Gasoducto Perito Moreno
El Gobierno Nacional anunció la intención de privatizar la operación del gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno, antes conocido como Presidente Néstor Kirchner, que conecta los yacimientos de Vaca Muerta con los centros urbanos más importantes del país.
El ducto es actualmente propiedad de Energía Argentina S.A. (Enarsa), pero su operación está a cargo de Transportadora de Gas del Sur (TGS), una empresa del sector privado. En un contexto de transición hacia un modelo energético basado en la inversión privada, la administración de Milei declaró como «de interés público» el proyecto para ampliar su capacidad de transporte.
Con una inversión inicial estimada en 500 millones de dólares, la propuesta busca incrementar en 14 millones de metros cúbicos diarios la capacidad del ducto, alcanzando un total de 35 millones de metros cúbicos por día. Esta mejora no solo permitirá abastecer el mercado interno con mayor eficiencia, sino también reducir drásticamente la dependencia de importaciones y los subsidios energéticos.
El camino hacia la privatización se estructurará a través de un concurso público. Aunque TGS, promotora de la iniciativa privada, tendrá ventaja en caso de empate, el proceso también permitirá la participación de empresas internacionales interesadas. Según explicó la secretaria de Energía, María Tettamanti, esta medida está alineada con la estrategia de desinversión en Enarsa, en línea con las políticas de privatización que el Gobierno impulsa desde el inicio de la gestión.
La obra incluirá la instalación de cuatro nuevas plantas compresoras para optimizar el flujo de gas y la ampliación de tramos clave del ducto. Además, TGS planea invertir 200 millones de dólares adicionales en infraestructura complementaria, incluyendo un gasoducto paralelo para fortalecer el suministro al área metropolitana.
Cuál es el impacto en Vaca Muerta y la economía argentina
La privatización del gasoducto y su ampliación tienen el potencial de consolidar a Vaca Muerta como una fuente central de energía para Argentina y el mundo. Con la segunda mayor reserva de gas no convencional y la cuarta de petróleo a nivel global, Vaca Muerta ofrece una oportunidad única para el país, especialmente en el contexto de la transición energética global.
Además de abastecer el mercado interno, el desarrollo de esta infraestructura permitirá sustituir la necesidad de construir un segundo tramo del gasoducto hacia San Jerónimo, en Santa Fe, cuyo costo había sido estimado en 2.500 millones de dólares. De concretarse, el ahorro sería considerable, y se fortalecerían las exportaciones de energía hacia países vecinos.
Desafíos del gasoducto Perito Moreno
Algunos sectores cuestionan el impacto de privatizar activos estratégicos, mientras que otros advierten sobre los desafíos que podría enfrentar la licitación pública, incluyendo la posibilidad de una concentración excesiva del sector en manos privadas. Sin embargo, el Gobierno sostiene que esta medida es crucial para optimizar recursos y atraer inversiones.
Según las proyecciones del Ejecutivo Nacional, la privatización del gasoducto Perito Moreno representa un paso significativo en la política energética del país. En un contexto de transición hacia un modelo más abierto al capital privado, esta iniciativa busca aprovechar al máximo los recursos de Vaca Muerta.