El colágeno es una proteína que está presente, en sus distintos tipos, en muchas partes del cuerpo, incluyendo el pelo, la piel, las uñas, los huesos, los ligamentos, los tendones, el cartílago, los vasos sanguíneos y los intestinos.
“El colágeno es una proteína, y la proteína es una larga cadena de aminoácidos que conforman la estructura del colágeno”, explica la dermatóloga Irene Bermejo (M.N. 60.438) y agrega que si se toma hidrolizado o no hidrolizado, el estómago se encarga de romper esa cadena larga de aminoácidos y la convierte en péptidos cortos. Al ingresar al torrente sanguíneo, el organismo interpreta que hay una rotura masiva de colágeno y fabrica el propio.
“No es que el colágeno que se toma va construyendo algo así como ‘ladrillos para formar una pared’ sino que son estímulos para que el organismo forme su propio colágeno”, remarca Bemejo.
“El colágeno en realidad va a ir donde el organismo lo necesite. Si estás haciendo actividad física, va a ir al hueso y al músculo. Si se masajea la cara, va a ir al rostro”, aclara Bermejo y agrega que en ese sentido es inútil tomarlo de noche “porque no hay ningún estímulo que le indique al colágeno donde hay que ir”.
“El valor biológico del colágeno es pésimo. Tiene muchos aminoácidos no esenciales. Tanto, como que el 60% de su composición es prolina, hidroxiprolina (versión hidroxilada de la prolina) y glicina”, explica Matías Marchetti (M.N. 7210), licenciado en Nutrición y autor de libros sobre vida sana. Él insiste en que para promover el anabolismo proteico en pelo, piel, articulaciones, músculos, lo mejor es una dieta completa, con suficientes carnes magras, huevos, lácteos descremados, legumbres, polvos proteicos de suero o huevo, etcétera.
Qué dice Harvard sobre el colágeno
La Escuela de Medicina de Harvard revisó y analizó 19 estudios publicados en el International Journal of Dermatology, entre todos sumaron 1.125 partipantes. Los que usaron suplementos de colágeno vieron una mejora en la firmeza, flexibilidad y contenido de humedad de la piel, mientras que las arrugas fueron menos notorias.
No obstante, la universidad estadounidense no halló pruebas concluyentes de que estas mejoras se deban a la proteína o a otro factor. Esto se debe a que la mayoría de estas investigaciones usaron suplementos comerciales que contenían ingredientes adicionales al colágeno, entre ellos, vitaminas, minerales, antioxidantes, coenzima Q10, ácido hialurónico y sulfato de condroitina.
Se recomienda que antes de probar con algún suplemento de colágeno, se revise la lista de ingredientes y el perfil de proteínas para evitar aquellos que tengan muchos aditivos o rellenos. Tener en cuenta que los productos con altas cantidades de prolilhidroxiprolina e hidroxiprolilglicina tienen mejor efecto en la reducción de arrugas. Consultar al médico es la mejor opción.
El láser también estimula la formación de colágeno
Existen numerosos productos y cremas con colágeno, pero otra opción para la estimulación de su crecimiento son los tratamientos médicos de radiofrecuencia y láser, que actúan generando calor en la dermis y provocando la migración de fibroblastos (células que secretan colágeno) a la zona estimulada, lo que regenera las fibras de colágeno. Son tratamientos mínimamente invasivos y no dolorosos.
Uno de los tratamientos se hace a través de la radiofrecuencia fraccional que funciona tridimensionalmente. Es conocido como la “terapia de inducción de colágeno”, ya que estimula la formación de esta proteína.