El Gobierno nacional mira con atención la evolución de la próxima campaña agrícola, que podría convertirse en un sostén clave para reforzar reservas y garantizar estabilidad macroeconómica en 2026
Con precios internacionales en alza y proyecciones optimistas para maíz y trigo, Economía confía en que el sector agropecuario volverá a impulsar el ingreso de dólares el próximo año.
Según Radio3, el ministro Luis Caputo sigue de cerca el repunte del precio internacional de la soja y las estimaciones récord para los principales cultivos del país.
Mejora en precios y proyecciones de cosecha
Un informe de LCG, basado en datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), estima que el valor total de la cosecha aumentaría en unos US$4.000 millones respecto del ciclo previo. El principal motor es la soja: tras el acuerdo comercial entre China y Estados Unidos, los futuros para mayo de 2026 en la Bolsa de Chicago subieron de US$390 a US$420 por tonelada, un incremento del 8%.
Aunque la producción prevista para 2025/26 rondaría los 47 millones de toneladas, por debajo de los 49,5 millones del ciclo anterior, el efecto precio generaría por sí solo un aporte adicional de US$1.400 millones. En un año con fuertes compromisos de deuda en moneda extranjera, este salto se vuelve especialmente relevante.
Maíz y trigo acompañan el repunte
Las perspectivas también son alentadoras para maíz y trigo. La BCR proyecta incrementos significativos en ambas cosechas impulsados por una mayor superficie sembrada y mejores rendimientos. En conjunto, los tres principales cultivos del país crecerían alrededor de 10% en 2025/26, alcanzando uno de los niveles más altos de los últimos años.
El Gobierno considera que esta mejora combinada será fundamental para fortalecer la acumulación de reservas. Sin embargo, la velocidad de ingreso de divisas dependerá del tipo de cambio y del esquema impositivo vigente.
El campo, motor central de cara a 2026
Con precios internacionales más favorables y cosechas que podrían ubicarse en máximos recientes, el Gobierno apuesta a que el agro vuelva a desempeñar un rol decisivo en la generación de dólares. Caputo confía en que la recuperación productiva y el contexto global aporten el impulso necesario para sostener la estabilidad financiera en un año donde la disponibilidad de divisas será determinante.




