El presidente Alberto Fernández le pidióla renuncia al ministro de Salud, Ginés González García, y designó en su reemplazo a la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, luego de una polémica generada cuando el periodista Horacio Verbitsky admitió públicamente que se le aplicó una vacuna contra el coronavirus en dependencias de esa cartera.
El pedido de renuncia se formalizó a través del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. La designación de Vizzotti quedó oficializada con el decreto 119/2021, publicado este sábado en el Boletín Oficial.
Una vez conocidas las afirmaciones de Verbitsky, el Presidente le «pidió explicaciones» a González García al cabo del acto que el mandatario encabezó en el Centro Cultural Kirchner para el lanzamiento del Consejo Económico y Social.
Las fuentes consultadas por Télam señalaron que «no convenció la respuesta» que dio el ministro durante ese diálogo telefónico, por lo que el Presidente decidió con disgusto e inmediatez la salida del funcionario.
Los informantes añadieron que los funcionarios del Ministerio que no tuvieron relación con este caso continuarán en sus cargos, pero advirtieron que si algún otro agente estuvo al tanto de lo sucedido «también se tendrá que ir».
La declaración de Verbitsky
El viernes por la mañana Verbitsky había contado en su columna en El Destape Radio que buscó vacunarse contra el coronavirus tras nueve contagios en su familia, uno de ellos fallecido.
«Decidí vacunarme. Me puse a averiguar en dónde hacerlo. Llamé a mi viejo amigo, Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro», relató.
«Me dijo que tenía que ir al hospital Posadas. Cuando estaba por ir, recibí un mensaje del secretario de Ginés que me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores del Posadas al Ministerio y que fuera allí a darme la vacuna», señaló el periodista.
Horacio Vertbisky.
Horacio Vertbisky.
Tras la relevación de Verbitsky, los portales informativos publicaron otros nombres de personalidades que supuestamente accedieron a la vacuna, entre los cuales fueron mencionados el senador Jorge Taiana y al diputado Eduardo Valdés, además de médicos y empresarios. En total, los vacunados habría sido alrededor de 10, según esos portales.
“Ginés me mandó al Ministerio de Salud a que me vacune. Nunca pensé que estaba haciendo algo ilegal”, sostuvo Valdés en declaraciones públicas.
Añadió que sintió la necesidad de aplicarse la dosis por su edad y porque formaba parte de la comitiva que acompañaría al presidente Fernández en su próximo viaje a México.
Taiana, de 70 años y con diversos problemas de salud, también figuraba en la comitiva a México. Es senador por Buenos Aires, la provincia que ya inauguró la campaña de inmunización para los adultos mayores en territorio bonaerense.
Tanto Taiana como Valdés fueron parte de la delegación que viajó junto al Presidente a Bolivia cuando el secretario Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, resultó positivo de Covid-19.
Por su parte, el canciller Felipe Solá, de 70 años y que también fue parte de ese viaje y debió aislarse a su llegada de Bolivia, como Taiana y Valdés, se vacunó este viernes contra el coronavirus en el Hospital Posadas, en la localidad bonaerense de El Palomar, informaron fuentes oficiales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Solá había recibido la recomendación de vacunarse a la brevedad por parte del equipo médico de la Cancillería, debido a los compromisos y prácticas habituales derivadas de su función específica.
En el Palacio San Martín informaron que Solá «empezó a hacer los trámites para pedir el turno» para vacunarse luego de recibir la indicación médica correspondiente.
Por otro lado, el dueño de El Destape, Roberto Navarro, informó a través de su cuenta de Twitter del despido de Vertbisky de la emisora, al considerar que «es una inmoralidad que con 50 mil muertos haya vacunados VIP».
«Es inmoral quien lo autorizó y quien se vacunó Aquí no hay inocentes. Y alguna opereta atrás seguro habrá», sostuvo.
«Le hice saber a @VerbitskyH que ya no seguirá con sus columnas en @eldestape_radio», concluyó Navarro.
En tanto, el equipo de trabajadores del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) rechazó el mecanismo que usó el periodista, su presidente, para vacunarse.
«Recibimos la noticia de que el presidente de nuestra organización fue vacunado por fuera del sistema establecido, a través de una cadena de favores y a título personal, mientras estábamos intentando, como todo el mundo conseguir un turno para las personas mayores de nuestras familias», inició el comunicado.
«Como organización comprometida con los derechos humanos y con las urgencias de la situación social actual, consideramos que las únicas salidas a la pandemia son la responsabilidad colectiva y el compromiso con las etapas del sistema de vacunación a nivel federal», prosiguió.
Y amplió: «Por esto, hemos sostenido en diferentes espacios y ante el Estado la necesidad de que el proceso de vacunación responda a criterios de inclusión social que atiendan en forma prioritaria a los grupos más vulnerables de nuestra población, de acuerdo a factores sanitarios y no discriminatorios».
Y remarcó que «el equipo de trabajadores del CELS rechaza esta o cualquier otra acción o privilegio que vaya en otro sentido».
«Nada de lo ocurrido representa el trabajo y el pensamiento de quienes integramos y hacemos a la organización en su día a día», completó el escrito.