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El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará en los próximos días a China con una agenda que incluirá reuniones bilaterales y con autoridades del BRICS.

El titular del palacio de Hacienda invitó al diputado Máximo Kirchner a que forme parte de la delegación.

El funcionario fue invitado a viajar a China para participar de una reunión del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), banco de los BRICS, donde se analizará la posibilidad de modificar uno de los artículos de la entidad financiera con el objetivo de que se le permita avanzar con el compromiso asumido por el presidente Lula da Silva con el mandatario Alberto Fernández de financiar las importaciones brasileñas.

La invitación fue realizada por el embajador de China, Zou Xiaoli.

La cumbre del directorio del banco de BRICS se realizara el 30 y 31 de mayo, en la sede del Nuevo Banco de Desarrollo, en la ciudad de Shanghái.

Se trata de la octava reunión anual del banco de los BRICS que congregará a los ministros de finanzas de los países miembros, representantes de gobiernos nacionales y organismos internacionales, banqueros, líderes empresariales y representantes de organizaciones de la sociedad civil.

El objetivo del ministro es lograr que el NBD funcione como garante financiero de las importaciones de Brasil para evitar utilizar las reservas de BCRA.

La carta de invitación que recibió Massa, firmada por Rousseff y por el ministro de Finanzas chino, Kun Liu, manifiesta que el desarrollo mundial se enfrenta a retos cada vez mayores:

«Como el debilitamiento del crecimiento económico, el aumento de la volatilidad de los mercados financieros, el recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, la fragmentación de las redes comerciales y el deterioro de las perspectivas climáticas. El mundo está experimentando grandes cambios que no se veían desde hace un siglo”.

China anunció hoy que reabrirá sus fronteras a los turistas y reanudará la emisión de todas las visas mañana, en un intento por reactivar el turismo y su economía tras una paralización de tres años por la pandemia de Covid-19.

El anuncio constituye un paso más de China en su reapertura pocos meses después de empezar a desmantelar la restrictiva estrategia «cero covid» impuesta a lo largo de la pandemia y tras haber proclamado una «victoria decisiva» sobre el virus, el mes pasado.

Aparte de la revisión y aprobación de nuevos documentos de viaje, los visados emitidos antes del 28 de marzo de 2020 que todavía estén vigentes serán válidos para entrar a China, informó la Oficina de Asuntos Consulares de la Cancillería china en un comunicado.

Notas parecidas fueron publicadas en las páginas web de varias misiones diplomáticas chinas en el extranjero, incluidas sus embajadas en Estados Unidos y Francia.

La nueva política también restablecerá la posibilidad de otorgar entradas sin visa a algunos viajeros, como los visitantes que llegan en cruceros a Shanghái o los grupos de turistas que arriban desde Hong Kong, Macau y algunos países del Sudeste Asiático.

La decisión «facilitará más los intercambios entre la población china y extranjera», afirmó el comunicado.

La nota no especificó si se requerirían certificados de vacunación o pruebas negativas de Covid-19.

No obstante, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo hoy a periodistas que China había “optimizado las medidas para las pruebas remotas de personas que vienen a China desde países relevantes”, lo que permite pruebas de antígeno antes de abordar el avión, en lugar de pruebas de ácido nucleico.

“Todo esto se ha implementado bien, y el riesgo de epidemia es, en general, controlable”, dijo Wang en una sesión informativa diaria, informó la agencia de noticias china Xinhua.

Antes de que se impusiera el confinamiento a causa del virus, China recibió en 2019 a 65,7 millones de visitantes internacionales, según la Organización Mundial del Turismo de la ONU.

Pero mientras la mayoría de países inició la reapertura de viajes internacionales mucho antes, China apenas comenzó a salir de sus drásticas medidas dentro de la política de «covid cero» a finales de 2022, luego de protestas contra esas restricciones.

Las manifestaciones de fines de noviembre pedían mayores libertades e incluso la renuncia del presidente Xi Jinping, una oposición al régimen comunista que no se veía desde el levantamiento prodemocracia que el ejército reprimió en 1989.

A comienzos de diciembre, las autoridades chinas pusieron fin al régimen de pruebas masivas, confinamientos y largas cuarentenas, pero al hacerlo provocaron un repentino pico de casos de coronavirus.

China aunció a fines de diciembre que los visitantes llegados de fuera de sus fronteras ya no tenían que cumplir una cuarentena, pero mantuvo las restricciones de visado para los extranjeros.

En ese momento, dijo que «continuaría ajustando su política de visados para extranjeros que visiten China de una manera científica y dinámica de acuerdo con (…) la situación de la pandemia».

También reanudó el trámite de pasaportes chinos para «turismo» o «visitas de amigos al extranjero».

Con el aumento de los casos en China durante las fiestas de Año Nuevo, varios países, incluidos Japón y Corea del Sur, restablecieron las restricciones para visitantes chinos, a lo que Beijing respondió imponiendo sus propias limitaciones en represalia.

Pero con la caída de los contagios en China, las medidas decretadas en ambos lados se fueron levantando.

El anuncio de esta reapertura ocurre después de una importante sesión del controlado Parlamento nacional, que confirmó un tercer mandato de Xi como presidente y nombró a su aliado Li Qiang como primer ministro.

China reportó cerca de 13.000 muertes en hospitales relacionadas con el coronavirus entre el 13 y el 19 de enero, después de que un funcionario de Salud dijera que la gran mayoría de la población ya contrajo el virus.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de China dijo que 681 pacientes hospitalizados murieron por insuficiencia respiratoria por Covid-19 y que otros 11.977 fallecieron por otras enfermedades combinadas con el virus.

Estos datos no incluyen a las personas que murieron en sus casas.

Airfinity, una consultora independiente, estimó que la tasa de muertes diarias en China va a alcanzar un pico de 36.000 durante el Año Nuevo Lunar este fin de semana, informó la agencia de noticias AFP.

China había informado hace una semana que casi 60.000 personas murieron de Covid en los hospitales hasta el 12 de enero, pero existe escepticismo sobre las estadísticas desde que el país levantó los controles el mes pasado.

La firma también estimó que más de 600.000 personas murieron de la enfermedad desde que China abandonó su política «cero covid» en diciembre, luego de tres años de estricto control sanitario y en medio de protestas en contra de las fuertes restricciones.

Desde entonces el número de pacientes aumentó considerablemente y los hospitales y los crematorios se vieron desbordados.

Decenas de millones de personas viajaron este fin de semana para reunirse con sus familias y celebrar hoy la festividad más importante del calendario chino, lo que genera temores de que haya una agudización del brote epidémico.

Sin embargo, un funcionario de Salud de China afirmó ayer que el país no va a sufrir una segunda ola de infecciones en los próximos dos a tres meses después de que millones de personas viajen a sus pueblos de origen desde las grandes ciudades, ya que cerca del 80% de la población ya se contagió.

«Aunque la gran cantidad de personas viajando durante el Festival de Primavera puede promover una propagación de la epidemia hasta cierto punto (…) la actual ola epidémica ya contagió a cerca del 80% de la población», afirmó Wu Zunyou, jefe de epidemiología del CDC, en una publicación en la red social Weibo.

«En el corto plazo, por ejemplo, en los próximos dos a tres meses la posibilidad de (…) una segunda ola de la epidemia en el país es muy baja», agregó.

El rebrote de casos que se registró en China tras el levantamiento de las restricciones hizo que varios países exhortaran a Beijing a compartir más detalladamente los datos sobre el progreso de la pandemia.

Además, provocó que muchas naciones comenzaran a exigir a los viajeros procedentes de China una prueba negativa de Covid-19 para poder entrar a sus territorios, tras la eliminación en Beijing de los estrictos controles sanitarios que tenían desde fines de 2019.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuestiona el cambio en la metodología de Beijing para contabilizar las víctimas, según el cual solo se incluyen a las personas que mueren directamente por insuficiencia respiratoria, lo que deja afuera a un gran número de decesos causados también por el virus.

Fuente: Télam.

China extendió hoy los confinamientos por coronavirus, incluyendo una ciudad donde trabajadores de una fábrica de iPhone se enfrentaron esta semana con la policía, luego de registrar un récord de casos diarios de la enfermedad.

Los residentes de ocho barrios de la ciudad suroriental de Zhengzhou -donde viven 6,6 millones de personas- no podrán salir de sus casas durante cinco días desde hoy, excepto para comprar alimentos o recibir tratamiento médico, dispuso el Gobierno municipal.

Las autoridades ordenaron también la realización de pruebas masivas diarias de Covid-19, en lo que el Gobierno de la ciudad llamó una «guerra de aniquilación» contra el virus.

Durante los enfrentamientos del martes y de ayer, la policía de Zhengzhou golpeó a trabajadores que protestaban por una disputa salarial en la mayor fábrica de iPhone de Apple, ubicada en una zona industrial cerca de la ciudad.

Foxconn, el propietario de la fábrica, con sede en Taiwán, se disculpó hoy por lo que llamó «un error de entrada en el sistema informático» y dijo que garantizaría que el pago sea el mismo que se acordó y que había sido ofrecido en publicidades oficiales.

En las últimas 24 horas, el número de nuevos casos de coronavirus aumentó en 31.444, dijo hoy la Comisión Nacional de Salud, con sede en Beijing, informó la agencia de noticias china Xinhua.

Esa es la cifra diaria más alta desde que se detectó el coronavirus por primera vez en la ciudad de Wuhan, en el centro de China, a fines de 2019.

El número de casos diarios ha ido en constante aumento.

Esta semana, las autoridades informaron las primeras muertes por Covid-19 en China en seis meses, lo que elevó el total a 5.232.

Si bien la cantidad de casos y muertes es relativamente baja en comparación con Estados Unidos y otros países, China sigue aplicando una estrategia de «covid cero» que tiene como objetivo aislar cada caso y eliminar el virus por completo.

La mayoría de los otros Gobiernos han terminado con los controles antivirus y ahora apuestan a las vacunas y la inmunidad de rebaño para ayudar a prevenir muertes y enfermedades graves.

Empresas y complejos residenciales desde el centro de fabricación de Guangzhou, en el sur, hasta Beijing, en el norte, se encuentran afectadas por diversas modalidades de confinamiento, que afectan particularmente a los trabajadores migrantes.

En muchos casos, los residentes dicen que las restricciones van más allá de lo que permite el Gobierno nacional.

Guangzhou suspendió el lunes el acceso a su barrio de Baiyun de 3,7 millones de habitantes, mientras que a los residentes de algunas áreas de Shijiazhuang, una ciudad de 11 millones de habitantes al suroeste de Beijing, se les dijo que se quedaran en casa mientras se realizan pruebas masivas.

Beijing abrió un hospital en un centro de exposiciones.

Las autoridades capitalinas suspendieron el acceso a la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing después de que se detectara allí un caso de virus.

Algunos centros comerciales y edificios de oficinas fueron cerrados y se bloqueó el acceso a algunos complejos de apartamentos.

En una señal de que las medidas podrían ser al menos semipermanentes, trabajadores erigieron una cerca de 2 metros de alto alrededor de los viejos edificios de departamentos de ladrillo de baja altura en el barrio Hongmiao Beili de Beijing.

Media docena de personas con trajes protectores contra materiales peligrosos vigilaban hoy la entrada de un corredor que atraviesa la comunidad, parados detrás de barreras de acero que generalmente se usan para el control de multitudes.

Las autoridades habían anunciado medidas para tratar de reducir las interrupciones de los controles pandémicos acortando las cuarentenas y realizando otros cambios.

Algunos chinos han expresado en las redes sociales su frustración y confusión ante los aparentes cambios de política.

Si bien las fronteras de China permanecen en gran parte cerradas, el Gobierno ha estado «optimizando y facilitando el proceso de salida y entrada para ejecutivos y personal especializado de empresas multinacionales y empresas extranjeras y sus familiares en China», dijo hoy el vocero de la Cancillería Mao Ning, en una conferencia de prensa diaria.

Mao dijo que China continuará mejorando varios protocolos de Covid-19 «de acuerdo con los principios específicos y basados ​​en la ciencia» para ayudar a facilitar los viajes y la cooperación y los intercambios con otros países.

Un tema clave es la preocupación por la vulnerabilidad de las personas al virus.

Pocos chinos han contraído coronavirus o estado expuestos al virus, por lo que se cree que solo un pequeño porcentaje ha acumulado niveles efectivos de anticuerpos para combatir el virus.

China tiene una tasa general de vacunación contra el coronavirus de más del 92%, y la mayoría de las personas han recibido al menos una dosis. Pero muchos menos chinos mayores, en particular los mayores de 80 años, han recibido las vacunas.

El Gobierno está tratando de contener la última ola de brotes sin cerrar las fábricas y el resto de su economía como lo hizo a principios de 2020.

Una táctica es usar una «gestión de circuito cerrado», bajo la cual los trabajadores viven en sus fábricas sin contactos externos..

Foxconn, el ensamblador de teléfonos inteligentes y otros productos electrónicos por contrato más grande del mundo, está luchando para cumplir con los pedidos del iPhone 14 después de que miles de empleados se retiraron de la fábrica en Zhengzhou el mes pasado debido a las quejas sobre condiciones de trabajo inseguras.

Las protestas del martes y miércoles fueron impulsadas por desacuerdos sobre el pago de los trabajadores que fueron reclutados para reemplazar a los que se fueron.

Los trabajadores se enfrentaron con la policía y algunos fueron golpeados. Otros fueron arrestados.

Foxconn negó comentarios que circularon en Internet de que los empleados con el virus vivían en dormitorios en la fábrica de Zhengzhou.

Dijo que las instalaciones fueron desinfectadas y pasaron controles gubernamentales antes de que los empleados se mudaran.

«Si China estornuda, el mundo se resfría», solía decirse para explicar la importancia del gigante asiático en la economía mundial. Con la pandemia, esta metáfora cambió de sentido y perdió gracia pero no deja de ser acertada, en especial para los sectores que pasaron a ser muy dependientes de lo que venden a ese país de 1.400 millones de habitantes. Es el caso de la cadena de la carne vacuna argentina.

En los últimos años, China se ha vuelto fundamental para la carne argentina, ya que se queda con tres de cada cuatro kilos que se exportan. Como lo que lleva en general no es la carne más valorada, esas ventas voluminosas representan un poco menos si se las considera en valor: China genera «apenas» dos de cada tres dólares que entran a la Argentina por exportación de carne.

En cifras concretas, entre enero y julio de este año, los frigoríficos argentinos mandaron al país asiático unas 277.000 toneladas de carne, por más de u$s1.390 millones. Este año, incluso con las restricciones a la exportación impuestas por el Gobierno, la carne vacuna pasó a liderar por lejos las exportaciones argentinas a China.

Exportaciones de carne: ni el Año Nuevo chino empuja

Sin embargo, a partir de agosto, la fluidez de ese comercio empezó a mostrar signos de resquebrajamiento. «Respecto de las cotizaciones históricamente altas de fines de marzo o principios de abril, las de los últimos días cayeron 18 a 20% para la mayoría de los productos», sostiene Rafael Tardáguila, director del informe sobre el comercio mundial de carne Faxcarne/World Beef Report.

La situación resulta más preocupante porque este momento del año suele ser bueno para las ventas a China, con la mira en el Año Nuevo chino, durante cuyos festejos aumenta el consumo de carne. El próximo caerá el domingo 22 de enero de 2023. «Estimando el transit time (el tiempo entre la carga de la mercadería en origen y la descarga en destino), pensábamos que China iba a comprarnos mucho hasta fin de octubre (para llegar a tiempo para los festejos). Pero ahora vemos que septiembre y octubre están quedando sin demanda para las fiestas», dice Carlos Riusech, presidente del frigorífico Gorina, uno de los principales exportadores del país. Sí hay ventas para que lleguen después de las celebraciones, pero a valores alrededor de 20% inferiores.

Riusech ve que los precios con China «se deterioran día tras día», y pone un ejemplo: «Uno de los cortes estrella, el shin&shank (garrón y brazuelo), que había superado los u$s9.000 por tonelada, ya hacia mediados de agosto había caído a poco más de u$s7.000, y hoy ofrecen u$s6.200». Al igual que otros exportadores, considera que estos precios actuales no muestran real interés en comprar, sino que son especulativos.

Demanda floja y abasto récord, mala combinación para la carne

La demanda china se está viendo alterada por varios factores, entre ellos, las enormes restricciones que el país sigue imponiendo por Covid, la devaluación del yuan, la desaceleración económica y hasta una sequía, que afecta el suministro de energía hidroeléctrica. Lejos de las llamadas «tasas chinas» de la primera década de este siglo, el PBI del país asiático crecería 3,5% en 2022, prácticamente la mitad que en los últimos años.

Para peor, esa retracción de la demanda se encontró con una oferta de carne muy abundante por parte de los proveedores, en particular el principal, Brasil. De acuerdo con Tardáguila, «se estima que los principales países exportadores embarcaron un volumen récord de carne vacuna a China en agosto, que por primera vez habría superado las 250.000 toneladas. Esto se debió principalmente a Brasil, que exportó la friolera de 131.000 toneladas en agosto, 20.000 toneladas por encima del récord hasta entonces, que había sido en julio».

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en la primera mitad de este año, los precios que pagaban los importadores de carne chinos habían subido 37%, a niveles históricamente altos. Pero ahora algunos estarían vendiendo a pérdida, debido a que la demanda no convalida aquellos precios de los meses previos, y esto les estaría resultando menos gravoso que almacenar la carne y esperar, debido a los gastos que implica retener stocks en cámaras frigoríficas.

Comparativa: exportaciones mensuales de carne a China.

Para el USDA, la situación no parece en vías de mejorar pronto: según estima, este año China terminará importando 3,1 millones de toneladas de carne, pero en 2023 comprará 2,5 millones, es decir, un 19% menos. La Argentina es su segundo proveedor, detrás de Brasil.

De continuar con dificultades, es probable que esta retracción de los precios de China impacten en el precio de la hacienda vacuna argentina, como ya viene ocurriendo en Brasil y más recientemente en Uruguay.

Mejora a largo plazo y qué pasará en el mientras tanto

Miguel Gorelik, director de la newsletter especializada Valor Carne, reconoce las dificultades actuales del mercado chino, pero, poniendo los faros largos, no cree que corra riesgos: «Más allá de este sobresalto, a más largo plazo veo China va a seguir teniendo un rol importantísimo en el mercado mundial, creo que tanto la Argentina como Brasil y Uruguay, pueden estar tranquilos en ese sentido».

En el marco del foro que tuvo lugar en la ciudad de Xiamen, el embajador argentino en el gigante asiático anunció que la semana pasada el presidente Alberto Fernández envió una carta a su par chino, Xi Jinping, para solicitarle formalmente el ingreso de nuestro país al bloque que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, anunció este miércoles en el foro de los BRICS que tuvo lugar en la ciudad de Xiamen que la semana pasada el presidente Alberto Fernández envió una carta a su par chino, Xi Jinping, en su carácter de presidente pro tempore del foro regional, para solicitarle formalmente la inclusión de la Argentina en el bloque de países que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Durante su discurso en la ciudad costera de china, el máximo representante argentino en China expresó: “El Gobierno argentino tiene una posición clara respecto de los Brics. Para nosotros, el grupo, es una excelente alternativa de cooperación frente a un orden mundial que ha demostrado estar creado por y para el beneficio de unos pocos. Estoy convencido que estamos frente a la oportunidad histórica para plantearnos el desarrollo de una verdadera estrategia conjunta entre nuestros países que haga frente a este complejo escenario global”.

La Embajada argentina en China informó que en el evento sobre la cuarta revolución industrial y que contó con la participación del viceministro de Industria de China, el gobernador de Fujian y los embajadores de Brasil, Sudáfrica y Rusia, se repasaron las ventajas y beneficios de incluir a la Argentina en el grupo.

Los países presentes en el foro destacaron durante las discusiones que la Argentina es un país es un líder mundial en la producción de alimentos y tiene un enorme potencial energético que los miembros de los BRICS consideran como un factor clave para la transición a fuentes de energía limpia. A nivel político, se hizo hincapié en que este año la Argentina fue elegida por todos los integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac) para para ejercer la presidencia pro témpore, una muestra del liderazgo a nivel político regional.

El mes pasado el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia había informado que la Argentina había sido formalmente incluida en la lista para ingresar al selecto grupo. Asimismo, la Cancillería argentina comunicó durante la semana pasada que el ministro de Asuntos Exteriores de la India había manifestado el apoyo total de su país a la inclusión de la Argentina en este grupo. “Agradezco profundamente las manifestaciones de apoyo recibidas que son una muestra más del nivel de consenso que existe actualmente respecto de nuestra incorporación”, dijo Vaca Narvaja, quien agregó: “Tal como lo sostuvo nuestro presidente Alberto Fernández en la reciente Cumbre de Jefes de Estado del Grupo: ‘En la actualidad, los BRICS son el grupo con mayor influencia económica y política a nivel global. Por este motivo, debemos coordinar políticas, mantener nuestras cadenas industriales y de suministro seguras y sin obstrucciones y trabajar todos juntos por un desarrollo inclusivo, sostenible y por un crecimiento económico resiliente’”.

En declaraciones a la prensa local, Sabino Vaca Narvaja felicitó a China y al Partido Comunista en particular por ocupar este año de manera exitosa la presidencia rotatoria de los Brics, por el éxito de la organización de la catorceava cumbre de Jefes de Estado y por la acertada decisión de sumar otros países emergentes a esta cumbre, que contó con la presencia del presidente Alberto Fernández, a instancia de la invitación realizada por su par, Xi Jinping. Esta cumbre estuvo centrada en avanzar en los objetivos propuestos por la Agenda de Desarrollo de Naciones Unidas 2030, donde la Iniciativa de Desarrollo Global propuesta por el mandatario chino tomo un rol relevante.

La ciudad china de Chengdu, con cerca de 20 millones de habitantes y situada en el suroeste del país, estará bajo confinamiento desde hoy con el objetivo de frenar un nuevo brote de Covid-19, dijeron fuentes oficiales.

Las autoridades de Chengdu difundieron un documento oficial en el que instan a los residentes a «quedarse en casa» a partir de las 18 de hoy para luchar contra una nueva ola de contagios.

Cada hogar podrá mandar una persona al día a comprar comida y bienes esenciales, pero deberán haber realizado una prueba negativa en las últimas 24 horas, según el documento.

Entre el jueves y el domingo, todos los residentes realizarán pruebas y las autoridades pidieron que no salgan de la ciudad salvo si fuese «absolutamente necesario», reportaron las agencias de noticias AFP y Sputnik.

«El estado actual del control de la epidemia es anormal, complejo y sombrío», expone el documento. Las medidas, según el escrito, pretenden «detener con decisión la propagación del brote y garantizar la salud de todos los ciudadanos».

Chengdu registró hoy 157 nuevos contagios locales, de los cuales 51 no presentaban síntomas, dijo el gobierno de la ciudad en otro comunicado.

En otras partes de China, los niños de al menos 10 ciudades y provincias se enfrentan a la interrupción del nuevo curso escolar, ya que los controles de la pandemia obligan a las escuelas a adoptar medidas como el aprendizaje en línea, según un informe publicado el jueves por un medio de comunicación afiliado al estatal Diario del Pueblo.

China es la última gran economía del mundo que sigue aplicando la llamada estrategia «cero Covid» para erradicar el virus a base de restricciones a los viajes internacionales, cuarentenas, test masivos y severos confinamientos.

Taiwán advirtió hoy que ejercerá su derecho a la autodefensa y «contraatacará» si aviones y barcos chinos entran en su espacio territorial, luego de una serie de grandes ejercicios militares que Beijing realizó ayer alrededor de la isla, agravando la fricción en la zona.

Taiwán -que tiene un gobierno autónomo donde viven 23 millones de personas- vive bajo la constante amenaza de una invasión de China, que reivindica esta isla como parte de su territorio y promete recuperarla algún día, y por la fuerza si fuera necesario.

Las tensiones en el Estrecho de Taiwán están en su punto más alto en años tras la visita no oficial de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla a principios de agosto.

Durante una semana, China decidió como represalia efectuar maniobras militares en tierra y mar que no se veían desde mediados de la década de 1990 que incluyeron vuelos de drones sobre las islas Kinmen.

Taiwán dijo que respondería si aviones y barcos de guerra chinos entran en sus aguas o espacio aéreo territoriales.

Un responsable de Defensa sentenció que «cuanto más cerca de Taiwán sean las incursiones, más fuertes serán las contramedidas».

«Usaremos fuerzas navales y aéreas y fuego costero para rechazar a las fuerzas del EPL (Ejército Popular de Liberación chino) que entren en nuestras zonas de 24 millas náuticas y 12 millas náuticas», afirmó el general Lin Wen-huang, director de operaciones y planificación de división.

«Cuando aviones y barcos del EPL están en las 12 millas náuticas de nuestras aguas territoriales y espacio aéreo, actuaremos de acuerdo con órdenes operativas para ejercer el derecho a la autodefensa de contraatacar», amplió en conferencia de prensa recogida por la agencia de noticias AFP.

Lin reiteró que Taiwán «contraatacaría» cuando se le preguntó por la reciente serie de vuelos de drones sobre las islas taiwanesas de Kinmen, algunos de ellos para vigilar puestos militares.

El vuelo de drones sobre Kinmen, cerca de las costas de China continental, volvió a agudizar ayer el conflicto y Taiwán denunció que una de las aeronaves no tripuladas tomaba imágenes de una instalación militar suya.

Las Fuerzas Armadas de Taiwán abrieron fuego contra drones civiles supuestamente controlados desde China, poco después de que la presidenta Tsai Ing-wen reclamase medidas «contundentes» ante este tipo de incursiones.

El Ministerio de Defensa confirmó en un comunicado disparos contra al menos tres drones, aunque no identificó su origen.

La cartera precisó que estas aeronaves se retiraron hacia la ciudad china de Xiamen.

«He ordenado al Ministerio de Defensa Nacional que adopte las medidas contundentes y necesarias para defender la seguridad del espacio aéreo», expresó Tsai durante un discurso ante militares en el que avisó que Taiwán no se quedará de brazos cruzados ante las provocaciones.

La presidenta respondió de esta forma a las críticas por la aparente falta de respuesta a la creciente presencia de drones, como admitió la agencia de noticias oficial CNA.

El Comando de Defensa de Kinmen aseguró a Taiwan News que el dron chino estaba operado por civiles y volaba sobre las aguas frente a la costa del municipio de Lieyu, aunque aclaró que el aparato no ingresó en su espacio aéreo.

Consultado sobre el tema, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo que no era un «caso por el que mereciera la pena hacer un escándalo» porque los drones «vuelan alrededor del territorio chino».

Esta respuesta desató la furia de Taiwán, que comparó el acoso de los drones con el comportamiento de un «ladrón».

«Aquellos que vienen sin ser invitados son llamados ladrones, ya sea porque entran por la fuerza o que espían desde el aire, el pueblo de Taiwán no da la bienvenida a ladrones así», dijo anoche el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán en un comunicado.

El Gobierno de Taiwán recibió esta semana la quinta visita de una delegación política estadounidense en el último mes, provocando el enojo de Beijing, que considera este tipo de encuentros como una violación de la ley de una sola China que firmó en 1979 con Washington.

China condenó hoy la «provocación» que supone el envío de Estados Unidos de dos buques de guerra al estrecho de Taiwán y consideró que es una maniobra que busca «sabotear la paz y la estabilidad de la región», mientras aumenta la tensión entre el continente y la isla.

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, pidió a Estados Unidos que se limite a respetar la política de «una sola China», cuyo único gobierno legítimo es el de Beijing, según declaró durante una conferencia de prensa, informó la agencia de noticias Europa Press.

Ayer, dos buques de guerra de Estados Unidos navegaron en el estrecho de Taiwán en la primera incursión de este tipo desde que China realizó ejercicios militares sin precedentes alrededor de la isla.

La maniobra «demuestra el compromiso de Estados Unidos con una región Indo-Pacífico libre y abierta», dijo entonces la Armada en un comunicado.

«Las fuerzas armadas estadounidenses vuelan, navegan y operan en cualquier sitio que permita el derecho internacional», agregó.

El Ministerio de Defensa taiwanés confirmó el paso de los buques estadounidenses en un recorrido de norte a sur y precisó que la situación era «normal».

El Ejército Popular de Liberación de China consideró que Estados Unidos había «exagerado abiertamente» el paso de los buques por el estrecho y agregó que las tropas seguían «en alerta máxima» y estaban «preparadas en todo momento para desbaratar cualquier provocación».

Tras la reacción china, el ministerio taiwanés informó que se había registrado la aproximación a la isla de otros 23 aviones y ocho buques del Ejército de China.

La situación entre China y Taiwán se agravó el pasado 3 de agosto a raíz de la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, que China consideró una provocación y a la que respondió con el anuncio de cuatro días de ejercicios militares.

La Casa Blanca se distanció del controvertido viaje de Pelosi a la isla que China reclama como propia, con el argumento de que la política toma sus propias decisiones.

Estados Unidos reconoce diplomáticamente a China sobre Taiwán, pero mantiene relaciones de facto con Taipei y apoya el derecho de la isla a decidir su futuro.

China considera a Taiwán –a donde huyeron los nacionalistas chinos tras su derrota en una guerra civil ante los comunistas en 1949- una provincia que debe ser reunificada, incluso por la fuerza si es necesario.

Los vínculos entre Taiwán, donde viven 23 millones de personas, y China continental solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.

Las tensiones entre la isla y el continente crecieron a su máximo nivel en décadas con la presidencia china de Xi Jinping, que rompió la comunicación oficial con Taiwán hace seis años tras la elección de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, que enfatiza la identidad separada de la isla.

Las maniobras chinas incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos en aguas cercanas a Taiwán, una de las rutas navieras más transitadas del mundo, mientras que la isla realizó ejercicios militares para simular la defensa ante una invasión, con el despliegue de su avión de combate más avanzado.

Los cientos de miles de habitantes de una pequeña ciudad de China quedaron confinados desde hoy por el hallazgo de un caso de coronavirus, con Beijing aferrado tenazmente a su estrategia de cero tolerancia a los contagios.

China es la única de las grandes economías del mundo, y uno de los pocos países, que reacciona con confinamientos, pruebas masivas y restricción de movimiento ante la aparición de casos, pese a la fatiga de la población y a los costos para la economía.

Las autoridades de varias regiones han impuesto diferentes restricciones en su intento por sofocar los nuevos brotes de la variante Ómicron del virus, que es muy contagiosa.

Después de detectar una sola infección, la ciudad de Wugang, que es un importante punto de producción siderúrgica ubicado en la provincia de Henan, anunció anoche que implementará tres días de «control reforzado», según un comunicado de las autoridades.

Según la directiva las 320.000 personas que viven en la ciudad tienen prohibido salir de sus casas hasta el mediodía del jueves, pero las autoridades aseguraron que se encargarán de brindarles suministros básicos.

Los residentes no pueden usar sus coches y para poder viajar bajo condiciones de cumplir «un circuito cerrado» deben pedir un permiso, dijo el comunicado del Gobierno municipal, informó la agencia de noticias AFP.

En esta ciudad tiene su sede una las grandes fábricas de acero chinas, Wuyang Iron & Steel Co., que exporta a Estados Unidos, Japón y otras grandes economías occidentales, informó la agencia de noticias Bloomberg.

El país registró hoy 347 nuevos casos de coronavirus, más del 80% de los cuales son asintomáticos, según la Comisión Nacional de Salud china.

Los persistentes brotes y las estrictas respuestas de las autoridades han reducido cualquier expectativa de que China cambie la draconiana estrategia que mantiene y que este año implico el confinamiento de decenas de millones de personas en sus casas.