Trump vuelve a atacar a la prensa y desata críticas por un nuevo insulto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a quedar en el centro de la polémica tras agredir verbalmente a una periodista durante una conferencia en su residencia de Florida. El episodio se suma a una serie de ataques recientes dirigidos específicamente a mujeres de la prensa, según informó Noticias Argentinas.
Medios internacionales destacaron que el mandatario ha endurecido su trato hacia la prensa en momentos de tensión política y social dentro del país, especialmente ante consultas que cuestionan su gestión o decisiones de seguridad nacional.
Un intercambio tenso durante preguntas sobre seguridad
El incidente ocurrió mientras Trump realizaba anuncios vinculados a la verificación de antecedentes de afganos en Estados Unidos. La periodista le consultó por qué responsabilizaba a su antecesor, Joe Biden, si funcionarios de su propia administración habían confirmado que las revisiones habían sido rigurosas.
El presidente interrumpió abruptamente la pregunta y disparó: “¿Eres estúpida? ¿Eres una persona estúpida?”. Acto seguido, acusó a Biden de permitir el ingreso de ciudadanos afganos tras la retirada militar de 2021, mostrando una imagen de un avión militar repleto de personas evacuadas.
Según detalló el sitio DW, las autoridades estadounidenses investigan la reciente agresión con armas de fuego contra dos soldados de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca, en la que el principal sospechoso sería un ciudadano afgano que ingresó al país durante aquel proceso de evacuación.
Un historial de agravios hacia mujeres periodistas
Los ataques verbales de Trump hacia reporteras no son nuevos. En las últimas semanas, el mandatario calificó como “fea” a la autora de un artículo de The New York Times que analizaba su edad y signos de fatiga, y días antes había llamado “cerdita” a otra periodista. También tildó de “persona terrible” a una comunicadora que cuestionó sus dichos en una rueda de prensa.
Analistas internacionales señalan que estos episodios consolidan un patrón de descalificaciones repetidas dirigidas especialmente hacia mujeres que integran la prensa estadounidense.




