En su primer discurso oficial ante el cuerpo diplomático vaticano, el papa León XIV –el primero nacido en Estados Unidos en ocupar la cátedra de Pedro– sostuvo que “la familia se funda en la unión estable entre el hombre y la mujer” y defendió “la dignidad de cada persona, especialmente de las más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano” como de “criaturas queridas y amadas por Dios”.
A la vez, el pontífice León XIV instó a reactivar la diplomacia multilateral y a promover el diálogo interreligioso como camino hacia la paz mundial. Aunque la audiencia fue a puertas cerradas, la Santa Sede divulgó los textos oficiales del Papa y del decano del cuerpo diplomático.
León XIV, nacido en Chicago en 1955, fue elegido Papa el 8 de mayo de 2025. Robert Francis Prevost, de 69 años, es agustino y hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos. Su elección marcó varios hitos: además de ser el segundo pontífice del continente americano (tras Francisco), es el primer papa estadounidense de la historia. Vivió muchos años en Perú como misionero, razón por la cual también se le considera un purpurado “latinoamericano” por arraigo.
Durante su discurso ante los embajadores recordó su origen plural: se describió a sí mismo como “descendiente de inmigrantes” (sus abuelos provenían de Europa) y alertó contra los discursos nacionalistas, subrayando que cada persona –ya sea nativa o foránea– mantiene “la misma dignidad… de una criatura querida y amada por Dios”.
Mensaje clave: familia, vida y diálogo
En la audiencia con los 184 países acreditados, León XIV transmitió mensajes clave. Citando enseñanzas clásicas de la doctrina social de la Iglesia, instó a “invertir en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”. Subrayó que esa institución básica es el “fundamento de la armonía en la sociedad” y urgió a los gobiernos a ayudar en su formación. Con tono claro reafirmó la oposición católica al aborto: al hablar de “personas frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano”, destacó la obligación moral de protegerlas.
Junto a la familia, el nuevo Papa enfocó su mensaje en la paz y la justicia. Llamó a frenar la carrera armamentista y a dejar de producir “instrumentos de destrucción y muerte”. Definió la paz no sólo como ausencia de guerra, sino como “un don que compromete” al ser humano y advirtió que el orgullo, la retórica agresiva y la intransigencia también hieren, “porque se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas”.
En consonancia con esta idea, insistió en la libertad religiosa y el encuentro con otras confesiones: afirmó que el diálogo interreligioso es una vía indispensable para construir contextos de paz. Para ello, pidió “revitalizar la diplomacia multilateral” y fortalecer las instituciones internacionales creadas para resolver conflictos.
Dignidad de migrantes y voz global de la Iglesia
El discurso también incluyó referencias directas a los migrantes y a su misión global. Leon XIV urgió a “respetar la dignidad de los migrantes”, recordando su propia historia como “descendiente de inmigrantes” que ha vivido en varios continentes. Hizo un llamado a la compasión y la solidaridad con las personas desplazadas.
La audiencia subrayó que la Santa Sede, “en el cambio de época” actual, no puede permanecer al margen de las injusticias que crean desigualdades profundas. Además, recordó la petición de Francisco de abandonar la carrera de armamentos y habló de un “tiempo de conversión y renovación” en el orden mundial.
Es preciso notar que esta reunión con la diplomacia vaticana es parte del protocolo poscónclave: como señala AP, “el encuentro es uno de los requisitos protocolarios después de un cónclave” y permite al nuevo Papa saludar a representantes de gobiernos de todo el mundo antes de su misa de proclamación.
La Santa Sede, Estado soberano, mantiene relaciones diplomáticas con más de 180 países. Este contexto resalta que el mensaje de León XIV fue dirigido simultáneamente al cuerpo diplomático y al público global que sigue los pronunciamientos vaticanos.
Reacciones y repercusiones
Las afirmaciones de León XIV generaron respuestas encontradas. Medios internacionales resaltaron el contraste con el pontificado de Francisco: mientras el Papa argentino tendió puentes con católicos LGBT, León XIV subrayó una doctrina más conservadora. Por ejemplo, Dallas News tituló que el nuevo Papa “se aleja de los gays” al enfocar la familia exclusivamente en el matrimonio hombre-mujer.
Organizaciones que defienden los derechos de las personas LGBTQ+ en la Iglesia manifestaron su inquietud por “un posible retroceso”; una nota de Univisión indicó que dichas declaraciones “han encendido las alarmas” entre comunidades católicas LGBT, que temen perder la mayor apertura del último pontificado.
Por otro lado, líderes conservadores en temas sociales han aplaudido la claridad en la enseñanza católica. En Estados Unidos, sectores próximos a la doctrina tradicional celebraron que el Papa León reafirme lo que consideran valores fundamentales. A nivel eclesial, varios medios católicos destacan que el Papa joven mantiene continuidad con la ortodoxia magisterial al tiempo que impone su propio estilo diplomático.
En Europa y América Latina, analistas sugieren que su perfil bilingüe y su experiencia intercultural (América del Norte, del Sur y Europa) podrían facilitar puentes con diversas naciones, especialmente en materias de migración y paz.