modelos utilizados para elaborar el pronóstico contemplan tanto herramientas estadísticas como simulaciones de circulación atmosférica global. En condiciones neutras del ENOS, las probabilidades se distribuyen equitativamente entre las tres categorías climáticas posibles (precipitaciones normales, superiores o inferiores).
Sin embargo, la presencia de El Niño introduce un sesgo que, en el caso de la Patagonia, refuerza la posibilidad de un período más seco de lo habitual.
En paralelo, en la región de Cuyo, especialmente en el oeste de San Juan, también se proyecta un otoño seco, confirmando un patrón regional que podría tener consecuencias en la disponibilidad hídrica y en el manejo de los recursos naturales.
Aunque los efectos de El Niño en la Patagonia no suelen ser tan notorios como en otras regiones del país, el pronóstico actual refuerza la necesidad de seguir de cerca la evolución del fenómeno y su impacto potencial en sectores como la agricultura, la energía y la gestión de incendios forestales.