La empresa asegura que es por la caída del consumo interno, la avalancha de importaciones y la falta de competitividad para exportar. Despidió a 220 empleados que resisten en la playa de cargas de la firma.
La empresa Whirlpool anunció de manera sorpresiva el cierre de su fábrica de lavarropas del Parque Industrial de Fátima, en Pilar, y anunció el despido de 220 trabajadores que se desempeñaban allí.
Desde la firma aseguraron que el cierre se debía a una combinación de un consumo interno planchado y una inédita competencia de productos importados. Agregaron que la “falta de competitividad en las exportaciones” también pesó en la decisión.
En un comunicado, la empresa explicó que ahora se encuentra en un proceso de «transición” desde la fabricación hacia la sola comercialización. “Esta decisión implica una reconfiguración estructural de la operación en la Argentina. A partir de este cambio, Whirlpool concentrará su presencia en el país en actividades estrictamente comerciales y de servicio, garantizando el abastecimiento de electrodomésticos, accesorios y repuestos en todo el territorio de Argentina”, dijo el texto.
“La compañía reafirma que su continuidad en la Argentina no está en revisión: su presencia comercial y su portafolio de productos seguirán disponibles para los consumidores, bajo un esquema operativo alineado con las condiciones del entorno local y regional”, agregó.
Resistencia obrera
Uno de los trabajadores de Whirlpool, Ignacio Cabezas, fue entrevistado por una radio local, la FM Plaza. En el diálogo, señaló: “No nos dieron ningún aviso previo, nos acaban de desvincular a toda la empresa, incluido el personal de administración, recursos humanos, cierran completamente”.
Agregó que la reacción de los empleados fue de resistir las desvinculaciones. Relató que la empresa puso a disposición de los trabajadores medios de transporte para que se retiraran del lugar. Sin embargo, en lugar de ello, una buena parte del personal se quedó. “Estamos todos en la playa” de camiones, detalló y subrayó que no se van a ir “hasta que den una respuesta coherente”.
Portavoces de la empresa aseguraron que estaban en contacto con el sindicato UOM, que agrupa a los trabajadores de Whirlpool, para acordar «el paquete de salida», que incluiría la indemnización y un plus. Tiempo no pudo confirmar este dato con el sindicato.
La planta de Whirlpool en Pilar se inauguró apenas tres años atrás y requirió una inversión de U$S 52 millones. La producción diaria estimada era de 300.000 lavarropas anuales, de los que dos tercios se destinarían a la exportación y el resto (unos 100 mil) irían hacia el mercado interno.
Semanas atrás, el mandamás de Techint, Paolo Rocca, se quejó de los niveles de importaciones de electrodomésticos, que desplazaban a la producción local. “El año pasado se importaban 5000 lavarropas por mes y este año el número creció a 85.000, mientras que en heladeras se pasó de 10.000 a 80.000”, advirtió. El cierre de la producción de Whirlpool le quita a Techint un cliente que compraba su chapa. Información extraída de Tiempo Argentino.




