Gran expectativa en la provincia por el anuncio de OpenAI-ChatGPT que construirá su centro de datos en la Patagonia; gesto de los gobernadores con el gobierno nacional que se guardó las piedras en el bolsillo a dos semanas de las elecciones.
La inversión que podría reconvertir la industria en Chubut, llegaría por fuera de las actividades que la inmensa mayoría podríamos haber imaginado. No sería en materia de hidrocarburos ni de pesca, tampoco con minería, aunque sí requerirá de energía limpia. Sobre el fin de semana OpenAI (ChatGPT) anunció una inversión por 25 mil millones de dólares para construir un centro de datos (data centers). Será en la Patagonia, pero no hubo mayores precisiones. Claro que la expectativa está dada para que sea en nuestra provincia que adhirió en su momento al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones RIGI, sistema al cual apelará la firma para el proyecto. De acuerdo con Canal 12.
El presidente Javier Milei ya había visitado en Estados Unidos durante su paso por Silicon Valley a Sam Altman, CEO de OpenAI. El jueves recibió en la Casa Rosada una comitiva encabezada por Christopher Stephen Lehane, vicepresidente de Asuntos Globales de OpenAI, quien junto a otros directivos de la firma ratificó el proyecto en la Patagonia donde analizan distintas ubicaciones cercanas a centros urbanos y prevén definir la locación definitiva en los próximos meses.
Pero además la expectativa de que sea en Chubut se alimenta de distintos factores. Es clave el potencial energético de la provincia, la disponibilidad de energía renovable, ya sea hidroeléctrica, eólica o solar. Será necesario también la conectividad mediante anillos de fibra óptica que enlazan el Atlántico y el Pacífico y el acceso a agua fría para los sistemas de enfriamiento.
Ahora bien ¿qué es un data centers? Se trata de instalaciones que almacenan, procesan y protegen grandes volúmenes de información digital. Hay que visualizar un edificio de grandes dimensiones con miles de computadoras, servidores y equipos de red que brindan servicios por ejemplo a redes sociales, los correos electrónicos, las videollamadas o la inteligencia artificial. OpenaAI intenta resolver un problema, la dependencia que tiene de otras empresas tech que, en muchos casos, son su propia competencia.
El centro de datos implicará la construcción en un predio de unas siete hectáreas generando miles de puestos de trabajo directos e indirectos durante su desarrollo, además de un flujo constante de exportaciones digitales provenientes de la capacidad de cómputo del data center.
La construcción comenzará en 2027 y llevará un año. Funcionará con energía renovable que proveerá Genneia. Y contará con la participación de proveedores locales para su construcción. El desarrollo general del complejo estará a cargo de Sur Energy, firma dedicada a proyectos de infraestructura digital sostenible.
De concretarse, será el proyecto de infraestructura más grande de toda la historia de la Argentina que pasará a convertirse en el mayor centro de inteligencia artificial de toda la región. Ojalá sea en Chubut.
Nación quiere recomponer con los gobernadores
Un gobierno nacional esmerilado con la bochornosa renuncia de su candidato José Luis Espert quien ya no pudo negar las vinculaciones con el trelewense Fred Machado, investigado por lavado dinero y próximo a ser deportado a Estados Unidos, habría provocado un cambio de postura respecto a la búsqueda de aliados.
Hay un convencimiento interno que no alcanza con tener a Mauricio Macri adentro, serán necesarios muchos votos en el Congreso si pretende el Gobierno avanzar el año que viene con la reforma laboral y también la previsional que tienen en carpeta desde antes de asumir. Hasta ahora han venido transitando el camino en sentido contrario.
El salvataje económico de Estados Unidos está atado a sumar voluntades por parte de la gestión de Javier Milei que entró en ese callejón sin ventanas ni puertas laterales. Por eso, la semana pasada hubo varios llamados a gobernadores. Quedó a la luz un primer resultado: el oficialismo logró que vuelva al Senado el proyecto de cambios a la ley de los DNU; además en una votación de madrugada faltaron tres votos para que se coparticipe el impuesto a los combustibles líquidos, y eso que era un proyecto impulsado por absolutamente todos los gobernadores. Varios parecen haber cambiado de opinión.
Fue apenas una muestra de que no está la puerta cerrada del todo para sentarse a dialogar. Después del 26 de octubre y contados los votos, cambiarán los términos. De todos modos, hay cierto entusiasmo en la Casa Rosada con alguna fisura que pudiera darse entre los mandatarios provinciales.
El fracaso del proyecto para coparticipar los combustibles líquidos fue, sobre todo, lo que alimentó la expectativa al Gobierno Nacional para reconstruir incluso alianzas caídas por su actitud altanera y belicosa. Si los gobernadores se acercan, habría reconocimientos en el Presupuesto 2026.
En la sesión de diputados del pasado miércoles, el último punto era el proyecto para coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos. Había sido redactado e impulsado por los gobernadores de todas las provincias argentinas y proponía que los estados provinciales reciban directamente el 57%, que a su vez se repartiría 25% en partes iguales entre cada una de ellas y 75% según el índice de coparticipación. Ya había media sanción del Senado y se esperaba que sería un trámite en Diputados, pero hubo llamados.
Cerca de las 3 de la madrugada la votación arrojó 126 votos afirmativos y el proyecto salió rechazado porque necesitaba una mayoría especial de 129 votos. Hubo ausencias de diputados que responden a los gobernadores Rogelio Frigerio, Alfredo Cornejo y Leandro Zdero, todos aliados electorales de LLA. Pero lo llamativo fueron las ausencias de diputados que responden al tucumano Osvaldo Jaldo, al salteño Gustavo Sáenz y el rionegrino Alberto Weretilneck.
Incluso, desde Provincias Unidas también hubo gobernadores que, al parecer, cambiaron de opinión a último momento para sostener su propio proyecto. Esa madrugada faltaron diputados que responden al cordobés Martín Llaryora, al santafecino Maximiliano Pullaro, al jujeño Carlos Sadir y al correntino Gustavo Valdés. Todos ellos al día siguiente sostuvieron sus discursos críticos a Milei y al kirchnerismo, como lo hizo también Nacho Torres, aunque los diputados alineados con el chubutense sí estuvieron en la madrugada anterior sentados en sus bancas para acompañar con su voto la coparticipación de impuesto a los combustibles, aunque no alcanzó.