Desde que se desataron los incendios en Australia, hace unos 3 meses, ya son 480 millones los mamíferos, aves y reptiles muertos. La cifra se obtuvo tras un trabajo realizado por la Universidad de Sidney, cuyos ecologistas vislumbran que el número puede ser mucho mayor aún.
Si bien la mayoría de los ejemplares murieron calcinados o por el efecto directo del humo, hubo una cantidad importante que falleció debido a los desplazamientos forzados por el fuego que los sacó de su hábitat.
El profesor de Ecología Terrestre, Christopher Dickman, quien lideró el estudio al respecto, explicó a la agencia Reuters: «Investigaciones previas indican que en áreas severamente quemadas, la falta de refugio, la falta de alimentos y las incursiones de los depredadores invasores (zorros rojos y gatos salvajes) resulta en una reducción drástica pero indirecta del número de animales».
Entre los animales afectados, aparecen varias especies en peligros de extinción como canguros, wombats, demonios de Tasmania y koalas, cuya población (la de estos últimos) se estima que disminuyó más de un 30%.
«Con el tipo de fuegos de corona de rápido movimiento que hemos estado experimentando, los koalas realmente no tienen capacidad para moverse lo suficientemente rápido como para escapar», explicó el ecólogo del Consejo de Conservación de la Naturaleza, Mark Graham, a La Vanguardia. Y agregó: «Ahora hay un área tan grande que todavía está en llamas y aún ardiendo que probablemente nunca encontraremos los cuerpos», informó La Nación.