El Gobierno español confirmó el envío de un buque de la Armada para garantizar la seguridad de los activistas europeos que integran la flotilla humanitaria rumbo a Gaza.
Desde Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU, el presidente Pedro Sánchez anunció que un buque de la Armada partirá desde Cartagena hacia la costa israelí. Su misión será proteger a los ciudadanos europeos, incluidos españoles, a bordo de la Flotilla Global Sumud.
“El objetivo es claro: que se respete el derecho de nuestros ciudadanos a navegar en condiciones de seguridad y que se cumpla la ley internacional”, subrayó Sánchez. También advirtió sobre la aplicación de “dobles varas de medir” en el cumplimiento de las normas internacionales.
La decisión se produce tras una serie de incidentes denunciados por la organización, que informó ataques con drones, explosiones y obstrucción de las comunicaciones en las embarcaciones.
Italia también refuerza la seguridad en la zona
El gobierno de Italia, a través del ministro de Defensa Guido Crosetto, confirmó el envío de una fragata para asistir a la flotilla. “Expresamos nuestra más enérgica condena ante los ataques sufridos”, afirmó.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, calificó de “inaceptables” las agresiones y reiteró que los participantes de la misión humanitaria cuentan con respaldo diplomático y consular.
Israel, por su parte, mantiene su postura y no permitirá la entrada de la flotilla a aguas bajo bloqueo, aunque ofreció la opción de descargar la ayuda en puertos alternativos de la región.
Un gesto político en clave internacional
Sánchez aprovechó su discurso en Naciones Unidas para reafirmar el compromiso de España con el reconocimiento del Estado palestino y con una salida política basada en la coexistencia de dos Estados.
La decisión española se suma a los esfuerzos internacionales por proteger a los activistas y garantizar la llegada de ayuda humanitaria a la población de Gaza, en un escenario de creciente tensión según Euronews.
El despliegue español marca un nuevo capítulo en la defensa del derecho internacional y en la presión diplomática sobre Israel, mientras la flotilla humanitaria busca llegar a Gaza.