El gobierno venezolano anunció que busca ampliar la frecuencia de vuelos entre Caracas y Moscú luego de cancelar la concesión a seis aerolíneas internacionales
La decisión se tomó en medio de crecientes alertas de seguridad y tensiones regionales que impactan en la operatividad aérea. Según Radio3, la medida profundiza el aislamiento del país y reconfigura sus rutas estratégicas.
Venezuela refuerza su vínculo con Rusia tras el veto a aerolíneas
Durante la XIX Comisión Intergubernamental de Alto Nivel Rusia–Venezuela, realizada de manera virtual, la vicepresidenta Delcy Rodríguez confirmó que ambos gobiernos negocian un aumento de vuelos directos. El objetivo, explicó, es impulsar el intercambio turístico y mantener canales de movilidad internacional pese a las restricciones adoptadas.
Rodríguez volvió a señalar a Estados Unidos como responsable de presionar a aerolíneas extranjeras para evitar que vuelen hacia Venezuela, y acusó a esa política de buscar “aislar” al país. El acercamiento con Moscú aparece entonces como la respuesta del chavismo para sostener rutas internacionales en medio de un escenario adverso.
Las advertencias de seguridad que encendieron la alarma
La decisión del régimen se conoció pocos días después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos emitiera una advertencia sobre “riesgos potenciales para aeronaves a todas las altitudes”. El reporte hace referencia al aumento de la actividad militar en Venezuela y en áreas cercanas, así como al despliegue aeronaval estadounidense en el Caribe bajo argumentos de lucha contra el narcotráfico.
En ese marco, Rodríguez denunció que Venezuela enfrenta “graves amenazas de agresión militar” y destacó el respaldo político que —según aseguró— recibió de Rusia frente a estas tensiones crecientes.
La revocación de permisos y el impacto en la conectividad
El gobierno venezolano otorgó a las aerolíneas un plazo de 48 horas para retomar sus operaciones bajo riesgo de perder la concesión. La orden derivó en la revocación formal de los permisos de Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol, compañías a las que acusó de “sumarse a acciones de terrorismo” promovidas por Estados Unidos.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) respondió con un llamado a Caracas para revertir la medida, al advertir que la suspensión de permisos profundiza el aislamiento del país y afecta gravemente su conectividad global.
Mientras las alertas de seguridad persisten y las tensiones regionales se intensifican, Venezuela apuesta a fortalecer su alianza con Rusia para mantener abierta una ventana al exterior. El futuro de la conectividad aérea del país dependerá de cómo evolucione este nuevo mapa de relaciones y restricciones.




