Es muy poco lo que se conoce del pasado de Néstor Gómez Ocampo, el actual subjefe de la policía provincial. Y, llamativamente, lo poco que hay no habla muy bien de él. Se cita, por ejemplo; una oscura amistad con un narcotraficante y las sospechas que hubo en su momento de su aparente vinculación con el caso “Langostino Santo”; el de los 110 kilos de cocaína interceptados, cuando estaban a punto de salir del puerto de Madryn rumbo a España, escondidos en cajones de langostino.
Gómez Ocampo en esos tiempos era jefe de la Brigada de Investigaciones de Puerto Madryn y hasta se llegó a decir –cosa que la Justicia no pudo comprobar— que él “en una Kangoo roja que era de la Brigada, había “movido” del lugar otra parte del cargamento que nunca habría aparecido; algo que impulsado por los detractores que tiene en la propia policía se ha venido repitiendo hasta estos días. Al igual que su inocultable relación amistosa con Omar “El Cura” Segundo, el dueño de la pesquera en donde hallaron la cocaína, que terminó condenado a varios años de cárcel y que ahora, curiosamente, está cumpliendo esa sentencia con una prisión domiciliaria.
Todavía anda dando vueltas por las redes sociales y en algunos portales de noticias esa fotografía en la que se los ve de jolgorio después de un asado, junto a otros invitados.
Gómez Ocampo hizo la última parte de su carrera policial en Madryn, también trabajó como investigador en la fiscalía de esa ciudad; en donde no pocos lo recuerdan como el que usaba vehículos secuestrados por la Justicia para pasear o ir a buscar a su mujer al trabajo y llevar a sus hijos a la escuela.
Sería el extinto Mario Das Neves, como gobernador de la provincia, quien pondría el fin abrupto a su vida policial al ordenar que se lo pasara a retiro en 2015, en una de las últimas resoluciones que haría antes de irse el jefe de Policía de ese entonces Ricardo César Hughes.
Esto bien podría ser una pequeña reseña con lo poco que se conoce del pasado de alguien a quien el ministro de Seguridad Federico Massoni quiere designar como el máximo responsable de la lucha contra el narcotráfico en Chubut.
Gómez Ocampo es posiblemente un personaje controversial, oscuro, del que algunos camaradas suyos hoy se preguntan cómo hizo para llegar a ser subjefe de Policía y otros creyendo tener la verdad aseguran que con el apoyo de un fiscal y de un legislador. Los mismos que también estarían interesados, al igual que Massoni, de que sea jefe de la Agencia Antinarcóticos.