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Tres estadounidenses murieron hoy al estrellarse un avión de lucha contra incendios en el sudeste de Sídney, informaron autoridades australianas, que poco antes habían informado sobre la pérdida de contacto con la aeronave.

El jefe del servicio de bomberos rurales de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, añadió que la empresa canadiense propietaria del avión C-130 Hercules decidió suspender los vuelos de sus aeronaves hasta que se realice una revisión general de los equipos.

Los tripulantes eran ciudadanos de Estados Unidos, uno de los países que enviaron equipos especializados para combatir los devastadores incendios forestales que azotan a Australia, dijo Fitzsimmons.

«Nuestro corazón acompaña a todos los que sufren la pérdida de estos tres destacados y respetados tripulantes que han dedicado décadas de su vida a la lucha contra los incendios», agregó.

Este accidente eleva a 32 el balance de muertos debido a los incendios forestales que estallaron en septiembre de 2019 y aún no han sido dominados.

Los fuertes vientos, que dificultaban los vuelos de los aviones, podrían haber causado el accidente.

La empresa canadiense Coulson Aviation, propietaria del avión, suspendió los vuelos de los otros aparatos que combaten los incendios en las provincias de Nueva Gales del Sur y Victoria, se indicó.

Los aparatos serán revisados antes de volver a despegar, declaró Fitzsimmons.

El accidente muestra el peligroso y sacrificado trabajo que hacen los bomberos que combaten los incendios, declaró la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.

«Más de 70 aviones efectuaron misiones este jueves. El accidente es una trágica muestra del peligro que enfrentan los voluntarios y el personal de los servicios de emergencia que luchan contra el fuego», agregó, así lo publicó La Nación.

Desde fines de diciembre de 2019 los incendios ocurridos en el sureste de Australia emiten plumas de humo que se dispersan hacia el este sobre el océano Pacífico, alcanzando el territorio de la República Argentina.

Durante el día de ayer, jueves 16 de enero 2020, se observa la presencia de humo en las regiones de la Patagonia, Cuyo y Centro del país.

En la imagen siguiente se muestra la imagen satelital GOES-16 correspondiente a la mañana de ayer, donde en rojo se contornea el área abarcada por el humo. Cabe aclarar que las áreas que presentan nubosidad podrían tener humo por debajo de la misma que no es posible detectar mediante la imagen.

¿CÓMO SE PERCIBE EL HUMO EN CHUBUT?

En general, las estaciones meteorológicas de superficie de la región comprendida por el humo no registraron reducción de visibilidad por este fenómeno, pero sí se observa la atenuación de la radiación solar producida por el humo en altura.

Para el viernes 17 de enero el humo continúa ingresando desde el oeste del país  trasladándose hacia el este, abarcando las regiones Cuyo, Centro y Patagonia, con mayor intensidad en las regiones de Cuyo, Centro y norte de la Patagonia, manteniéndose esta situación durante todo el día.

Para el sábado 18 persiste el ingreso de humo al país desde el oeste trasladándose hacia el este, se prevé que la mayor intensidad de humo se presente sobre las regiones de Cuyo, Centro, sur y norte de la Patagonia durante todo el día.

El área de gran concentración de humo ubicado en el océano Pacífico, se ubica en el día de hoy frente a la costa central y sur de Chile. Se mantendrá en los próximos días principalmente sobre el océano Pacífico siguiendo la circulación de un sistema de alta presión. Los nuevos ingresos de humo que se esperan para hoy y los siguientes días desde el oeste del país se corresponden con desprendimientos de esta gran región de humo ubicada en el océano Pacífico.

Se registraron hoy lluvias abundantes en varias regiones de Australia asoladas desde hace meses por los incendios forestales de mayor magnitud y duración desde que existen los registros en la isla, que ya causaron la muerte de 28 personas y más de 1.000 millones de animales, según estimaciones científicas, además de destruir miles de viviendas.

La llegada de las lluvias y la baja en la temperatura que acompañó fueron una ayuda invaluable para los bomberos que combaten sin tregua el fuego en las zonas más afectadas. La oficina meteorológica del estado de Nueva Gales del Sur, al sudeste del país, anunció por la mañana «buenas precipitaciones» de lluvia en la región, donde están localizados los incendios más importantes, de los cuales se estimaba que 30 seguían fuera de control hasta ayer.

«Es un alivio para los bomberos que trabajan en Nueva Gales del Sur», declaró el Servicio de Bomberos Rurales de ese estado, en una publicación en su cuenta oficial de Twitter. » Esta lluvia no apagará todos los incendios, pero ayudará a contenerlos», resumió el comunicado.

Las lluvias disiparon el humo

En el estado vecino de Victoria, el humo de los incendios perturbó los partidos de clasificación para el Abierto de tenis de Australia, que comenzará la próxima semana en Melbourne. Sin embargo, las tormentas del miércoles por la noche ayudaron a disipar el humo. «Las tormentas mejoraron la calidad del aire en la mayor parte del estado», anunció la Agencia de Protección Ambiental de aquel estado.

Los servicios meteorológicos prevén más precipitaciones para el viernes y el fin de semana.De cumplirse el pronóstico, sería el período de lluvia más largo desde el inicio de la temporada de incendios en septiembre.

Sin embargo, la crisis está lejos de haber terminado, ya que febrero y marzo suelen ser los meses más calurosos en Australia. «Todavía queda un largo camino por recorrer», reconoció Robyn Duell de la oficina de meteorología, y agregó: «Debido a las altas temperaturas, el riesgo de incendios forestales se mantendrá hasta el comienzo del otoño».

Las lluvias también podrían inundar pistas y dificultar el acceso de los camiones de bomberos a algunos bosques, según las autoridades. Las inundaciones repentinas también son un riesgo en las montañas, cuyas laderas pueden haber perdido su cubierta vegetal por los incendios, lo que dificultaría su retención de agua y provocaría torrentes de barro y ceniza.

Los incendios son recurrentes en Australia, pero esta vez comenzaron más temprano y fueron mucho más intensos que en años pasados. Los bosques y las zonas agrícolas ya sufrían de una sequía prolongada, lo que creó condiciones perfectas para la propagación de las llamas.

El 2019 fue el año más caluroso y seco jamás registrado en Australia, alcanzando una temperatura máxima promedio de 41,9°C a nivel nacional el 18 de diciembre.

Habían anunciado la semana pasada que era necesario frenar que esta raza salvaje, que no es oriunda del sur del país, arrase con lo que queda de agua

Hombres armados a bordo de helicópteros sacrificaron a más de 5000 camellos en una operación de cinco días para evitar que los animales, sedientos por la ola de incendios en Australia, llegaran a las comunidades aborígenes. La matanza terminó el domingo en la región de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY), una zona árida del sur de Australia donde viven unos 2.300 aborígenes, indicó el martes el director general de APY, Richard King.

Los aborígenes del Estado de Australia del Sur, donde está situada esta región, advirtieron de la existencia de grandes rebaños de camellos que se acercaban hacia las localidades rurales buscando agua y comida, en medio de una ola de calor sin precedentes. Los animales ponían en peligro la poca comida y agua disponibles en la zona y amenazaban las infraestructuras y a los conductores.

La medida quiere proteger «los valiosos suministros de agua para las comunidades» y aseguró que la prioridad «son las vidas de las personas, incluyendo niños y ancianos, así como la flora y la fauna autóctonas». Según el responsable aborigen, los camellos suelen quedarse atrapados en los pozos, donde mueren, y terminan contaminando el agua. Según la APY la operación supuso eliminar más de 5.000 camellos.

«Entendemos la preocupación de los defensores de los animales, pero existe una desinformación significativa sobre la realidad de la vida de los animales salvajes que no son nativos de esta zona, en uno de los lugares más áridos y remotos del planeta», indicó King en un comunicado.

Australia vivió en 2019 su año más caluroso desde que existen registros, con una sequía extrema y una ola de incendios que ha devastado el sureste del país y todavía no ha terminado. Los camellos fueron introducidos en Australia por primera vez en la década de 1840 para participar en la exploración del interior del país y en las décadas siguientes se importaron unos 20.000 de India.

Actualmente, Australia tiene la mayor población de camellos del mundo, más de un millón, según algunos expertos.

Los animales son considerados como una plaga porque contaminan las fuentes de agua y pisotean la flora en su búsqueda de comida, señaló La Nación.

El gobierno australiano arrojó varias toneladas de zanahorias y de batatas desde helicópteros en las zonas afectadas por los devastadores incendios que afectan a ese país y que generan múltiples secuelas, entre ellas, más de un millón de animales muertos por las llamas sin control, y los que sobreviven sufren dificultades para conseguir alimentos.

«Ellos generalmente sobreviven al fuego en sí, pero luego quedan varados con alimentos naturales limitados a medida que el fuego elimina la vegetación alrededor de su hábitat rocoso», tuiteó el ministro de medioambiente de Nueva Gales del Sur, Matt Kean.

La actividad implementada por las autoridades lleva el nombre Operation Rock Wallaby, que busca ayudar a los ualabíes.

Medios locales publicaron un vídeo en el que se ve cómo los trabajadores suben varios cajones cargados de zanahorias a un helicóptero, y después los vacían desde lo alto.

En las imágenes también se ve como algunos animales comienzan a alimentarse con las hortalizas.

 

«Me rompe el corazón ver la devastación que los incendios provocan a la gente y a los animales», escribió el piloto en su cuenta de Twitter.

El seis veces campeón del Mundo de Fórmula 1 Lewis Hamilton prometió donar 500.000 dólares como ayuda al incendio forestal que sufre Australia, que provocó la muerte de 26 personas y mató a más de 1.000 millones de animales.

«Me comprometo a pagar 500.000 dólares para ayudar a los animales, a los voluntarios que luchan por la vida salvaje y a los servicios de bomberos locales», escribió el campeón británico en su cuenta de la red social Twitter.

«Me rompe el corazón ver la devastación que los incendios provocan a la gente y a los animales a través del país», escribió Hamilton, sobre el fuego que ha reducido a cenizas una superficie equivalente a la isla de Irlanda (80.000 km2) y ha destruido más de 2.000 casas.

El piloto de 35 años acompañó su mensaje con un video que ha dado la vuelta al mundo por Internet y que muestra a un koala salvado de las llamas por los vecinos.

Según un estudio, el profesor Chris Dickman, de la Universidad de Sídney, estimó el lunes que habían fallecido 1.000 millones de animales, incluyendo mamíferos, aves, reptiles, insectos e invertebrados.

La donación de Hamilton se suma a la de otras estrellas del deporte, como los nueve jugadores australianos de la NBA que han prometido entregar 750.000 dólares, y el tenista Nick Kyrgios, informó Télam.

Las autoridades en Australia habrían tomado una drástica decisión en su plan para combatir la catástrofe ambiental que sufre el país: sacrificarán unos 10.000 camellos.

El agua que toman los camellos y la sequía se convirtió en una pésima combinación, más aún en medio de los incendios que devoran amplías extensiones de tierra en el país. ¿Cómo será la ejecución? El plan que dispusieron las autoridades es que cazadores profesionales serán los encargados de matar a los camellos a tiros. No será de cualquier forma: lo harán desde helicópteros. La operación comienza hoy y se prolongará durante los próximos cinco días.

Fueron dirigentes aborígenes de los territorios de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara, al sur del país que han tomado esta medida extrema. Se justifican en preservar los acuíferos de los que dependen algunas comunidades.

Los camellos no son una especie nativa australiana y la sequía que sufre el continente los está impulsando a destruir cercados y aventurarse incluso cerca de núcleos habitados. Hay una feroz competencia por acceder al agua que está provocando estampidas que terminan con la muerte de algunos de ellos y sus cadáveres terminan contaminando ríos y lagos.

Actualmente hay más de 1.200.000 camellos salvajes. Además de beberse las reservas de agua, los camellos son bastante destructivos con su entorno. El gobierno australiano calcula en 10 millones de dólares anuales el daño que la especie ocasiona en vegetación nativa, humedales, fuentes de agua y lugares con valor histórico o cultural, informó La Nación.

Según la agencia AFP, la isla Canguro, una turística zona natural frente a las costas del estado de Australia del Sur, es el hogar de muchas especies nativas, entre ellas los koalas, cuya población se estima en 50.000.

Los catastróficos incendios que azotan el sudeste del país desde hace cuatro meses mataron a cientos de miles de animales nativos solo en el estado de Nueva Gales del Sur, según los científicos.

En los últimos días, las condiciones se fueron agravando. Un incendio se propagó rápidamente en la isla Canguro y, el viernes, arrasó 170.000 hectáreas, una tercera parte de la isla. «Más del 50% de la población desapareció. Las heridas son extremas. Otros se quedaron sin hábitat donde ir, así que morirán de hambre en las próximas semanas», aseguró a AFP Sam Mitchell, del parque natural de la Isla Canguro, que está recaudando fondos para tratar a los koalas heridos.

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Adelaida publicado en julio, los koalas de la isla Canguro son especialmente importantes para la supervivencia de la especie en estado salvaje ya que son el único grupo importante que no sufre de clamidia, una infección bacteriana asintomática que puede provocar ceguera, esterilidad y la muerte. «Son un seguro para toda la población», indicó Jessica Fabijan, que hizo la investigación.

Según esta científica, los virulentos incendios en Nueva Gales del Sur y en la región Gippsland, en el estado de Victoria, donde viven las mayores comunidades de koalas, también terminarán con muchos otros animales. «Es una de las mayores tragedias para la población desde finales del siglo XIX, cuando los cazaban por sus pieles», advirtió.

La calidad del aire en Australia es nociva por los incendios

En el este de Australia se registraron este lunes lluvias y condiciones climáticas más suaves, pero la calidad del aire en la capital, Canberra, se mantiene en niveles peligrosos para la salud debido al humo de los incendios que asolan el país.

De acuerdo a la base de datos de la calidad del aire IQ Air Visual, la calidad del de Canberra es la peor del mundo y, en ese contexto, los espacios públicos, museos, parques, empresas y universidades de la capital se clausuraron y se cancelaron algunos vuelos destinados a la ciudad.

Además, el Departamento de Interior, responsable de coordinar la respuesta a las emergencias en Australia, recomendó permanecer en los hogares al menos durante 48 horas debido a la mala calidad del aire. Al momento se contabilizaron un total de 23 muertos y más de 1.500 viviendas fueron destruidas como consecuencia de los incendios que azotan desde septiembre a Australia.

El gobierno de Australia desplegó hoy reservistas del ejército en las zonas devastadas por los incendios forestales en tres estados, y anunció fondos por 1400 millones de dólares en dos años en ayuda.

Tras un fin de semana catastrófico, los incendios que asolan al país desde septiembre han destruido una superficie equivalente a la isla de Irlanda, según las autoridades, que afirman que la crisis está lejos de concluir, ya que se avecina una nueva canícula, temporada del año en la que el calor es más fuerte.

El primer ministro australiano Scott Morrison, cuyo gobierno ha sido criticado por la lenta respuesta ante la emergencia, anunció que otorgará 2000 millones de dólares australianos (unos 1400 millones de dólares) al fondo nacional de recuperación.

«Tenemos un largo camino por delante y estaremos con estas comunidades en cada paso del mismo mientras reconstruyen», dijo. «Los fuegos siguen ardiendo. Y seguirán ardiendo en los próximos meses», afirmó Morrison, quien concluyó: «Por eso es por lo que hoy presenté esto que es una inversión inicial, adicional, de 2000 millones. Si se necesita más y el costo es más elevado, entonces se proporcionará más».

Al menos 24 muertos y dos desaparecidos

El anuncio de los fondos, que se destinarán a la reconstrucción de localidades e infraestructuras destruidas por las llamas coincidió con el de la desaparición de dos personas más en zonas remotas de Nueva Gales del Sur. En todo el país, al menos 24 personas murieron y 2.000 casas fueron arrasadas por las llamas.

El breve alivio de la lluvia

La lluvia y la bajada de las temperaturas de hoy dieron un pequeño alivio a las comunidades que luchan contra el fuego, pero las precipitaciones también dificultaban que los bomberos australianos, ayudados por refuerzos procedentes de los Estados Unidos y Canadá, completen quemas estratégicas mientras se preparan para una nueva subida de las temperaturas a finales de semana.

El gobierno realizó la mayor movilización de reservistas del ejército, al llamar a 3000 personas que se desplegaron en la costa este para ayudar a los equipos de emergencia a evaluar los daños, restablecer la electricidad o distribuir ayuda alimentaria o carburante a las zonas damnificadas.

Decisión histórica

Por primera vez en la historia australiana, el gobierno desplegó su equipo de ayuda médica para colaborar con las evacuaciones. En tiempos normales, éste sirve en los países extranjeros afectados por catástrofes naturales.

«No se puede bajar la guardia, ya que hay 130 incendios activos» en Nueva Gales del Sur, declaró el lunes la primera ministra de este estado, Gladys Berejiklian.

Desde septiembre, cerca de cinco millones de hectáreas (50.000 km2) han quedado reducidas a cenizas en este estado, cuya capital es Sydney, según el jefe de bomberos de las zonas rurales, Shane Fitzsimmons.

Con estas son ya cerca de ocho millones el número de hectáreas destruidas en todo el país, una superficie equivalente a la de Irlanda.

Lo peor, por venir

El presidente del nuevo fondo de ayuda a las víctimas de los incendios en el Estado de Victoria, Pat McNamara, estima que quizá lo peor esté por venir. «Todavía no estamos en lo que en circunstancias normales es la alta temporada de incendios», dijo en la cadena de televisión ABC.

El humo complica los rescates

Las autoridades australianas aprovecharon mejores condiciones meteorológicas de hoy para reabrir caminos bloqueados por incendios forestales y llevar a algunas personas a zonas seguras, aunque el denso humo dificultó los esfuerzos de rescate y cientos de personas permanecieron varadas.

El jefe de gobierno del estado de Victoria, Daniel Andrews, señaló que unas 400 personas fueron rescatadas por aire en Mallacoota, un pequeño pueblo vacacional en la costa.

«Teníamos un plan para rescatar a otras 300 hoy. Lamentablemente el humo implica que eso no es posible», afirmó.

La temporada de incendios comenzó antes de lo normal este año, luego de tres años de sequía que dejaron secos gran parte de los matorrales en zonas rurales.

Australia llamó a 3000 reservistas militares a desplegarse para hacer frente a los incendios forestales que devastan el país, anunció hoy el primer ministro, Scott Morrison.

La iniciativa de movilizar reservistas se tomó mientras la amenaza de las llamas se agravaban en al menos tres estados con dos nuevas muertes. Se espera además que los fuertes vientos y las elevadas temperaturas pronosticados acerquen el fuego a zonas más pobladas como los suburbios de Sydney.

«Esta decisión permite tener a más hombres en el terreno, más aviones en el cielo, más barcos en el mar», declaró Morrison, criticado por la forma en la que gestionó la crisis de los incendios, que comenzaron en septiembre y que ya lleva un registro fatal de 23 muertos.

El primer ministro australiano también designó a un general de dos estrellas para supervisar la intervención del ejército y desplegó el HMAS Adelaide, un portahelicópteros, que contribuirá a la lucha contra las llamas.

Morrison anunció también la cancelación de sus visitas a India y Japón más tarde este mes. Estaba previsto que viajase a India del 13 al 16 de enero y Japón inmediatamente después. El primer ministro recibió numerosos cuestionamientos de la opinión pública por irse de vacaciones con su familia a Hawaii en diciembre, en plena crisis por los incendios.

Desde hace meses, el ejército australiano ayuda con el reconocimiento aéreo, la cartografía, la búsqueda y rescate, la logística y el apoyo aéreo. Ya se han desplegado unos 2000 soldados.

«El gobierno no ha tomado esta decisión a la ligera», afirmó la ministra de Defensa, Marise Payne.

Los incendios provocaron hasta el momento 23 muertos y ardió una superficie similar al doble de Bélgica

«Que se recuerde es la primera vez que se llama a un número tan grande de reservistas y, de hecho, incluso creo que es la primera vez en la historia de nuestra nación», recalcó.

Un número más reducido de reservistas ya se había desplegado para combatir incendios en Queensland.

El anuncio llega tras semanas de críticas al primer ministro por la gestión de la crisis.

Se espera un fin de semana catastrófico

Se esperan temperaturas superiores a los 40 ºC y fuertes vientos que podrían avivar los cientos de incendios forestales que devoran el país desde hace cuatro meses. La mayoría de estos focos están fuera de control.

Desde el comienzo de la temporada de incendios en septiembre, al menos 23 personas murieron, decenas están desaparecidas y más de 1300 casas han quedado reducidas a cenizas. Ha ardido una superficie equivalente al doble de Bélgica.

El comisionado del Departamento Rural de Bomberos Shane Fitzsimmons dijo que el incendio Green Wattle Creek, de 264.000 hectáreas que arde en un parque nacional al oeste de Sydney podría extenderse hacia los suburbios de la urbe.

«Existe la posibilidad de que el fuego se extienda por la presa (Warragamba) y hacia los suburbios del oeste de Sydney», declaró. «Las llamas tienen el potencial de acercarse a zonas más pobladas por la tarde».

En el estado de Nueva Gales del Sur había más de 130 focos activos y al menos la mitad de ellos ardían sin control. Según la previsión meteorológica, en algunas partes de la región podrían alcanzarse temperaturas de alrededor de 45 ºC con fuertes vientos y una baja humedad.

En la vecina Victoria, un total de 48 incendios afectaban a cerca de 320.000 hectáreas (791.000 acres) y se espera que las condiciones empeorasen con vientos del sur, informó La Nación.