Hasta el día de hoy, las comunidades humanas y la vida silvestre coexisten en un delicado equilibrio, amenazado diariamente por fuerzas internas y externas en el ecosistema patagónico.
Un artículo de The Nature Conservancy (TNC) en el Día de la Tierra 2024 apunta que los vastos -y escasamente poblados- paisajes de la Patagonia se extienden desde las costas del Pacífico en el sur de Chile hasta las costas del Atlántico en Argentina, cruzando los majestuosos Andes. Incluye inmensas praderas y pastizales, ríos rápidos, humedales y turberas, lagos, bosques ancestrales, costas, montañas y glaciares. Estos diversos entornos son esenciales para el equilibrio ecológico global. Al mismo tiempo, proporcionan recursos vitales como alimentos, fibra y energía a personas de todo el mundo, mientras ofrecen un refugio para especies vulnerables y delicadas ante el cambio climático.
Esta riqueza natural se extiende sobre más de 1 millón de km², incluyendo la mayor extensión de pastizales templados de América del Sur. Además, la Patagonia es el segundo sumidero de carbono más grande de la región (después de la Amazonía). Comparativamente, la Patagonia es cuatro veces más grande (kilómetros cuadrados) que el Reino Unido, casi tres veces el tamaño de Colorado y casi el doble de la extensión de Francia.
La Patagonia ha estado experimentando bajos niveles de precipitaciones anuales durante años, lo que ha llevado a problemas relacionados con el agua (exacerbados por el cambio climático). Esto ha causado sequías prolongadas, incendios forestales e inundaciones, y ha impactado significativamente la vida de las personas locales. Por ejemplo, el 70% de la estepa patagónica en Argentina ahora sufre de desertificación, causando erosión del suelo e incendios forestales.
«Prácticas insostenibles de pastoreo de ovejas y actividades humanas -como la explotación energética, urbanización y construcción de represas- también están contribuyendo a la degradación del suelo y la propagación de especies invasoras. Y aun así, la Patagonia sigue siendo uno de los últimos grandes entornos silvestres prístinos de la Tierra», advierten.
Por más de 20 años, The Nature Conservancy ha ayudado a proteger la región patagónica a través de esfuerzos de conservación basados en la ciencia, la equidad y la participación comunitaria.
Estos esfuerzos reflejan las necesidades genuinas de las comunidades locales. Al mismo tiempo, reúnen conocimientos ecológicos transmitidos a través de generaciones. «Nuestro enfoque protege lo mejor y mejora el resto deteniendo la desertificación e incentivando la restauración y la resiliencia. Nuestros esfuerzos colectivos se centran en estas estrategias clave transformadoras para ayudar a romper el ciclo de degradación ambiental», destaca la agrupación y enumera las actividades:
Protección de la Tierra Hacia 2030: conservar nuestros sistemas de agua dulce, que actúan como importantes conectores entre la naturaleza y las personas, además de la seguridad y provisión de agua, tanto en calidad como cantidad.
Pastoreo Sostenible y Captura de Carbono: fomentamos el pastoreo sostenible y las prácticas ganaderas regenerativas para proteger los pastizales y los bosques de la degradación del suelo y la pérdida de agua y mejorar su capacidad de secuestro de carbono.
Preservación de Cuencas de Agua Resilientes: la conservación del agua es integral a nuestras iniciativas de pastoreo sostenible, captura de carbono y protección de la tierra.
Nuestro innovador plan de agua dulce para la región guía nuestros esfuerzos de conservación para mitigar amenazas potenciales.
Reducción de Incendios en Bosques y Pastizales: nos basamos en la experiencia global de TNC en la gestión de incendios para promover prácticas de manejo de tierras resilientes que permitan a los ecosistemas soportar perturbaciones naturales en la Patagonia.
Que visión tiene TNC
A medida que nos dirigimos hacia un mundo con 10 mil millones de personas para el 2050, la Patagonia jugará un papel crucial en satisfacer la demanda global de alimentos, agua, energía y otras necesidades.
«Estamos en un momento decisivo para asegurar que el uso de los recursos de esta área se realice de una manera saludable, equitativa y sostenible. Las intervenciones colaborativas son el enfoque más efectivo para garantizar un futuro saludable. Nuestro equipo está trabajando estrechamente con las comunidades locales, ganaderos, agricultores y tomadores de decisiones para abordar las diversas amenazas que están poniendo en peligro los hábitats únicos de la Patagonia. Estamos implementando acciones de conservación con la ayuda de estos interesados en el campo, como iniciativas de ganadería regenerativa en Fortín Chacabuco y la administración y reforestación liderada por la comunidad de bosques templados en la Reserva Costera Valdiviana (VCR)», señala el artículo de TNC Argentina.