Mientras diversos países europeos han avanzado ya sus planes para desescalar las medidas contra la pandemia, el Reino Unido mantiene en pie las restricciones, tras superar hoy los 28.000 muertos, y esperará hasta la próxima semana para detallar la «fase dos» de su estrategia contra el COVID-19.
El Gobierno británico comunicó este sábado 621 nuevos fallecimientos por la enfermedad, hasta un total de 28.131 desde que el virus comenzó a propagarse por el país, mientras que se han detectado 4.086 nuevos casos en 24 horas a partir de 105.937 test.
Por segunda jornada consecutiva, el Ejecutivo ha llevado a cabo más de 100.000 pruebas diagnósticas en un día, el objetivo que se había propuesto alcanzar durante el mes de abril.
El Gobierno ha recibido críticas en las últimas horas por haber incluido en esos datos miles de kits enviados a domicilios y residencias que se han contabilizado a pesar de que todavía no han sido procesados.
«Los test se cuentan una única vez. Podemos hacerlo cuando los enviamos, o bien cuando los recibimos de vuelta, pero de cualquiera de las dos maneras hemos cumplido el objetivo», defendió a ese respecto el coordinador del programa de pruebas para el COVID-19 del Ejecutivo, John Newton.
DISEÑO DEL PLAN DE DESESCALADA
A falta de detalles oficiales sobre los planes del primer ministro, Boris Johnson, diversos medios británicos han avanzado posibles medidas que baraja su Ejecutivo.
«The Guardian» asegura que se está considerando la posibilidad de rebajar la recomendación de mantener la distancia de dos metros respecto a otras personas hasta un metro, lo que permitiría mayor flexibilidad para retomar la actividad en empresas y negocios.
El uso del transporte público es uno de los principales quebraderos de cabeza para los expertos, según «The Times», que avanza que el Gobierno contempla pedir a los ciudadanos que se midan la temperatura antes de salir de casa si van a utilizar el metro, el tren o los autobuses.
Se especula asimismo con la posibilidad de que los colegios comiencen en junio una reapertura gradual de las clases.
DIAGNOSTICAR Y TRAZAR CASOS
La nueva fase de la lucha contra la pandemia en el Reino Unido tendrá como eje central un programa para realizar test masivos diarios a la población y detectar las posibles cadenas de contagio.
Los consejeros científicos del Gobierno han insistido en que solo se comenzarán a relajar las medidas una vez haya caído de forma sostenida el ratio de transmisión del virus y se haya alejado el peligro de un crecimiento exponencial.
Cuando se llegue a ese punto, se pondrá en marcha un equipo de 18.000 personas que contactará con los individuos que hayan dado positivo para identificar a quienes hayan estado en contacto con ellos en los días anteriores.
También se pondrá en marcha una aplicación que advertirá a los usuarios si han estado cerca de personas que más tarde han desarrollado síntomas.
«Cualquier ajuste que hagamos a las actuales medidas, que han funcionado tan bien, debe estar muy estudiado para no arriesgarnos a una segunda oleada», afirmo Jenny Harries, vice consejera médica de Inglaterra.
«La combinación de aplicaciones digitales, control de los contactos y conocimiento de los lugares donde se está transmitiendo el virus es realmente importante a la hora de permitirnos salir de las medidas de distancia social», dijo Harries.
El número de personas hospitalizadas en el Reino Unido ha decrecido un 13 % en la última semana, detalló la experta, lo que refuerza el punto de vista de que el país ha superado ya el pico de la pandemia y se encuentra en la curva descendiente.
Al ser cuestionado por los lugares donde todavía se están produciendo contagios, el ministro de Vivienda, Comunidades y Gobiernos locales, Robert Jenrick, afirmó que se está poniendo especial énfasis en reducir las transmisiones en hospitales y residencias de la tercera edad.