Diariamente, los recolectores de residuos se exponen a diferentes peligros, como riesgo de atropello, exposición a materiales peligrosos como plomo o asbesto, sangre, materia fecal, animales muertos, vidrios y demás.
Desafortunadamente, no todos los esquelenses se hacen responsables de sus residuos. Y no sólo por no disponerlos de forma separada, sino por los daños que sus residuos pueden generar a terceros.
En el día de ayer, en horas de la mañana, un recolector resultó lastimado por una aguja suelta que atravesó su guante de protección. Las medidas profilácticas para evitar el desarrollo de una enfermedad infecto-contagiosa, el tiempo invertido y la incertidumbre, son aspectos que no consideró la persona que deliberadamente arrojó entre los residuos comunes, una aguja utilizada.
El camino que recorren nuestros desechos se compone de varios eslabones: recolección, diferenciación y separación en planta, y por último, enterramiento. En cada uno de estos eslabones, es gente, otros esquelenses, quienes se encargan del trabajo.
Seamos responsables. Evitemos lesiones acondicionando nuestros residuos de modo que minimicen los riesgos.
• En caso de vidrios rotos, disponerlos en una caja con la leyenda “Vidrios rotos”.
• Cubrir filos u objetos punzantes con papel o dentro de botellas.
• Evitar arrojar cenizas o polvos que se diseminen fácilmente.
• Si utiliza agujas o materiales patogénicos, dispóngalos dentro de recipientes cerrados y rotulados (botellas con tapa a rosca), o acérquese al Centro de Salud más cercano para hacer una correcta disposición.