El presidente Alberto Fernández anunció esta noche que el aislamiento social, preventivo y obligatorio se extenderá hasta el 7 de junio inclusive, al dar una conferencia de prensa en la residencia de Olivos.
El mandatario, que brindó una conferencia de prensa junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, reconoció que se «dará un paso hacia atrás», en un contexto en el que el Gobierno está preocupado por el crecimiento de los casos de contagio en el AMBA.
Frente a ello, el Presidente sostuvo que caducarán los permisos para circular, los cuales habrá que volver a gestionarlos, y adelantó además que habrá controles más rígidos para poder ingresar a la Ciudad.
«Se va a acotar el ingreso a la Ciudad de Buenos Aires. Van a caducar los permisos que tenían y deberán reinscribirse», dijo el mandatario.
En ese sentido, Rodríguez Larreta, alertó que «la evolución de datos del contagio en la Ciudad dio un salto muy grande, lo que implica un aumento significativo». Acto seguido, también confirmó que se vendrán controles más rígidos en todos los accesos habilitados, para que solo ingresen trabajadores que se desempeñan en sectores esenciales y que se va a «reempadronar a todos los que tienen permiso para circular».
Cabe destacar que el subsecretario de Transporte bonaerense, Alejo Supply, ya había anticipado que a partir del martes solo saldrán a la calle los trabajadores esenciales y para ellos se reformulará el sistema informático que emite los permisos de acuerdo a criterios que son analizados por funcionarios del gobierno nacional. «Los tres gobiernos coincidimos en la necesidad de reducir la cantidad de gente que circula por el AMBA», contó el funcionario.
«Tenemos que buscar las alternativas para que la gente circule menos. Estamos hablando de vida o muerte. Tenemos que armarnos de paciencia de vuelta», aseguró.
La situación en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, especialmente en los barrios más vulnerables, es algo que preocupa y mucho a Alberto.
El Presidente considera esencial hacer foco en esos barrios pobres para mejorar su vida cotidiana y aplacar los efectos devastadores del COVID-19.
Las cifras que se manejan en Olivos aseguran que la pandemia se hizo fuerte en las villas de emergencia y que se trata de un profundo foco de contagio que aún no alcanzó su pico de curva más alto.