En los exuberantes paisajes de la Patagonia argentina, crece una planta que, sin saberlo, muchos pisan o descartan. Sin embargo, en Europa occidental, esta misma planta alcanza precios exorbitantes de hasta US$1.200 por kilo.
Se trata de los brotes de lúpulo que crecen en la Patagonia argentina, una especie que, además de su papel crucial en la producción de cerveza, ha ganado popularidad como una de las verduras más caras del mundo.
Los brotes de lúpulo, un tesoro culinario
Los llamados “espárragos del lúpulo” son apreciados en mercados europeos como Alemania y Bélgica, donde los consumidores gourmet están dispuestos a pagar precios desorbitados por esta delicadeza. Estos brotes se recolectan tanto en su versión verde, disponible en primavera, como en la blanca, mucho más cotizada, que se cosecha a finales del invierno.
Mientras que en países como Polonia son considerados una “mala hierba”, en Europa occidental alcanzan precios inusitados debido a su sabor peculiar y sus usos en la alta cocina. Con un sabor entre lo amargo y lo herbáceo, los brotes de lúpulo se preparan en ensaladas o acompañados de salsas delicadas que resaltan su frescura.
La Patagonia argentina, epicentro del lúpulo
En la Comarca Andina de Río Negro y Chubut, Argentina, el cultivo del lúpulo se extiende en 160 hectáreas, donde investigadores del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC) han realizado un profundo estudio. La investigadora Andrea Trochine, del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue, destacó la importancia de este análisis:
“Hemos logrado sistematizar información clave que posiciona al lúpulo argentino en el mercado global”, afirmó Trochine, quien además subrayó que la Patagonia ofrece condiciones climáticas y de suelo ideales para la producción de esta planta.
Un producto competitivo a nivel mundial
El estudio reveló que las variedades argentinas de lúpulo poseen niveles de alfa y beta ácidos —componentes esenciales para la elaboración de cervezas— comparables con los mejores productores del mundo, como Estados Unidos y Alemania. Esta alta calidad ha despertado el interés del mercado internacional, que busca alternativas más frescas y menos expuestas al deterioro durante el transporte.
Además, un reciente artículo publicado en la revista especializada Brewings Science destacó las variedades patagónicas por su potencial para la elaboración de cervezas artesanales premium. Según el informe, el lúpulo fresco argentino ofrece un perfil aromático único, gracias a su proceso de cosecha y manejo cuidadoso. Esto lo convierte en un producto altamente competitivo en los mercados gourmet y cerveceros de Europa y Estados Unidos.
Futuras proyecciones
El trabajo del equipo de Trochine es solo el comienzo de una nueva etapa para el lúpulo argentino, cuyas cualidades y potencial aún están por descubrirse completamente. Con un posicionamiento cada vez más sólido, Argentina podría consolidarse como un exportador clave de este codiciado ingrediente, tanto para cervezas artesanales como para la alta cocina.