Miguel Zárate tiene 50 años y por causa de la diabetes perdió en 2014 su pierna izquierda. Denunció que el lunes un chofer de la empresa Patagonia Argentina no lo dejó subir al interno 40 porque el vehículo no tiene «rampa para discapacitados». Pretende que la prestadora del servicio de transporte de pasajeros de Comodoro Rivadavia pida disculpas públicas a la comunidad por la calidad de su servicio.
Miguel Angel Zárate sufrió la amputación de su pierda izquierda en 2014 debido a la diabetes que lo aqueja hace varios años. Desde entonces, suele recorrer Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, donde reside, a través del transporte público de pasajeros. «No hay peor discapacitado que el mismo discapacitado», sostiene.
El lunes a las 10 salió de su vivienda para dirigirse a la zona de la Loma para abonar la última boleta del servicio de TV cable. Una vez terminados sus trámites decidió dirigirse hasta Alsina y Rivadavia para esperar el colectivo que lo acercara al centro.
Eran las 11:15 cuando el interno 40, que en ese momento efectuaba el recorrido de la línea 5, frenó para recoger a los pasajeros en la parada, pero el chofer se negó a que Zárate subiera al transporte público debido a que el colectivo no tiene rampa para sillas de ruedas.
«No me dejó subir porque me dijo que no tenía la rampa y una señora le pedía por favor que me deje subir, que mucha gente me conoce, pero no me dejo subir», explicó.
Zárate decidió esperar el próximo colectivo y sostuvo que el otro chofer se mostró sorprendido por la situación y le dijo: «no te hagas drama, ya pasó».
El damnificado decidió acercarse hasta las instalaciones de la empresa para exigir respuestas. «Me atendió el señor Villalobos, de Recursos Humanos, y me dijo que su hija también es discapacitada y que ‘vamos a mirar las cámaras y vamos a ver la sanción que vamos a aplicar’, pero esa no es la solución. Creo que se le debe enseñar al personal cómo debe atender a las personas que tienen una discapacidad. No solo porque me haya pasado a mí sino por los demás casos», argumentó.
Zárate también destacó que es la primera vez que vive una situación de este tipo, pero que ha sido testigo de actos repudiables por parte de los choferes de la empresa prestadora del servicio de transporte público. «Una vez le dijeron a un chico que sufre de Síndrome de Down: ‘Dale, subí chinito’. Esas cosas no es que cansen sino que están en contra del cambio de la sociedad», subrayó.
«Yo no quiero un resarcimiento económico, sino una disculpa pública al ciudadano de Comodoro por la gran cantidad de atropellos que hay por parte de la empresa. Resistiré.
Seguiré peleando hasta que la empresa ofrezca las disculpas públicas pese a que recibo llamadas anónimas donde me dicen ‘no sé si te va a convenir’. Hasta en eso son vivos. Pero me dan más fuerzas para seguir hablando y seguir diciendo la verdad», advirtió.
El Patagónico