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El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, aseguró hoy que si es electo el domingo su gestión va a «defender» a los acreedores privados de la Argentina frente al avance del Fondo Monetario Internacional que parece estar pidiendo establecer una quita.

Fernández dijo que espera que los mercados estén «tranquilos» el lunes si él es electo presidente en primera vuelta porque su eventual gobierno «no hará correr riesgos» a los acreedores que le prestaron dinero a la Argentina durante la administración de Mauricio Macri.

«Con nosotros no corren riesgos (los acreedores). Estoy hablando de defender a los bonistas frente al avance del Fondo. Entiendo que no debería haber una quita», sostuvo el candidato presidencial del Frente de Todos. Fernández aclaró que los emisarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) no dialogaron con él últimamente, pero dijo tener información acerca de una supuesta propuesta del organismo multilateral para que la Argentina avance en una reestructuración de su deuda con quita a los privados.

«Lo que parece ser que está planteando, porque con nosotros no lo ha hablado, es que haya una quita sobre los tenedores de bonos privados. Pero esta vez los tenedores privados tienen poca responsabilidad», dijo Fernández.

Según se quejó en declaraciones a radio Futurock, el Fondo Monetario le dio al Gobierno de Macri 56.300 millones de dólares para que le pague a los acreedores privados «pero ese dinero se usó para cualquier cosa menos para cumplir con las obligaciones».

«Entonces el Fondo multiplicó por dos la deuda de ese modo. Y ahora dice: para poder cobrar yo, háganle una quita a los bonistas privados. El FMI fue cómplice. Con los 56.300 millones de dólares pagaron la campaña electoral más cara de la historia porque hicieron lo imposible para que Macri siga siendo presidente», dijo Fernández.

Por otro lado, el candidato presidencial con mayores chances de ganar el domingo (de acuerdo al resultado de las elecciones primarias) le habló a los ahorristas argentinos para pedirles que «estén tranquilos».

«A los argentinos les digo que estén tranquilos porque vamos a cuidar sus ahorros, vamos a respetar sus depósitos en dólares. Que estén tranquilos, que no estén nerviosos. Es más, que estén confiados porque gracias a Dios se van los que armaron todo este desastre», dijo.

Fernández aseguró que una de sus prioridades a partir de diciembre -si es que gana las elecciones- será la de atacar rápidamente el hambre, porque es algo que el país no se puede permitir cuando produce alimentos para 400 millones de personas.

«Tengo una obsesión con el tema del hambre. Nosotros perdemos noción de lo que eso significa. Porque cuando tenemos hambre paramos a comer un sándwich que podemos comprar. Pensemos en gente que todos los días y todo el día pasa esa situación», señaló.

Por esa situación responsabilizó al presidente Macri y también al Fondo Monetario, dado que -sostuvo- el plan que diseñaron y aplicaron en el último año ha causado «estragos» en la economía argentina.

El candidato a presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, encabezará hoy un acto en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, acompañado por los postulantes a intendentes platense, Florencia Saintout, de Ensenada, Mario Secco, y de Berisso, Fabián Cagliardi.

El acto se llevará a cabo desde las 18 en la casa de estudios universidad platense, ocasión en la que los candidatos «remarcarán la necesidad de trabajar por la producción y el desarrollo tecnológico de las tres ciudades» de la zona de la capital bonaerense, dijeron fuentes del Frente de Todos.

En la cuenta regresiva para el segundo debate presidencial 2019 en la Facultad de Derecho de la UBA, los candidatos presidenciales se preparan con todo para lo que será la última exposición entre ellos previo a las elecciones generales que podrían definir al próximo mandatario. Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión intensifican la preparación para mostrar su cartas esta noche, a partir de las 21.

Los cuatro ejes temáticos del segundo debate serán: Seguridad; Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado; y Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda.

Envalentonado por la masiva movilización del sábado por la tarde en el Obelisco en la principal caravana del «Sí se puede» se espera que Macri sea mucho más «agresivo» de entrada contra Fernández en el comienzo del debate, a diferencia de la edición anterior. El candidato de Juntos por el Cambio, que aspira a entrar en el balotaje, hará foco en los casos de corrupción durante el kirchnerismo.

Según consigna La Nación, habrá nuevas alusiones al «dedito acusador», el gesto que hizo Fernández en el debate del domingo pasado en la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe. Además buscará mostrar que Fernández es «lo mismo» que Cristina Kirchner, para desestimar la imagen del kirchnerismo «moderado» que trata de plantear el candidato del Frente de Todos para sumar respaldo de los votantes que no pertenecen al núcleo duro del espacio.

Su rival del Frente de Todos, el más votado en las elecciones primarias, se prepara para responder a los embates del Presidente luego de las duras críticas que le hizo en la anterior edición. Se descarta que ratificará sus críticas a las prisiones preventivas de exfuncionarios kirchneristas -muchos de ellos fueron liberados tras las PASO- y que hablará de «persecución política» cuando el Presidente le «enrostre» los casos de corrupción en los gobiernos anteriores.

Pero el fuerte de Fernández serán, como hace una semana atrás, las advertencias por el impacto de la crisis económica y las devaluaciones sobre los ciudadanos. Hará énfasis en los déficits del Gobierno de Macri en variables como la desocupación, la política habitacional y especialmente la pobreza, que según el último índice del INDEC aumentó 8,1 puntos en un año y en el primer trimestre alcanzó al 35,4% de la población.

Mientras que Lavagna seguirá firme en su posición como «alternativa» a la polarización entre el macrismo y el kirchnerismo para «saltear la grieta». El exministro de Economía y candidato de Consenso Federal evitará «meterse en el barro» con el resto de sus rivales, especialmente Macri y Fernández y hará propuestas concretas para atraer a los «desencantados» con el oficiliasmo y el kirchnerismo.

Trabajó la semana pasada en una mejora de la presentación de sus propuestas para cumplir con el tiempo de exposición fijado para el debate. El objetivo es cómo presentar sus planes de campaña en los dos minutos que tiene cada postulante para hablar sobre qué haría en caso de ganar las elecciones.

En el caso de Espert, sus allegados se mostraron conformes con el desempeño que tuvo el candidato del Frente Despertar pero consideraron que podría haber subido la apuesta con el discurso económico para confrontar con sus rivales.

Aunque sus allegados no adelantaron detalles de que lo será la estrategia del economista liberal se cree que hará foco en la inflación, exportaciones e impulso del comercio exterior en un esquema que califica como la «demolición» del sistema económico.

Gómez Centurión, del Frente NOS, aumentó su preparación para cumplir con los tiempos pautados en el debate para hacer las exposiciones. Al extitular de la Aduana y exvicepresidente del Banco Nación se lo vio impreciso con los plazos para hacer sus presentaciones, y durante el evento se justificó al argumentar que «no veía el cronómetro».

En tanto que Del Caño reforzará la confrontación con el resto de los adversarios y les hará críticas por lo que, considera, son las faltas de propuestas como el programa de Alberto Fernández para aumentar los sueldos y parar la fuga de capitales.

La Marcha del Millón» fue planeada por el oficialismo con la máxima de llegar a alcanzar a ese número de personas demostrando su respaldo a la candidatura de Mauricio Macri en la 9 de Julio, una cifra similar a la que logró Raúl Alfonsín en su cierre de campaña en 1983, en ese mismo sitio.

«Es impresionante. Miren cuántos son», exclamó el mandatario desde el escenario y ante un nutrido público con banderas argentinas y carteles. Entre ellos, la gobernadora María Eugenia Vidal que no dejó de alentar al líder de Juntos por el Cambio en modo «hincha». También se la vio a Patricia Bullrich muy cerca del público y a los saltos.

Fuentes del Ministerio de la Nación indicaron a TN.com.ar que 800 mil personas estuvieron frente al escenario montado a los pies del Obelisco y a lo largo de la avenida porteña. Aunque es un número importante, no alcanzaron la cantidad deseada. «Casi un millón», celebraron de todos modos en el oficialismo.

Además, las marchas de respaldo al actual Presidente se replicaron en varias ciudades argentinas y hasta en el exterior: Toronto, Londres, París, Madrid, Sidney y Miami, entre otras.

Desde la Policía de la Ciudad indicaron que aún no podían precisar un número pero detallaron que la multitud ocupó cuatro cuadras, es decir, desde la avenida Corrientes, hasta Córdoba. Aclararon, sin embargo, que Diagonal Norte «estaba llena», al igual que «la zona detrás del escenario». El deseo macrista era ocupar la principal arteria porteña hasta Libertador.

Mauricio Macri al llegar al escenario sobre la 9 de Julio. (Foto: NA)

Otras estimaciones privadas, ejecutadas a través de un programa de Google Earth, hablaban de un número mucho menor: algunas de 320 mil asistentes, otras de 460 mil personas.

Con la movilización el Gobierno espera contagiar a otros electores y dar vuelta el resultado de las PASO ante la fórmula del Frente de Todos.

El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó hoy que «todo lo que dice» Mauricio Macri «es mentira», y sostuvo que «no tiene idea de lo que pasa en su gobierno, y que tiene un nivel de ignorancia llamativa».

«Macri no tiene idea de lo que pasa en su gobierno, tiene un nivel de ignorancia llamativa y habla de cosas que no tienen que ver con la verdad. No hablo más con él porque me cansé de que mienta y diga que las cosas las acordaba conmigo», dijo Fernández en diálogo con radio 10.

Las declaraciones del candidato del Frente de Todos se conocen un día antes de la segunda edición del primer debate presidencial obligatorio que se realizará mañana a la noche en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

El postulante del Frente de Todos sostuvo que el Presidente «habla de la inversión en ciencia y tecnología, y la inversión cayó un 43%; habla de educación, y el presupuesto cayó un 40%, y les sacó las notebooks a todos los chicos; te dice le preocupa la salud, que cayó un 23%. Todo lo que dice es mentira».

«Para Macri, el problema es el derecho que tenían los jubilados a que sus ingresos se actualicen por el costo de vida, y el derecho de los trabajadores a tener paritarias. Para Macri el problema de la Argentina es que da derechos», aseveró Fernández.

Por otro lado, consideró que la Argentina «tiene un tercio de la sociedad enojado con el peronismo, que cada tanto nos pone un Macri de presidente, quien nos hace creer que cada 10 años tenemos una crisis».

«Cada 10 años nos chocamos con una piedra, que son ellos», agregó.

En ese marco, afirmó que «el peronismo nació con el antiperonismo: venía a representar ciertos intereses sociales y políticos que afectaban a un grupo de la sociedad que no quería que esos derechos y esos intereses se consoliden»

«Lo que hizo el peronismo fue objetivamente bueno: le dio derechos a sectores de la sociedad. El odio inicial de ciertos sectores nunca se resolvió y es hora de que lo resolvamos», concluyó el postulante.

El amplio triunfo de Alberto Fernández en las PASO sorprendió a muchos, pero sobre todo a empresarios que habían apostado por Mauricio Macri. El resultado de las primarias impactó en el financiamiento electoral del Presidente: a pesar de que en las elecciones generales suelen movilizar cantidades mayores de dinero, la fórmula Macri-Pichetto recaudó $43 millones menos entre empresas en comparación con las PASO.

Juntos por el Cambio informó que recibirá $67 millones en concepto de donaciones de compañías para la campaña presidencial de octubre, según se desprende del informe preliminar de financiamiento que entregaron ante la Justicia Electoral. Esos números quedaron lejos de aquellos $110 millones que el Presidente sumó entre grandes compañías de cara a las PASO.

El Frente de Todos, en cambio, sumó nuevos aportes tras la victoria en las primarias, pero aun así no pudo superar al oficialismo. La oposición proyectó que recibirá donaciones por $41 millones de empresas para la campaña, una cifra en ascenso que obedece al impulso de las urnas, pero también a una táctica más agresiva. Consumado el triunfo de las PASO, desde el entorno de Alberto Fernández decidieron tocar la puerta de las compañías que ya le habían donado al oficialismo. Y -sostienen- tuvieron buenos resultados.

El principal donante de la fórmula Macri-Pichetto es el Grupo General Deheza (AGD), cuyo referente es el exsenador peronista Roberto Urquía. El holding desembolsó hasta ahora $12 millones a través de las firmas Niza ($9 millones) y Establecimientos Agropecuarios La Paz ($3 millones), según se desprende del informe oficial. A esa cifra hay que sumarle otros $10 millones que el Grupo AGD ya aportó para las PASO en favor de Juntos por el Cambio.

Las empresas de AGD fueron algunas de las firmas que recibieron cartas, mails y llamadas desde el entorno de Alberto Fernández. Urquía ya conocía al candidato: lo había recibido en su planta de Córdoba incluso antes de las PASO y después de las internas el empresario organizó un evento -almuerzo incluido- en la Fundación Mediterránea de Córdoba.

Esa hospitalidad de las últimas semanas habría de traducirse en financiamiento, una donación de $9 millones por parte de Aceitera General Deheza que se haría pública en los próximos días, informaron cerca de Alberto Fernández. LA NACION intentó contactarse ayer, sin éxito, con el empresario para consultarlo sobre esta información.

Urquía no fue el único empresario que se acercó al candidato opositor después de apoyar la campaña del Presidente. Tras las PASO, Marcelo Mindlin (Grupo Emes) y Marcos Galperín (Mercado Libre) se reunieron a solas con Alberto Fernández. Macri, por su parte, faltó al Coloquio de IDEA, el encuentro más importante de empresarios locales (aunque participó por videoconferencia). Los desencuentros con el empresariado habían empezado hace dos semanas, cuando el Presidente asistió al foro de la Unión Industrial Argentina (UIA), pero el titular de esa entidad se retiró antes de su discurso.

«Por suerte hacemos una campaña mucho más austera que la de las PASO», afirmaron desde el oficialismo. Y aclararon que la mayoría de los fondos fueron recaudados antes de las primarias y que Juntos por el Cambio los administró entre los dos comicios.

La composición del mundo de aportantes de Juntos por el Cambio es similar a la de las PASO: la agroindustria sigue siendo el principal financista, seguida por el sector financiero. En ese rubro figura, en el informe preliminar, Compañía de Inversiones Generales (Coinge), de la familia Miguens Bemberg, quienes también integran el directorio de Central Puerto, emprendimiento del que participa Nicolás Caputo.

Por ahora el Frente de Todos dio vuelta pocas cartas sobre quiénes financian su campaña. Castello Mercuri SA, un bróker de seguros con sede en Puerto Madero, desembolsó un millón de pesos. Alberto Fernández conoce el sector porque fue superintendente de Seguros de la Nación durante el menemismo, pero desde su entorno aclararon que fue un aporte voluntario.

La otra de las compañías que apoyaron al candidato opositor es Aluar SA, la única firma que donó dinero para los dos principales partidos en las PASO. Esta vez volvió a desembolsar $900.000 en favor de la fórmula Fernández-Fernández. Por ahora la compañía no aparece en la nómina de Juntos por el Cambio. Los últimos dos aportantes son Los Mellizos Panificados SRL, una empresa tucumana que donó $700.000, y la firma metalúrgica Ferrosider SA, que aportó $500.000.

El presidente Mauricio Macri encabezará este sábado la denominada «marcha del millón» en el Obelisco porteño, con la que el frente Juntos por el Cambio apuesta a desplegar una demostración de fuerza en el último tramo de la campaña electoral rumbo a la general del 27 de octubre.

La convocatoria fue realizada por el propio jefe del Estado desde sus cuentas en las redes sociales y busca ser la de mayor masividad de las 30 marchas del denominado «Si, se puede» que el frente oficialista lleva adelante en todo el país para revertir la derrota en las PASO.

«Hay que transformar en acción toda la energía», reza el llamado a Macri a sus seguidores para este sábado.

El acto comenzará a las 17 desde un palco ya montado en la avenida 9 de Julio y el presidente Macri estará escoltado por su compañero de fórmula, Miguel Pichetto; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la confundadora de Cambiemos, la diputada Elisa Carrió.

La idea es que el Presidente sea el único orador, aunque no se descarta que a último momento se incorporen otros líderes del frente oficialista, dijeron a Télam los organizadores.

Los pilares centrales del escenario desde el cual hablará Macri comenzaron a ser montados ayer sobre la avenida 9 de Julio, en el Obelisco, con la mira puesta hacia el Bajo porteño.

Habrá además pantallas gigantes a lo largo de la avenida para que todos los asistentes puedan seguir el discurso del jefe del Estado.

Macri estará nuevamente acompañado por su esposa, Juliana Awada, quien se incorporó a la campaña electoral tras la derrota en las PASO y viajó a cada una de las ciudades en las que se concretaron las marchas de la campaña «Sí, se puede».

La saga de movilizaciones bajo el sello #SíSePuede que el gobierno puso en marcha tras la derrota en las PASO tendrá este sábado una parada clave. El presidente Mauricio Macri espera reunir en el Obelisco, a las 17, a una multitud para dar volumen al final de la campaña e ilusionar a sus votantes con la posibilidad de forzar un balotaje con el opositor Frente de Todos.

La movilización en el centro de la Ciudad apenas un día antes del segundo debate presidencial obligatorio implica un desafío. El oficialismo siempre despreció el formato de los actos tradicionales que, por las paradojas que articularon los resultados del 11 de agosto, quedaron como recurso de su lado y, en cambio, fueron administrados en dosis homeopáticas en el campamento peronista de Alberto Fernández. “Será el acto más grande en la historia del PRO”, se ilusionan por estas horas en la Casa Rosada.

La secuencia de movilizaciones que Juntos por el Cambio despliega desde fines de septiembre en diferentes puntos del país bajo el slogan “30 ciudades en 30 días” articularon como un entrenamiento para el capítulo central de este fin de semana.

Desde el revés en las PASO, el Presidente salió de las plataformas de comunicación contraladas y probó suerte en el contacto directo con militantes y simpatizantes con suerte dispar.

El gobierno se sorprendió por el éxito de algunas convocatorias, pero Macri quedó expuesto en varias de las intervenciones públicas que escapan al corset de un entrenamiento previo. La desafortunada frase de sesgo machista y clasista sobre las mujeres y el uso del dinero para comparar los efectos del populismo fue, quizás, el mejor ejemplo de esas debilidades.

Esa doble lectura descubre que, como señaló el sociólogo Carlos De Angelis en la edición dominical de Tiempo, la estética de la campaña post PASO del oficialismo es un “manual de emergencia”. Macri necesita reconstruir la mística y, al mismo tiempo, asegurar la adhesión de su núcleo duro: el giro a un discurso conservador en los ejes aborto y seguridad también intenta captar sobre el final voluntades del Frente Nos de José Luis Espert y el Frente Despertar de Juan José Gómez Centurión.

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En la mesa política que lidera el jefe de Gabinete, Marcos Peña, insisten que la convocatoria de este sábado fue espontánea, a través de las redes sociales. “Nosotros nos subimos a algo que la gente ya había puesto en marcha”, le dijo a este diario uno de los funcionarios que coordina la campaña por la reelección de Macri. En ese contexto, en la Casa Rosada aclaran también que la consigna “del millón” es apenas eso, una consigna.

Con todo, el gobierno apuesta a replicar la movilización porteña en otros 30 puntos del país.

En la Capital Federal, la marcha del #19O cambiará el ritmo de un sábado primaveral: se instalarán pantallas gigantes a seis cuadras a la redonda y se instrumentará un operativo policial especial para facilitar los accesos a la zona. El objetivo es mostrar una comunicación “horizontal” y subrayar la espontaneidad de la participación: es posible que muchos manifestantes exhiban su tarjeta SUBE como lo hicieron en el inicio del ciclo de movilizaciones en Belgrano para descartar la participación de incentivo de punteros políticos.

Esa imagen contrastará con los militantes que llegarán, según los organizadores, de 30 puntos del país a partir de las primeras horas de la tarde. ¿Se verán micros estacionados en las inmediaciones de la Plaza de la República?

El equipo de comunicación de Juntos por el Cambio apuesta a que la estética del acto recree un diálogo entre Macri y los manifestantes. Y que su efecto ratifique, casi como una señal hacia el futuro, que es el Presidente quien tiene la llave del liderazgo del espacio, más allá de los resultados del 27 de octubre.

Como sucedió en la mayoría de las marchas del #SíSePuede, el Presidente estará acompañado por su esposa, Juliana Awada. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también dará el presente. Como Macri, el alcalde enfrenta en apenas poco más de una semana el desafío de revalidar títulos en un contexto desfavorable por el impacto de la crisis económica-social y el peso del desgaste de la figura presidencial.

El presidente Mauricio Macri, que busca su reelección en las elecciones del 27 de octubre, salió hoy al cruce de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ayer pidió “saber en que se fue la plata del endeudamiento”, al rechazar esa afirmación y sostener que “ellos son así, no van a cambiar”, y acusar al kirchernismo de irse “dejando el Banco Central vacío, en default y sin energía”.

“No lo puedo creer, honestamente ellos son así, no van a cambiar, ellos claramente quieren volver al Indec que no dice la verdad», dijo esta mañana Macri, en diálogo con radio Sudamericana, de Corrientes, donde hoy por la tarde encabeza una marcha del «Sí, se puede».

«Hoy nadie discute que nosotros la información la ponemos sobre la mesa y nosotros hemos informado; (en cambio) ella insiste en decir que se endeuda a la Argentina, ella aumentó la deuda de la Argentina”, disparó.

En la víspera, en el acto por el Día de la Lealtad, en La Pampa, Cristina Kirchner expresó: “Creo que vamos atener que saber en qué se fue la plata del endeudamiento; por momentos parecen acciones de psicópatas: imputar a los demás cosas que han hecho ellos”.

Macri, en tanto, explicó esta mañana que “hemos aumentado las reservas; cuando llegamos, el Banco Central no tenía reservas, el kichnerismo se fue dejando el Banco Central vacío, como dejó el país en default y sin energía, no teníamos reservas”.

Fue uno de los primeros en marcar los errores del macrismo y el hecho de que el plan económico que ejecutó el gobierno de Cambiemos llevaba al país a la debacle que se vive hoy. Con este background, el radical Ricardo Alfonsín no tiene ninguna duda de que el macrismo repetirá este 27 de octubre la performance de las PASO: «Cambiemos va a perder las elecciones, el debate no cambió nada, el que iba a votar a Alberto reafirmó su voto y el que iba a votar a Macri lo va a hacer», dijo.

En el mismo orden, y además de desestimar el motorizado no-tema del «dedo levantado» de Alberto durante el debate, el hijo de Raúl Alfonsín se refirió a la posibilidad de que Fernández lo convoque para su eventual mandato. Y de las reuniones que ambos han mantenido en el último tiempo.

«Yo no tengo problema en reconocer que me junto con Alberto Fernandez, a diferencia de otros radicales que no pueden decir con quiénes se juntan», disparó en diálogo con FM Futurock, y agregó: «No me han ofrecido ser titular de la Oficina Anticorrupción en un posible gobierno de Alberto Fernández. Creo que yo soy mucho más útil en el llano».

Además, adelantó: «Con Alberto Fernández nos vamos a reunir después de la campaña». Y agregó: «Creo que puedo ser útil desde el llano en un posible gobierno de Alberto Fernández, va a hacer falta una oposición responsable».

Por último, opinó sobre las declaraciones de Kicillof sobre la venta de drogas que «lo que dijo Kicillof no fue para nada grave. Lo tergiversaron por completo y eso me dio mucho fastidio», apuntó, y concluyó sobre este Día de la Lealtad que celebra el PJ: «Los peronistas son primos hermanos de los radicales. El problema es que muchos radicales son gorilas y no pueden reconocer nada».