Mundial de Hungría. Un joven remero de la capital provincial logró lo impensado: clasificar para representar a Argentina en el Mundial de Canotaje que se disputará en septiembre en Europa.
Con coraje, entrenamiento y el alma llena de sueños; va a remar por su provincia y por el país en una de las competencias más exigentes del planeta. Su historia es un reflejo de esfuerzo, talento y emoción compartidos por una comunidad entera, según publicó ADNSUR.
Alessandro consiguió su lugar en el torneo más importante del mundo en la prueba Short K1, con un tiempo imponente de 12:56:27, superando por amplio margen a sus rivales en el selectivo nacional.
El adolescente chubutense, que ya forma parte de la Selección Argentina de Canotaje, se ganó el respeto del ambiente deportivo tras brillar en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
El camino no fue fácil: sin infraestructura de elite ni rivales cercanos para medirse, el joven se formó en arduos entrenamientos a contrarreloj entre jornadas escolares de la escuela N° 729 ‘Dr. Salvador Mazza’ (donde cursa su último año del Secundario) y largas sesiones de remo al atardecer expuesto a todas las inclemencias climáticas.
El momento en que se conoció la clasificación fue un estallido de lágrimas y orgullo. Su familia, que lo había acompañado en cada etapa del camino, no pudo contener la emoción: “Ganó”, dijo su hermana entre sollozos por teléfono y enseguida toda la casa se inundó de abrazos y enorme emoción.
Fue un desahogo después de tantas carreras perdidas por poco, después de tanto entrenamiento contra viento, frío y un río que no tiene las condiciones de los grandes cursos de agua donde entrenan sus rivales.
Aún así, Alessandro se impuso con garra en el selectivo nacional y se ganó su lugar entre los mejores del mundo.
Alessandro se entrena con un plan personalizado guiado tanto por el club ‘Regatas’ de la ciudad, por Julián Salinas, un remero sobresaliente de Choele Choel (Río Negro) y por su hermana Luján, también ex seleccionada nacional.
Con cada remada, este chico lleva consigo el esfuerzo de toda una familia y la esperanza de una provincia que, a pulmón, quiere estar presente en el máximo escenario del deporte.
“Me encanta el agua, me gusta estar ahí tranquilo”, afirmó Alessandro en diálogo con ADNSUR con la humildad de quienes no terminan de caer en la magnitud de su hazaña.
Alessandro no rema solo. Detrás de cada brazada está su hermana Luján, su mayor aliada y motivación, que lo acompaña a cada competencia, lo alienta desde la orilla y lo empuja con cada grito de aliento cuando parece no dar más.
En cada logro suyo, también hay tiempo y sacrificio de una familia trabajadora, padres que son empleados de comercio y que no siempre pueden estar presentes físicamente pero que lo acompañan y lo sostienen con tremendo orgullo.
El Club de Regatas Rawson, donde Alessandro entrena desde niño, también expresó su orgullo y lo acompañará en este nuevo desafío.
En un deporte amateur como el canotaje donde todo se hace a pulmón, el logro de Alessandro tiene un valor doble: no sólo por su lugar entre los mejores sino por haber llegado desde una provincia patagónica, con un río pequeño, frío y hostil pero con un corazón enorme remando detrás.
Este 2025 va a resultar inolvidable para él porque disputará el Mundial en Hungría en septiembre, va a participar de un Panamericano en Brasil en noviembre y además culminará con su escuela secundaria en lo que significa la apertura de una nueva etapa de mayor madurez en su vida.
‘REMAR EN DULCE DE LECHE’: SOLVENTAR LOS PASAJES A EUROPA Y ENFRENTAR CUANTIOSOS GASTOS
Su esfuerzo constante, entrenamientos intensos y una disciplina ejemplar lo llevaron a subirse al podio más alto en una competencia que definía la participación mundialista. Sin embargo, ahora enfrenta otro gran desafío: el económico.
Para viajar a Europa y competir en igualdad de condiciones necesita del respaldo de todos. La familia Russo ya comenzó a movilizarse para conseguir el apoyo necesario.
Los costos de los pasajes, la estadía, la alimentación, los botes, remos, vestimenta y traslados dentro de Europa son altísimos.
Por eso, apelan al compromiso del Gobierno del Chubut, empresas privadas, comercios y vecinos solidarios para que Alessandro no compita en desventaja frente a los mejores del mundo.
“Llegar hasta acá fue difícil, pero ahora necesitamos una mano para seguir soñando”, repiten con esperanza sus padre, Gisella y Alejandro.
A eso se suman los gastos médicos, entrenamientos específicos, gimnasio y controles nutricionales.
La familia ya planea rifas, mate bingos y campañas solidarias pero cada granito de arena cuenta. Cuando un joven de Rawson cruza el océano para dejar bien alto el nombre de su ciudad, lo hace en nombre de todos.
La familia puso a disposición la siguiente cuenta para los interesados en prestar colaboración: Melina Luján Russo – CVU: 0000003100010885909839 – Alias de Mercado Pago: ale.mundial.2025 – CUIT/CUIL: 20459459368.
Y lo que está en juego no es solo una medalla: es un ejemplo para la juventud, una historia de sueños que se abrazan fuerte a fuerza de voluntad y sacrificio.
En un país donde muchas veces las noticias sobre los jóvenes son negativas, historias como la de Alessandro iluminan un camino distinto. Un camino que habla de constancia, de valores, de pasión. No hay gloria sin lucha ni meta sin esfuerzo.
Y que, si lo ayudamos a llegar, ese bote azul y blanco será el orgullo de todo un pueblo.
Alessandro Russo es hoy el símbolo de un sueño colectivo. Su historia conmueve porque demuestra que, con pasión y compromiso, es posible alcanzar lo impensado.
Pero ahora, más que nunca, necesita que su provincia esté a la altura de su esfuerzo. Hungría lo espera y Chubut tiene la oportunidad de empujar junto a él hasta la meta más importante de su vida.
Alessandro ya demostró que tiene lo que hay que tener. Su historia emociona porque es genuina, porque nace del esfuerzo y la pasión.
Ahora, es momento de que entre todos lo empujemos un poco más, para que en septiembre, cuando su bote se deslice en el Mundial, cada uno de nosotros sienta que está ahí, remando con él. Porque su victoria también puede ser la nuestra.