María Corina Machado advierte que el tiempo se le acabó a Maduro y urge una transición en Venezuela.
En medio de un clima regional marcado por tensiones crecientes y el avance de acciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro, María Corina Machado afirmó que Venezuela atraviesa “las últimas horas de la dictadura”.
Desde la clandestinidad, la líder opositora dialogó con Infobae —fuente de la cual se extrajo la información— y aseguró que el proceso de transición hacia una nueva etapa ya está en marcha, impulsado por el mandato popular expresado en las urnas y por la presión internacional. Además, reiteró su llamado a las Fuerzas Armadas a colocarse del lado de la Constitución y acompañar el cambio político.
Los pilares del “Manifiesto de Libertad” y la Venezuela que viene
Machado explicó que el “Manifiesto de Libertad” resume los principios que sostuvieron la resistencia democrática frente a más de dos décadas de abusos. Allí se destacan valores que, según indicó, forman parte de la identidad histórica del país: dignidad humana, libertad individual, justicia, seguridad, soberanía popular y democracia plena.
Sostuvo que la reconstrucción de Venezuela implicará el rescate de esos valores fundamentales y un reencuentro con los ideales republicanos de los padres fundadores. Señaló además que la transición no solo marcará un punto de inflexión para Venezuela, sino también para el hemisferio occidental, al poner fin a lo que considera un foco de criminalidad y desestabilización regional.
Presión internacional, fracturas internas y un régimen debilitado
En su análisis, Machado afirmó que Maduro enfrenta uno de los momentos más críticos desde su llegada al poder, debido al cerco internacional y a un deterioro acelerado de sus apoyos internos. Sostuvo que la presencia militar estadounidense en el Caribe, la coordinación entre países del hemisferio y la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera contribuyen al debilitamiento del régimen.
Indicó que actores como Cuba, Irán, Rusia y otros grupos vinculados a redes irregulares han reducido significativamente su capacidad de respaldo, lo que incrementa la vulnerabilidad del aparato chavista.
A nivel interno, aseguró que militares y policías viven bajo vigilancia extrema y temor, debido a las fracturas, delaciones y tensiones entre las propias estructuras del poder. Describió las recientes detenciones, desapariciones y torturas como el reflejo de un sistema que, según sus palabras, “sabe que se acerca su final”.
La dimensión social: familia, fractura y reconstrucción del tejido nacional
Machado enfatizó que la devastación provocada por el régimen no solo es económica o institucional, sino también social y cultural. Denunció que la migración masiva fue una estrategia deliberada para desgarrar a las familias venezolanas y debilitar los vínculos fundamentales de la sociedad.
Sin embargo, destacó que esta adversidad produjo una respuesta inesperada: una cohesión social profunda, un renovado valor por la unidad familiar y un sentido colectivo de pertenencia que —considera— serán la base de la reconstrucción nacional. Para ella, la Venezuela que emerge se sostiene sobre la solidaridad, la resiliencia y el aprendizaje de una generación que solo conoció la vida en dictadura.
Un mensaje directo a Maduro y un anticipo sobre la transición
Consultada sobre qué le diría a Nicolás Maduro si tuviera un minuto, reiteró su mensaje: “El tiempo se le acabó”. Exhortó al mandatario a facilitar el proceso de transición que, a su juicio, ya comenzó. También aseguró que Venezuela está preparada para una transición ordenada, estable y con una amplia participación de la diáspora.
En cuanto a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz en Oslo, afirmó que solo “Dios sabe” cómo se desarrollará el 10 de diciembre, recordando que en Venezuela “diez días es largo plazo”.




