En el programa Animales Sueltos que conduce Alejandro Fantino, la diputada de Cambiemos, Elisa Carrió apuntó contra la posible candidatura de Jorge Macri en la provincia de Buenos Aires con una afirmación lapidaria: «no avalaré delincuentes».
La diputada nacional de la Coalición Cívica se refirió a la estrategia electoral de Cambiemos en la en la provincia de Buenos Aires y la posible candidatura de Jorge Macri sosteniendo que: «No voy a decidir en contra de la gobernadora pero no voy a avalar delincuentes en las candidaturas».
La chaqueña metió la cuchara en la interna oficialista y dijo estar barajando diversas opciones: «Estoy viendo cómo juegan ellos porque, por ejemplo, la decisión de María Eugenia (Vidal) era que fuera Jorge Macri».
Carrió también afirmó que «por temas de salud, yo no tendría que ser (candidata) ahora si está en juego la República, yo arriesgo la vida, ahora si vamos a volver a lo mismo, no arriesgo la vida». Según la diputada hay muchos en Cambiemos que no creen en Cambiemos, y atacó a Jaime Duran Barba de quien dijo que quería destruirla a ella y la UCR dentro de la coalición oficialista.
Sin embargo, en sintonía con lo que suele hacer con Mauricio Macri, blindó a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal reivindicando que la ayudó «mucho este año, sobretodo combatiendo la corrupción». Paradójicamente, Carrió defiende a la gobernadora el día después que entre sus invitados de honor se encontraban el expresidente Eduardo Duhalde (sindicado históricamente por la líder de la Coalición Cívica como jefe mafioso) y Mario Ishii, intendente de José C Paz y hombre del aparato más rancio del PJ bonaerense.
Lo evidente es que la interna de Cambiemos está abierta. Por un lado tanto Carrió como la UCR, están tironeando por un reconocimiento mayor dentro de la coalición, mientras Duran Barba los quiere fuera y Emilio Monzó y la vicepresidenta Gabriela Michetti, hacen llamados a abrirse hacia el peronismo. En esta línea se hizo pública una reunión entre Florencio Randazzo, Julián Domínguez y Monzó, con el objetivo de atraerlos o al menos convencerlos de que participen en la interna del peronismo enfrentando a Cristina Fernández de Kirchner.
El tema es que por su peso como guardaespaldas ética de Macri y Vidal, Carrió puede convertirse en un problema grave para las aspiraciones de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Mientras el macrismo le gustaría llevarla como primera candidata en la Ciudad de Buenos Aires para enfrentar el posible desafió de Martín Lousteau y la UCR capitalina a Horacio Rodríguez Larreta. Pero Carrió podría querer encabezar las listas provinciales o al menos tener injerencia en la designación del candidato, ejerciendo su poder de veto sobre la candidatura de Jorge Macri.
El problema con la diputada de la CC es que azuzar al gobierno con el tema de la corrupción en medio de los crecientes escándalos de Avianca y por las coimas de Odebrecht, pueden horadar la credibilidad y las posibilidades del macrismo. Es una manera también de Carrió de volver a ocupar el centro del «honestismo republicano», frente a una Margarita Stolbizer aliada de Sergio Massa.
La Izquierda Diario